Catalunya ya tiene ocho millones de habitantes: uno de cada cinco son extranjeros

Tal como habían anticipado los demógrafos, Catalunya ha alcanzado este otoño los ocho millones de habitantes, según los datos publicados este viernes por el Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat). La población catalana ha pasado, por tanto, de los seis a los ocho millones de habitantes entre 1987 y 2023 debido, sobre todo, al empuje de la inmigración.

La sociedad catalana es ahora muy diferente a la que protagonizaba el famoso eslogan de la etapa de Jordi Pujol ‘Som 6 milions’: fundamentalmente porque en la actualidad hay menos natalidad, más extranjeros y la población está más envejecida. 

Por ejemplo, desde 2018 hay más defunciones que nacimientos, con lo que, con una tasa que no llega a 1,5 hijos por mujer, “si no llegaran extranjeros, la población se pararía”, en palabras de Albert Esteve, director del Centro de Estudios Demográficos de la UAB.

Distribución territorial

El descenso de la natalidad se ve compensado por la llegada de migrantes, dado que Catalunya y, especialmente Barcelona, es un foco de atracción de primer orden. “Aunque hay zonas que pierden población mientras otras solo reciben un tipo de inmigrantes y otras acogen otros perfiles… La situación es heterogénea”, advierte Esteve.

El aumento de población se concentra en el área metropolitana de Barcelona, donde 121 de sus 125 municipios han ganado población. Asimismo, hay incrementos en la Catalunya central y amplias áreas prelitorales y costeras, tanto en las comarcas gerundenses como del Camp de Tarragona. En cambio, en las tierras de Ponent y las Terres de l'Ebre se observa un descenso poblacional. 

De esta forma, según ha detallado el Idescat, el 73% de la población se concentra en la provincia de Barcelona, mientras que en Tarragona vive el 11%, en Girona el 10% y en Lleida apenas el 6%. 

Migrantes

Durante el franquismo y a rebufo del desarrollismo, Catalunya creció casi en dos millones y medio de habitantes gracias a ciudadanos procedentes de otras partes de España. A partir de la década de los 2000, atraídos por el 'boom' de la construcción, la mayor parte de las llegadas son de extranjeros. Desde que se inició el siglo se han instalado en Catalunya más de un millón de inmigrantes, lo que sitúa a la comunidad, con un crecimiento del 3,4 por mil, por encima del promedio español y europeo. 

De esta forma, la población de origen migrante ha pasado de un marginal 1,6% (poco más de 100.000 personas) a finales de los 80 a suponer el 21% de los ciudadanos. Conforman un total de 1,65 millones de personas, la mayoría procedentes del continente europeo (el 31%), América (el 28%, que se dividen entre el 19,5% de América del Sur y el resto de América central y EEUU) y África (el 25,5%). El 14,6% restante es de Asia y Oceanía. 

España tiene casi 20.000 personas centenarias y un 6% de la población es octogenaria

Según Julio Pérez Díaz, sociólogo y científico del CSIC, las llegadas "van a seguir ocurriendo", por lo que "una política adecuada consiste en prepararse, hacer un esfuerzo de integración y evitar las ideologías racistas". Por tanto, uno de los retos inmediatos para Catalunya es, por tanto, la integración y la cohesión social, de forma que los inmigrantes actuales y futuros dispongan de trabajo, vivienda y acceso a la educación, a la sanidad y al resto de derechos ciudadanos.  

Envejecimiento

Otra de las grandes diferencias con la etapa de Pujol de finales de los años 80 es el envejecimiento poblacional. Hace casi 40 años la edad media de los catalanes era de 36,3 años y hoy se sitúa en los 43,3 años. 

La población mayor de 65 años se ha doblado desde 1987 y ya representa el 19,3 % del total, con 1.528.322 personas en este grupo etario. Además, la esperanza de vida ha pasado de los 77,2 años a 83,6 años, una progresión que va en aumento. 

Y como son las mujeres las que viven más años, el 50,8% de la población, 4.065.088 personas, son féminas, frente a 3.940.696 hombres.