Gravamen a las emisiones

1.440 euros por atracar: el Govern impone a los cruceros un impuesto menos ambicioso de lo anunciado

Las alertas de contaminación por ozono obligan al Govern a redactar un nuevo plan contra las emisiones

El Port de Barcelona multará a barcos muy contaminantes después de verano

Cruceros en el puerto de Barcelona.

Cruceros en el puerto de Barcelona. / FERRAN NADEU

Guillem Costa

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Los grandes barcos deberán pagar impuestos cada vez que atraquen en los puertos de Catalunya (sobre todo Barcelona, Palamós y Tarragona). El Govern ha presentado finalmente un compromiso que ya acumulaba dos años de retraso, exigido por la Ley del Cambio Climático, de 2017. La propuesta final es menos ambiciosa de lo que había anunciado la Generalitat años atrás y finalmente, los barcos deberán pagar únicamente una tasa de un euro por kilo de óxido de nitrogeno (NOx) y partículas en suspensión (PM10). El Govern estima que un 80% de los buques que atracan en la capital catalana estarán obligados a pagar este importe.

¿Esto, cuánta cantidad de dinero supondrá? En total, se recaudarán, cifra el Departament d'Acció Climàtica, 7,5 millones de euros al año. Cada vez que un crucero haga escala en un puerto, por ejemplo, deberá pagar de media unos 1.440 euros. Los petroleros, unos 3.000 euros. Y los buques portacontenedores, menos de 500 euros. "Trabajamos para mejorar la salud de los catalanes. Aplicábamos ya el impuesto a los coches y ahora toca gravar a los barcos. Quien contamina paga", afirma el 'conseller' David Mascort. La 'conselleria' calcula que un 50% de los barcos afectados pagarán de media 500 euros.

El Govern espera recaudar 7,5 millones de euros con el impuesto que se cobrará al 80% de los barcos que lleguen a Barcelona

Excepciones

¿Por qué finalmente el Govern ha presentado un tributo más laxo de lo que había anunciado previamente? El 'conseller' admite que han priorizado el consenso con el máximo de implicados posibles. Es por eso que el gravamen será de un euro por kilo de contaminación generada durante los próximos tres años. La idea inicial de la Generalitat era que el impuesto fuese progresivo. El primer año se debía pagar un euro. El segundo año, un euro y medio. El tercero, dos euros y medio. Y el cuarto, tres euros y medio. Sin embargo, de momento el tributo será de un euro por kilo de NOx y PM10 generados y dentro de tres años se revisará.

El 'conseller' David Mascort presenta el impuesto a los cruceros.

El 'conseller' David Mascort presenta el impuesto a los cruceros. / ACN / MARIA ALADERN

"Se trata de una cantidad pequeña que no disuadirá a ningún barco de venir a Barcelona", considera el 'conseller'. ¿Y qué sucederá si, pese a este gravamen simbólico, los barcos que atracan en Barcelona u otros puertos siguen emitiendo más de la cuenta? Mascort no descarta acabar subiendo más el impuesto para presionar al sector.

El gravamen es más suave de lo anunciado en un inicio en aras del consenso, según Mascort

En estos momentos, el proyecto de ley está ya en manos del CTESC ( Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya). Después, llegará la luz verde del Govern, y luego, el último trámite será la aprobación en el Parlament. Si todo esto ocurre antes de que acabe el año, el impuesto será una realidad en 2024.

Los primeros de España

Todos los barcos con un volumen superior a las 5.000 toneladas estarán obligados a pagar, pero los barcos que estén electrificados y por lo tanto emitan menos, no. "La idea es favorecer la transición de este tipo de embarcaciones, para que se electrifiquen", detalla Mascort. Para que esto sea posible, el puerto de Barcelona deberá acelerar su proceso de electrificación.

También estarán bonificados los viajes en ferri a las Baleares y los barcos humanitarios, que no deberán pagar el impuesto. Sí lo harán en cambio los ferris que viajan hasta Italia.

Los barcos electrificados, los ferris a Baleares y los barcos humanitarios estarán exentos

La contribución del transporte marítimo al total de las emisiones de NOx y PM10 es de casi un 20%. Es decir, una quinta parte de las emisiones generadas en el área de Barcelona las producen los barcos que atracan en el puerto. La 'conselleria' destaca que este impuesto es pionero en España, ya que no se aplica ni está previsto en ningún otro puerto del país, a parte de los de Catalunya.

Daniel Pardo, de la plataforma Stop Creuers, considera que la cantidad que se cobrará es "ridícula". "Nosotros defendemos que dejen de venir cruceros al puerto de Barcelona, ya que este impuesto no es disuasorio. Nos preocupa porque a la gente le puede parecer que la Adminsitración ya se está encargando del problema. Y no es cierto". Advierte de que las emisiones impactan de lleno en la salud pública: "Por lo tanto, el impuesto solo sería útil si se pudiera saber de cuánto tiene que ser el gravamen para evitar que una parte de los grandes barcos contaminantes atraquen aquí. "¿La salud de la población tiene un precio calculabre en impuestos?", se pregunta.