PAU 2025

Choque entre profesores y Educació por la eliminación de las lecturas obligatorias de la selectividad

La conselleria argumenta que la decisión busca fomentar la lectura y se adapta al aprendizaje por competencias

Colectivos docentes alertan de que la supresión hace peligrar la transmisión de la literatura y reclaman "contenidos mínimos" para no generar "desigualdades" entre centros

La selectividad eliminará las lecturas obligatorias en Catalán y en Castellano a partir de 2025

Alumnado haciendo la selectividad el curso pasado, el 7 de junio del 2023 en la Pompeu Fabra.

Alumnado haciendo la selectividad el curso pasado, el 7 de junio del 2023 en la Pompeu Fabra. / ZOWY VOETEN

Helena López

Helena López

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El Departament d'Educació ha salido al paso este jueves del aluvión de críticas, sobre todo por parte del profesorado, que ha recibido la decisión de eliminar, a partir del próximo curso, las lecturas obligatorias de Literatura Catalana y Castellana en los exámenes de la selectividad. Para calmar las aguas ante la tormenta docente –quienes han criticado que ese cambio pone en peligro la transmisión literaria y crea desigualdades entre los centros por su falta de concreción–, la propia consellera Anna Simó ha explicado en un hilo de tuits este jueves que, en lugar de haber lecturas concretas, "se trasladará a las direcciones unas listas más amplias de obras" y serán los claustros quienes tendrán que escoger "un mínimo de dos títulos". Sea como sea, lo que sí es cierto es que, a partir del próximo curso, no habrá preguntas concretas en la selectividad sobre los libros obligatorios, como ocurría hasta ahora, sino que se contestará a temas literarios más amplios.

Simó asegura ahora que se trasladará a las direcciones unas listas "más amplia de obras" y serán los claustros quienes escogerán "un mínimo de dos títulos"

"Los centros tendrán autonomía para seleccionar las obras o para realizar nuevos itinerarios. Por tanto, las lecturas obligatorias no desaparecen, pasarán a ser escogidas desde los centros", ha aclarado Simó, haciendo pedagogía de la decisión. Pese a ello, en el documento enviado a las direcciones este mismo martes la indicación era clara: "Ya no habrá lecturas obligatorias". Cabe decir que esa lista ampliada no ha salido a escena hasta dos días después, con la tormenta ya arreciando.

Orientaciones

Para rebajar el desconcierto docente, la consellera también ha explicado que las direcciones recibirán "orientaciones sobre cómo trabajar las lecturas antes de acabar este curso". "Actualmente, ya se han publicado ejemplos de exámenes con rúbricas de corrección y una guía que explica cómo trabajar las lecturas en Bachillerato, con ejemplos de itinerarios y actividades de aprendizaje", ha proseguido la consellera.

Este diario, no obstante, habló ayer miércoles con varios docentes que lamentaban precisamente no haber recibido esa información. Unas indicaciones que, desde luego, no aparecían en el documento sobre las nuevas PAU pactado entre Universitats y Educació enviado a los centros, en el que sí se especificaban las lecturas de la materia de modalidad de Literatura (materia optativa).

Más allá de las puntualizaciones de la consellera –que han encendido todavía más al profesorado, que no entiende que un día se diga una cosa vía comunicado oficial y al siguiente se enreden en justificaciones–, en una entrevista en Catalunya Ràdio, el secretario de Transformació Educativa, Ignasi García Plata, ha insistido en que el cambio persigue alentar que "los jóvenes tengan una actitud favorable" hacia la literatura y se fomente el análisis y la enseñanza por competencias. El objetivo, ha añadido el secretario, es que los alumnos relacionen géneros, tópicos y autores con otras manifestaciones artísticas, y no que lleguen a un libro, o a su resumen, solo para responder a unas preguntas que comprueben si se lo han leído.

García Plata ha subrayado que esta decisión es el resultado de los nuevos currículums, más competenciales. El objetivo, ha insistido, es que los estudiantes relacionen la literatura con otras artes y que sea "atractiva" para tener "más alumnos lectores". Con las lecturas obligatorias para la selectividad, lo que ocurría, según su análisis, era que había alumnos que leían un resumen para contestar a preguntas orientadas a comprobar si se había hecho la lectura y no si se había entendido.

Nueva selectividad

El secretario ha asegurado que en las clases se continuarán poniendo textos de autores clásicos, como Mercè Rodoreda o Salvador Espriu, pero ha insistido en que lo importante no debe ser "forzar" a leer a Espriu, sino "motivar" al alumno para que quiera leerlo.

En cuanto a los nuevos modelos de examen de las PAU, que se aplicarán a la convocatoria del próximo año, García Plata ha reconocido que todavía no los tienen, pero que se está trabajando conjuntamente con el Departament de Recerca i Universitats.

De Monzó a Solà

Tras saberse que el próximo curso decaerían las lecturas obligatorias de la asignatura troncal (no específica), los docentes han salido en tromba a cuestionar una medida que, a sus ojos, acaba con los referentes compartidos y deja el temario "demasiado abierto" y a criterio del profesor. Una lectura que no ha cambiado este jueves tras las explicaciones de la plana mayor de la conselleria.

En este sentido, los grupos de docentes Colectivo Pere IV y Docents Cat y el sindicato Ustec, mayoritario en la escuela pública catalana, han alertado de que suprimir las lecturas de referencia hace peligrar la transmisión de la literatura catalana y lamentan que Educació "siga adelante y no escuche a la comunidad educativa". Frente a las "dudas e incertidumbres" por el nuevo modelo, porque "no hay instrucciones claras" de cómo prepararlo, las organizaciones reclaman unos "contenidos mínimos" para no generar "diferencias y desigualdades" entre centros.

De hecho, el documento de orientaciones al que se refiere el Departament son eso, orientaciones (y es un documento que circula desde julio del año pasado, pero que no se adjuntó al polémico correo del martes con las indicaciones de la nueva prueba). El texto –que los docentes insistían el miércoles que no se les había hecho llegar– es bastante vago: hace referencia, literalmente, a "alguna obra de las últimas generaciones de narradores como, por ejemplo, Irene Solà, 'Canto jo i la muntanya balla'; Núria Bendicho, 'Terres mortes'…", justo después de apuntar hacia 'Olivetti, Moulinex, Chaffoteaux et Maury', de Quim Monzó como ejemplos de narrativa en Catalán. Entre los referentes de poesía en castellano, se mencionan nombres como Rosalía de Castro y Gloria Fuertes.