Volkswagen: Políticas a corto plazo

Que durante años ningún político o institución europea viese que los coches de Volkswagen estaban trucados levanta serias dudas sobre la eficacia real de sus políticas. Es lo malo de tener los ojos en el corto horizonte de una legislatura (ya sea estatal o europea): un cortoplacismo que pone en peligro a los gobiernos en las principales potencias europeas en el ámbito automovilístico, y por lo tanto económico. Actuar en el preciso momento contra la gran empresa Volkswagen "habría puesto en peligro millones en inversiones" y puestos de trabajo, como ya se está argumentando. Hay una balanza: en un lado la salud de los ciudadanos europeos y en el otro los puestos de trabajos, los votos y el dinero y el crecimiento de hoy (más y más crecimiento, solo económico). Es triste que lo segundo gane siempre por goleada. Lo peor es que si se prohibiese la circulación en las grandes ciudades, por poner un ejemplo de medida para limpiar el aire, ganaríamos todos en salud, que no en dinero. Y es que últimamente no recordamos que lo primero es más necesario que lo segundo.