Anna Simó asume Educació con el desafío de volver a tejer consensos con la comunidad educativa

Anna Simó (Els Alamús, Segrià, 1968) asume desde este lunes el Departament d'Educació con el desafío evidente de retejer complicidades con la comunidad educativa, dinamitadas durante los dos años que Josep Gonzàlez-Cambray ha estado al frente de la 'conselleria' (2021-2023). Reto no menor, aunque Simó tiene a su favor haber presidido el Consell Escolar de Catalunya entre 2018 y 2021 y conocer bien a sus actores. También le ayudará sin duda contar con un carácter más dialogante, algo que la tensada comunidad educativa ha echado en falta en los últimos tiempos.

Más allá de rehacer puentes, la nueva 'consellera' deberá abordar asuntos urgentes (y pendientes) como el despliegue del decreto de la escuela inclusiva, la mejora de los malos resultados de las competencias básicas y la comprensión lectora, el impacto de la digitalización en los centros o la tocada salud mental de los adolescentes.

Diputada durante cuatro legislaturas

Política de dilatada trayectoria, Simó es militante de ERC desde 1990 y fue 'consellera' de Benestar i Familia (2003-2006) en el Tripartito presidido por Pasqual Maragall. Diputada del Parlament de Catalunya durante cuatro legislaturas (del 2006 al 2018), ha jugado todos los roles: fue portavoz del grupo parlamentario de ERC, vicepresidenta primera de la Mesa del Parlament y, posteriormente, secretaria primera. El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) le condenó el 31 de mayo pasado a cuatro meses de inhabilitación por presunta desobediencia por haber permitido, desde la Mesa, la tramitación de la Llei del Referèndum, entre otras. La Fiscalía Superior de Catalunya ha anunciado que presentará un recurso de casación ante el Tribunal Supremo por posible infracción de ley contra la sentencia, que también condenaba a Lluís Corominas, Ramona Barrufet y Lluís Guinó. El tribunal dejó la puerta abierta a que los cuatro meses de inhabilitación estén ya cumplidos.

Impulso del catalán

Licenciada en Filologia Catalana por la Universitat de Barcelona (1986-1991) y postgraduada en Planificación Lingüística por la UB (1991-1992), antes de entrar hace ya dos décadas en Parlament, Simó trabajó en la Xarxa Cultural (1986-1990) y en el Consorci per a la Normalització Lingüística (1990-2003) con diversas responsabilidades, la última como responsable del distrito de Sant Martí en el Centro de Normalización Lingüística de Barcelona. El impulso del catalán en los colegios e institutos fue, de hecho, una de las apuestas estratégicas de Cambray, y, según ha explicado el 'president' Pere Aragonès esta mañana, su relevo pretende "que los cambios que se han llevado a cabo se consoliden" (y ha puesto como ejemplo la introducción de la gratuidad del P-2 en las escuela de pequeña infancia públicas).

Los sindicatos celebran la destitución de Cambray, que tantas veces habían exigido, y piden a Simó que revierta "la situación actual de confrontación total con la comunidad educativa". "Que demuestre su buen talante político y negociador; se ha visto claramente que el modelo de 'imposición transformadora' de Gonzàlez- Cambray no ha funcionado", concluye el profesor y sindicalista Jesús Martín, responsable en Catalunya de la Formació Professional de la UGT. "Celebramos el relevo de Cambray, que para nosotros ha sido el peor 'conseller' de la historia -afirma Iolanda Segura, de la USTEC, sindicato mayoritario-. Por tanto esperamos que la nueva 'consellera' impulse una nueva hoja de ruta y que permita abordar desde el diálogo todas las medidas nos ha impuesto la anterior 'conselleria'".