Crisis hídrica en Catalunya

Xavier Amores: "En muchos municipios se paga menos de un euro por consumir mil litros de agua"

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Xavier Amores, director del Catalan Water Partnership

Xavier Amores, director del Catalan Water Partnership / ANIOL RESCLOSA

Oriol Puig Tomàs

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Xavier Amores preside el Consejo para el Uso Sostenible del Agua, un órgano asesor de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) donde coinciden administraciones, ecologistas, organizaciones agrarias, asociaciones de vecinos, el sector industrial y el turístico. Además, es director del Catalan Water Partnership, un clúster para el usos sostenible del agua. Con él ha hablado Diari de Girona, medio del grupo Prensa IBérica, sobre la sequía que sufre Catalunya.

A medida que la sequía se ha ido agravando, el nivel de conflictividad entre los distintos miembros del consejo ha aumentado?

Ahora hace un año que presido el consejo y creo que uno de los principales valores es que todos los sectores pueden empatizar más fácilmente con las problemáticas de los demás cuando dialogan en un mismo espacio. Las posiciones maximalistas, de los que pueden pensar que en su sector no deberían afectarles las restricciones o de los que sólo priorizan el recurso desde una perspectiva ambiental, pierden fuerza cuando escuchas a los que están sufriendo esta crisis en primera persona al otro lado de la mesa. Me gustaría pensar que de la última gran sequía de hace 15 años hemos aprendido algo. Los partidos políticos y los legítimos intereses sectoriales o territoriales deben ser capaces de trabajar en grandes acuerdos a corto y medio plazo con las administraciones.

¿Pagamos el agua a un precio casi regalado y debería subirse, como defiende el director de la ACA?

Es obvio que ahora mismo producir agua desalada o regenerada tiene un coste mayor que cuando hay abundancia de agua, por tanto es imprescindible hacer frente a este incremento. Pero es que además, cuando se realizan estudios de precio del agua doméstica en Europa, España aparece siempre en una posición muy baja, que contrasta al ser uno de los países con mayor estrés hídrico del continente. Incluso relativizando este precio en relación con el coste de la vida, todavía bajamos más en este ranking. No tiene sentido. Asimismo somos uno de los países donde hay mayor variabilidad de precio entre municipios, a veces justificadamente porque el coste de obtener el recurso no es igual en todas partes, pero en otras no. En Catalunya tenemos muchos municipios en los que se paga menos de un euro por consumir mil litros de agua.

"España es uno de los países con más estrés hídrico de Europa y con el agua más barata"

¿Nos falta una mejor planificación de los recursos hídricos?

Normalmente planificamos pensando en la última gran sequía y en un escenario que se considere probable. Con los recursos actuales de uso de agua regenerada del Llobregat, de las desaladoras y del resto de actuaciones previstas en el plan de sequía podríamos haber respondido a una sequía como la del 2008. El problema es que ahora tenemos la peor sequía meteorológica en décadas, con más de tres años de carencia de lluvia y un incremento de temperaturas como el que hemos sufrido. En la Catalunya poscrisis económica y con una ACA en quiebra y endeudada, decidimos colectivamente que su primer objetivo era devolver la deuda y no invertir. Como país, y con un acuerdo de todos los partidos, habríamos podido decidir hacer una aportación presupuestaria para equilibrar esa situación, incrementar tarifas y realizar las inversiones que nos habrían permitido estar mejor preparados. En Singapur, uno de los países con menor disponibilidad de agua, hay una planificación hasta el año 2060 de todas las inversiones que deben realizar y un compromiso de todo el país por el agua: sectores económicos, ciudadanos y fuerzas políticas. El agua en nuestro país requiere un gran acuerdo a largo plazo.

Gran parte del agua se pierde por el mal estado de las canalizaciones. ¿Considera que ha habido desidia por parte de muchas administraciones para invertir en la red?

