Catalunya avisa a 705.000 personas de que viven en zonas inundables: "No descartamos episodios como los de Grecia"

Llega el otoño y el riesgo de inundaciones, con la llegada de las lluvias, aumenta. Es en esta estación cuando se suelen suceder las activaciones del plan 'INUNCAT'. El Servei Meteorològic de Catalunya da por hecho que este otoño habrá epiodios de precipitaciones intensas, torrenciales y difíciles de predecir. Ante esta situación, Protección Civil ha reevaluado el riesgo de inundación fluvial y llama a la autoprotección, sobre todo, a las 705.000 personas que viven, trabajan y se desplazan por zonas rojas, según el nuevo mapa de zonas inundables por crecidas de ríos.

El Servei Meteorològic da por hecho que habrá episodios de precipitaciones intensas, torrenciales y difíciles de predecir este otoño

"Se trata de un 9% de la población. Les pedimos que sean conscientes de su situación y que se alejen de los ríos, las rieras y los pasos subterráneos. Debe aumentar la cultura de la autoprotección", asegura la directora de Protección Civil, Marta Cassany. En ese grupo de 705.000 personas en peligro (sin tener en cuenta población turística estacional), hay 110.000 habitantes que viven en lugares de riesgo muy elevado. La mayoría se concentran en el litoral norte, los Pirineos y el Montsià.

En total, la superficie inundable por crecidas de ríos es de 1.300 km². A estas zonas habría que añadir el riesgo generado por pequeños arroyos que habitualmente están secos, pero que en cualquier momento pueden bajar con fuerza, y también todo el frente marítimo, ya que las poblaciones costeras pueden sufrir inundaciones por los temporales con fuerte oleaje. En realidad, si sumamos todos los factores posibles, un 15% de superficie urbana de Catalunya está amenazada por posibles inundaciones.

Ejemplo de Libia

La directora del Servei Meteorològic de Catalunya, Sarrai Sarroca, avisa de que los episodios de lluvias torrenciales de Grecia o Libia no se pueden descartar en Catalunya: "En otoño es cuando se observan los fenómenos explosivos. Son unas lluvias localizadas y abundantes que no cambian el estado de los pantanos, pero que pueden causar daños gravos en inmuebles y personas. Hemos tomado nota de lo que ha ocurrido en el Mediterráneo y lo tenenemos en cuenta".

"Se debería revisar el urbanismo y el estado de ciertas urbanizaciones"

— Marta Cassany, directora Protección Civil

Protección Civil admite que el urbanismo de tiempos pasados ha creado un "contexto muy complicado". "Seguramente se debería revisar el urbanismo y el estado de ciertas urbanizaciones", afirma Cassany. El Govern y la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) trabajan para revisar los riesgos de inundación, paralelamente a la prevención realizada por Protección Civil.

Y según han anunciado Cassany y Sarroca, pronto cambiarán las variables a tener en cuenta en el plan de emergencia. Actualmente, se avisa a la población si la intensidad y la acumulación de lluvias es superior a 20 litros en 30 minutos o a 100 litros en 24 horas. Es muy probable que estos umbrales se modifiquen y se rebajen, en ciertas zonas, aunque todavía se está estudiando cómo hacerlo exactamente.

Personas vulnerables

Otra posibilidad que ya está sobre la mesa es que la gente reciba advertencias en el móvil, como la que se ensayó la semana pasada en el área de Barcelona, ante un peligro inminente de inundación. De esta forma, se evitaría que la gente circule por carreteras o vías de tren que sean susceptibles de sufrir cortes.  

El Govern estudia modificar los actuales umbrales de aviso por lluvia torrencial y alertar con menos cantidad de agua

A día de hoy, aproximadamente dos terceras partes de los pueblos y ciudades siguen sin tener el plan de prevención requerido: "Es un problema y deben redactarlo, nosotros les ofrecemos apoyo para que lo hagan".

"Los ríos están hechos un desastre y eso es un peligro ante las inundaciones catastróficas"

Protección Civil recuerda los casos trágicos vividos en años anteriores: "Debemos tener en mente las seis muertes por la crecida del río Francolí o las dos víctimas mortales en la Riera de Gaià". Sarroca menciona lo que sucedió en Barcelona, en 1995, con unos aguaceros que colapsaron la ciudad. "Es algo que también puede pasar en grandes metropolis", apunta.

Otro capítulo a abordar, que se debe "tener en cuenta", según la directora de Protección Civil, es el de los asentamientos precarios cercanos a los cauces de los ríos. Decenas de personas vulnerables todavía malviven en chabolas en algunos puntos especialmente peligrosos en cuanto al riesgo de inundación.