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Renunciar al embarazo para poder trabajar

Una mujer embarazada muestra su vientre.

Una mujer embarazada muestra su vientre. / ARCHIVO

Luisa Vicente Santiago

La servidumbre del útero es la esclavitud oculta más extendida de nuestro tiempo. Se está ejerciendo con mujeres que buscan un trabajo desesperadamente para mantener a sus familias. Infinidad de mujeres en edad de procrear se ven obligadas a no tener hijos a cambio de obtener un contrato de trabajo precario y mal pagado. Hipotecar su útero, queda firmado mediante documento y en caso de no acceder, quedará descartada para ocupar el puesto de trabajo que solicita.

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Esta realidad hace pensar que la baja natalidad que existe en muchísimos países desarrollados no sólo obedece a la crisis, la precariedad laboral, la bajada de salarios, etc, sino a la presión que empresarios y multinacionales ejercen sobre mujeres fértiles desde hace tiempo. Una vez más evidencia, que los intereses económicos, prevalecen frente al derecho natural de toda mujer.

Me pregunto qué diferencia existe entre España, Corea del Norte y los países del Asia y África, donde someten a las mujeres a matrimonios forzados, oblaciones y crueles sometimientos.

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