Día Internacional Contra la Xenofobia

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Manifestación contra el racismo en Barcelona.

Manifestación contra el racismo en Barcelona. / JOSEP GARCÍA

Elisenda Colell

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Niños que son discriminados por sus profesores o sus compañeros de clase por su origen sin que nada pase. Enfermos que no son atendidos en la sanidad pública porque vienen de otro país y no tienen tarjeta sanitaria. O familias migrantes que no logran empadronarse en su municipio a pesar de que la ley lo permite. Estas son algunos de los 130 casos que se han denunciado en 2023 ante Sos Racisme en Catalunya, entidad que ha presentado este jueves, Día Internacional contra la Xenofobia y el Racismo, su estudio anual. Por primera vez, el acceso a los derechos sociales es el primer motivo de discriminación, según los datos de esta entidad, que critica a las instituciones penales por no ayudar a las víctimas a dar el paso de denunciar judicialmente. La entidad también ha denunciado el simulacro de atentado terrorista que realizaron los Mossos d'Esquadra en la estación de Sants.

En 2023, Sos Racisme ha atendido a 65 personas que no han podido acceder a sus derechos sociales por motivos de discriminación racista: según la entidad, conforman el 22% del total de denuncias recibidas este año. "Es un ámbito discriminatorio que detectamos cada año, pero es la primera vez pasa a ser el principal motivo", ha explicado Paula Rossi, psicóloga y trabajadora del Servicio de Atención y Denuncia (SAiD) de SOS Racisme. "Es especialmente grave porque se impide y altera el desarrollo de las personas, que no debería ocurrir si se cumple la normativa", lamenta Rossi.

"Hemos tenido casos bastante graves, como la dificultad de dar de alta a menores oncológicos extranjeros, la petición de Salut de vigilar a los pacientes extranjeros si tenían un diagnóstico previo o la negativa de atender a una persona en un hospital por sospechas de empadronamiento fraudulento cuando ellos no son el órgano competente...", ha descrito Rossi. "También hemos detectado comportamientos racistas en la escuela o en 'esplais', entre niños, por parte de profesores o del propio centro educativo", ha seguido la coordinadora del SAiD. Además, también se contabilizan casos de racismo inmobiliario y discriminación en los centros de menores del Govern.

La resolución: volver con alguien blanco

Ninguno de estos casos ha terminado en denuncia penal, aunque algunos se han trasladado a la Oficina per la No Discriminació de la Generalitat. "Lamentablemente, la mayoría de estos casos se resuelven cuando una persona blanca les acompaña o les explicamos la ley que están incumpliendo negando esta atención social", sigue Rossi. Otros se gestionan con procesos de mediación en los que las personas afectadas cuentan a los superiores de sus agresores lo ocurrido. "El problema es la impunidad", se queja la psicóloga, consciente de que la mayoría de afectados no se atreven a dar el paso. Pone de ejemplo el racismo inmobiliario. "Cada año tenemos menos denuncias, no porque los casos no ocurran, sino por la frustración: se exigen muchas pruebas para poderlo demostrar", lamenta Rossi.

El racismo policial es el segundo motivo de discriminación racial en Catalunya según este informe, el cual representa el 18% de las denuncias y 58 situaciones identificadas. "Tardé medio año para atreverme a hacer la denuncia de lo que viví, por el miedo y la ansiedad de lo que supuso", ha explicado la actriz y cantante Kathy Sey. En su caso, se trata de un incidente con la Guardia Urbana que ocurrió el 17 de octubre de 2022 y que no ha querido detallar. Sí ha subrayado que, a diferencia de la Oficina per la No Discriminació del Ayuntamiento de Barcelona, el servicio de Sos Racismo estuvo siempre a su lado.

"La administración me demostró que no entiende la dificultad que supone hacer una denuncia por cuestiones racistas", ha seguido Sey, que ha calificado el proceso de "largo y doloroso". Ha denunciado que su caso fue archivado porque se dio por válida la versión de los agentes, pero que además le cobraron y embargaron las cuentas por una multa injusta que ha logrado anular. "Mucha gente no puede invertir su tiempo para llegar a reparar estos derechos. Yo, sin el acompañamiento de Sos Racisme, me habría rendido", ha seguido la actriz.

Simulacro terrorista

En el resto de ámbitos destacan las agresiones y discriminaciones entre particulares (19%), mayoritariamente ejercidas por vecinos, la discriminación en los servicios privados (12%) o los discursos de odio (11%), que han crecido un 100% respecto al año anterior. "En este ámbito hay artículos periodísticos, propaganda política, contenidos culturales o incluso el simulacro de atentado terrorista que se llevó a cabo en la estación de Sants". Dos de ellos, como el simulacro de atentado, han sido remitidos a la Oficina per la No Discriminació de la Generalitat porque, según la entidad, victimizaba a las personas magrebís con mensajes racistas e islamófobos. Cuatro casos más han llegado hasta Fiscalía.

El problema es que solo el 18% de las personas que se han dirigido a la entidad para denunciar racismo han querido llevar el caso a los tribunales. Son menos que el año anterior, ya que entonces suponían el 25%. "Los juzgados no son espacios de reparación: son fuente de revictimización para las violencias racistas. Hay gente que lleva siete o diez años esperando. El juicio tarda demasiado y hay personas que no pueden detener su vida tanto tiempo", se ha quejado Rossi.

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