Probablemente el agua da pocos votos, y sólo está presente en el debate cuando no hay. Es una infraestructura que no vemos, a diferencia de otras muchas actuaciones de las administraciones. Hay ayuntamientos que carecen de tasa de alcantarillado, otros con precios demasiado bajos que no permiten una reposición de tuberías suficiente o contratos a corto plazo donde la principal variable es el precio. Ahora bien, también tenemos ayuntamientos que son un muy buen ejemplo. Vic digitalizó la red antes que nadie, tiene altísimos rendimientos y es un caso de éxito. Barcelona y el área metropolitana tienen sólo un 6% de fugas y es un referente internacional, donde se está impulsando un proyecto pionero de reutilización indirecta de agua potable en el río Llobregat, clave para abastecer a la ciudad. Hay muchas poblaciones catalanas que ya se encontraban muy por debajo de los 200 litros/día/habitante antes de que se nos pidiera por emergencia como son Mataró, Manresa o Barcelona.

Desde las empresas del sector del agua, ¿ha cuantificado las inversiones que serían necesarias?

Como clúster del agua trabajamos más en clave de I+D, innovación, de cooperación con los sectores para ahorrar agua y ayudar en un uso más sostenible del agua o internacionalizar las empresas del sector, y no tanto en clave de estudiar qué inversiones son necesarias. Sin embargo, en Catalunya la mitad de la red tiene más de 30 años, y con tasas de renovación anual de tuberías de menos del 1% se supera la vida útil en muchos casos. La asociación en España de empresas de abastecimiento realizó un estudio donde cuantificaban que las inversiones anuales en infraestructuras de agua no alcanzaban el 50% de lo necesario, y en algunos periodos había sido menos del 70% de lo necesario. La cifra en Catalunya era de un déficit de inversiones de más de 500 millones de euros. Hay que añadir las inversiones en digitalización, puesto que si bien la telelectura y la gestión de datos nos pueden ayudar mucho a identificar fugas, también necesitan inversiones. Todo esto debe poder pagarse con la tarifa del agua.

Uno de los motores económicos, el turismo, afrontará un verano difícil con las restricciones actuales.

Será una temporada difícil. La primavera es nuestra principal ventana para cierta recuperación, pero creo que debemos hacernos a la idea de que es más recurrente y probable que lo que hoy sufrimos pase más a menudo. Nadie sabe decir cuánto durará la sequía meteorológica actual. El agua se ha considerado durante años como un recurso infinito y barato, y sin querer generalizar porque existen excepciones notables, muchas empresas de todos los sectores no la encontraban una inversión atractiva o con un buen retorno económico. Ahora bien, hoy la mayoría saben que es un factor clave para su competitividad.

"Los sectores económicos deben hacerse a la idea que que las sequías serán recurrentes"

En un pasado reciente, nos habían contado un proyecto europeo para reducir el consumo en municipios turísticos.

Llevamos tres años con el WAT'SaveReuse, un proyecto conjunto con las Islas Baleares y Occitania donde hemos hecho guías técnicas para ayudar a ahorrar y reutilizar agua en el sector y campañas para los turistas, que en muchos casos no tienen ni idea de que vienen a un país que está sufriendo una sequía extrema por lo que es necesario concienciar. La Dirección General de Turismo ha publicado las bases para unas ayudas de más de 12 millones de euros que permitirán financiar inversiones para ahorrar agua. Algo que es muy usual en la energía, los incentivos, comienzan a llegar al agua.

"Debemos ser mucho más eficientes en el uso del agua en cualquier actividad económica"

Las comarcas de Girona tienen una densidad elevada de campos de golf e industrias cárnicas, dos actividades intensivas en el uso de agua y que a menudo no tienen demasiada buena imagen.

Cualquier actividad económica tiene impacto en el agua, en ocasiones directa en el proceso productivo, en el regadío o en la cantidad de agua que contiene el producto, y otras en forma de huella hídrica. En todo lo que consumimos, comemos, en la ropa con la que nos vestimos, en los gimnasios donde practicamos deporte, en los turistas que nos visitan o en la industria y los servicios en los que trabajamos. En todos hay un impacto. Podemos decidir no verlo o sólo señalar a unos cuantos porque no nos gustan. Personalmente no comparto la idea de que unas actividades son por definición negativas y en otras sólo vemos la parte positiva. Los campos de golf están obligados al uso de agua regenerada. De hecho, hace unos años, éstos y la petroquímica de Tarragona eran los principales usuarios privados del agua que arrojábamos al mar. Cuando producimos carne, fabricamos un producto químico, farmacéutico, un coche o papel consumimos gran cantidad de agua. ¿Quiere esto decir que debemos externalizar toda nuestra actividad productiva por falta de agua? Sería un sinsentido y sólo nos llevaría a un empobrecimiento generalizado. Ahora bien, debemos ser mucho más eficientes en el uso del recurso en cualquier actividad económica y medir sus externalidades, estableciendo un precio o una compensación y siendo exigentes como consumidores y ciudadanos.

