Tolerancia excesiva con las cloacas del Estado

En este país vivimos una situación social en la que ya nada nos sorprende, por muy escandaloso que sea.

Me refiero a la tremenda corrupción enquistada que tiene el PP, y  la jeta de la que se vale para generalizarla como algo que el tiempo ha de diluir. Mientras, la oposición va lentísima en impedirlo y evitar que Rajoy siga gobernando como si tal cosa.

Vemos que Sánchez mueve ficha con Iglesias y Garzón (sin contar con el 'imposible Rivera') para sumar para la moción de censura que dé de lleno en esa pasividad profesional de Rajoy, aprovechado de un electorado miedoso que teme el cambio que millones de españoles tanto necesitamos.

Demasiados titubeos para una alternancia en Moncloa. Mientras el PP, con el ejecutivo de Rajoy, sigue moviéndose en el poder atribuyéndose una mejora económica proviniente de los mercados internacionales.

Nos afecta a la sociedad su desparpajo en anunciar la renuncia a los 60.000 millones de la banca, que ya da definitivamente perdidos y que todos pagaremos, aunque De Guindos nos diga que de Bankia algo se recuperará.

La amnistía fiscal de Montoro, otro tanto de lo mismo porque de lo que se calculó que Hacienda recuperaría de los defraudadores, solo ha sido una cuarta parte. Lo demás ha quedado "perdonado" a cuenta del erario, que somos todos.

Y Bárcenas, según Rajoy, sigue siendo fuerte después de prisión con comparecencias en la Audien-cia Nacional y silencios, ahora plenamente significativos de su pacto con su PP.

Lo de Villarejo, lo que vimos todos en 'Salvados', mi opinión da miedo. Y lo que aún no sabemos de las cloacas del Estado, que a buen seguro no tendrá desperdicio.