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Esperanza en la actuación Pedro Sánchez

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la primera reunión de la nueva ejecutiva del partido.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la primera reunión de la nueva ejecutiva del partido. / EFE / EMILIO NARANJO

Malacostumbrada anda la derecha del capital en las últimas décadas. Se quiera o no reconocer, la caída del muro de Berlín, con la consiguiente transformación de los países de detrás del telón de acero y la caída de la Unión Soviética, restó referentes a la causa socialista. Aun así, el socialismo europeo no estaba tocado de muerte. Con el paso de los años, el giro hacia el capitalismo de partido de China y la expectante transición cubana han sido una estocada mortal para unos ideales que la humanidad necesita. El vacío se ha hecho más acuciante aún con Trump en el poder de la principal potencia capitalista del planeta. En España y en otros países vemos con normalidad a políticos socialistas como consejeros delegados de multinacionales de todo tipo: eléctricas, gasísticas, petroleras e incluso financieras. Ha habido primeros ministros socialdemócratas que han recortado derechos laborales para "ajustarse al mercado". La consecuencia es una pérdida de categoría moral y social, la pérdida de la visión socialista de la unión de los pueblos del mundo, la defensa de los trabajadores y la distribución justa del capital.

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Soy uno de esos ciudadanos a los que la vuelta de Pedro Sánchez nos ha tomado por sorpresa, grata en mi caso. Si ha sido así es precisamente porque encarna unos valores que muchos relacionamos con aquellos que algunos han perdido. Se le acusa de extremista, de escorarse a la izquierda y de 'podemita' infiltrado. No hay que olvidar que su partido se llama socialista. Debe hacer valer dicho nombre y comportarse como tal. La derecha, malacostumbrada a que los dirigentes socialistas de las últimas décadas se comportasen más como infiltrados en el partido, no sale de su asombro ante un hombre que se comporta y defiende lo que el socialismo debe representar. ¿Giro indebido? Más bien necesario. Más bien es lo que jamás debieron dejar de defender los socialistas. 

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