Los agricultores alertan de una situación dramática y se sienten criminalizados porque se les acusa de realizar un consumo muy elevado de agua. ¿Qué parte del consumo de agua es atribuible al riego agrario?

Depende de las cuencas. El consumo global de agua es principalmente agrícola, como ocurre en todo el mundo. En el caso de las cuencas catalanas del Ebro, el regadío supone más del 90%, mientras que en las cuencas internas, que son ahora las afectadas principalmente por la sequía, es aproximadamente un 30%. Por tanto debemos hacer un trabajo colectivo al gestionar la demanda y acelerar inversiones y trámites administrativos para producir recursos alternativos vía agua regenerada, desalada, agua freática o con nuevos pozos para hacer frente a la falta de lluvias. Hay que reconocer que parte del sector ha realizado la transición hacia cultivos menos intensivos en uso de agua, y llevan meses sufriendo restricciones.

En el clúster del agua (Catalan Water Partnership) hay empresas privadas pero también entes públicos. ¿En el ámbito del agua hay margen para incrementar la colaboración público-privada? ¿Cómo podría mejorarse?

Creo que esta colaboración ha sido buena en el pasado y debe seguir ayudándonos para hacer frente a este reto. A veces hemos puesto demasiado énfasis en debates que no iban a la raíz de lo realmente relevante: la adaptación al cambio climático, la sequía, la planificación a largo plazo de las infraestructuras o la inversión digital, y en estos debates no es muy importante la titularidad de un servicio. A mí me gusta hablar de buena gestión, de los buenos profesionales que existen en el sector del agua, de los proyectos innovadores que se han hecho en el país en el sector por parte de públicos y privados. Es necesario crear mecanismos de confianza entre todos los actores, por ejemplo durante la pandemia todo el sector trabajó conjuntamente en mantener un servicio esencial o en medir la presencia de la COVID-19 en las depuradoras.

Las empresas del CWP participan en muchos proyectos de innovación. ¿Están ayudando a realizar un consumo más eficiente?

Trabajamos en dos frentes principalmente por la sequía, sensibilizar y explicar las mejores tecnologías disponibles, ya que podemos ahorrar y ser más eficientes con todo lo que ya tenemos a disposición en el mercado y realizando trabajos de forma conjunta con sectores. Y en segundo lugar, promoviendo la cooperación entre todos los actores en nuevos proyectos de I+D y de innovación que deben ser las tecnologías de mañana, validando y demostrando que funcionan a escala real. Cada año tenemos entre 20 y 30 proyectos, desde cómo utilizar la IA para reducir fugas, cálculos de huella hídrica en el sector cosmético y cómo reducirla conjuntamente con la asociación del sector, proyectos para reutilizar o disponer de datos reales de los consumos de agua en hoteles, para demostrar que podemos garantizar la calidad del agua reutilizada con un control en continuo para el sector cárnico o ayudando a las bodegas al ahorrar agua con el cluster del vino, por decir algunos ejemplos.... Creo que somos un sector que contribuye positivamente a su entorno más cercano y con una fuerte presencia internacional. Tenemos excelentes centros de investigación y tecnológicos con un buen retorno en las convocatorias más exigentes, empresas de primer nivel, que compiten en mercados muy competitivos y que los puedes encontrar en las principales ferias de Asia, EE.UU. o Europa. Cabe decir que la mayoría de clusters del agua del mundo, que somos muy pocos, se concentran en regiones o pequeños países con grandes retos del agua: Holanda, Israel, Singapur, California, Milwaukee, Daegu en Corea del Sur o el estado de Victoria en Australia por decir algunos, y Catalunya es un actor reconocido a nivel empresarial y de investigación.