La epidemia silenciosa

Claudia, primera paciente de la unidad de salud mental infantil de Vall d'Hebron: "Solo aquí he visto que podía mejorar"

La nueva planta ha atendido a 249 menores desde su puesta en marcha el pasado abril

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Claudia fue la primera paciente de la nueva planta de hospitalización de salud mental para niños y adolescentes del Hospital Vall d'Hebron.

Claudia fue la primera paciente de la nueva planta de hospitalización de salud mental para niños y adolescentes del Hospital Vall d'Hebron. / Ángel García

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La nueva planta de hospitalización de salud mental para niños y adolescentes del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha atendido, desde su puesta en funcionamiento el pasado abril, a 249 menores. De estos, 41 han sido ingresados. La primera paciente fue Claudia, una joven de 17 años. Estuvo ingresada alrededor de un mes. Ahora, ya con el alta médica, cuenta su experiencia con motivo de la presentación oficial de este servicio, junto al 'conseller' de Salut, Manel Balcells.

"De mi experiencia como paciente de la planta, solo puedo estar agradecida", empieza. "Es un espacio muy diferente a otros en los que había estado", añade. Y es que el de abril no fue su primer ingreso. A los 15 años entró en la planta de psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu. "Estaba allí por mi anorexia. Cuando sales de un sitio así siempre piensas que estás mejor, pero con el tiempo te das cuenta de que no lo estás y recaes", describe Claudia. Tras la recaída, acabó en la nueva planta del Hospital Vall d'Hebron y por ello no puede "más que dar las gracias".

"Ha sido en este hospital donde me he dado cuenta de que podía mejorar y de que tenía fuerza para salir adelante", confiesa emocionada. Su experiencia aquí la ha inspirado, y ahora está estudiando para ser auxiliar de enfermería.

La diferencia que remarca Claudia entre esta planta y otras en las que ha estado es que en Vall d'Hebron, donde le diagnosticaron depresión mayor, dan importancia a todas las patologías. "Se centran también en la depresión y la ansiedad". También destaca los dos espacios innovadores de los que disponen todos los pacientes. "Puedes acudir al 'espai blau' cuando estas muy atacado o con mucha ansiedad. Siempre funciona, te transmite mucha calma, te ponen las luces que tu quieras y funciona". "La sala de inmersión es muy guay", confiesa entre risas. "Si estás muy nervioso, o más triste o apagado, o sientes que estás solo... Pides permiso para ir a la sala, siempre te dicen que sí, y es un espacio muy acogedor que siempre me ha ayudado", añade.

El perfil: chica de 15 años y autolesiones

Cada paciente ingresa en una unidad de salud mental por motivos diferentes y con necesidades diversas. Varía también la duración del ingreso. La estancia media en la planta es de 10 días. De los 41 ingresados hasta ahora en Vall d'Hebron, el paciente más pequeño ha sido una niña de 9 años. Aunque en las urgencias psiquiátricas llegaron a atender a un niño de 4 años.

La edad media, sin embargo, se sitúa entre los 14 y 18 años. "El perfil más común es el de una chica de 15 años con algún tipo de conducta autolesiva o suicida", explica el jefe del servicio de Psiquiatría del hospital, Josep Antoni Ramos-Quiroga. Pero también hay otros perfiles. En los primeros meses de funcionamiento, la unidad ha atendido casos de trastorno bipolar, adicciones a las redes sociales, trastornos de la conducta alimentaria (TCA), trastornos de neurodesarrollo, como autismo y TDAH, o trastornos psicóticos.

Marc Ferrer, jefe de hospitalización del Servicio de Psiquiatría, subraya que la mitad de los trastornos de salud mental empiezan durante la adolescencia. "La mayoría de casos que atendemos son conductas autolesivas e intentos de suicidio. Es una tendencia al alza", advierte. Entre 2015 y 2017, las autolesiones representaban el 20,4% de los ingresos atendidos en las urgencias de psiquiatría pediátrica. Entre 2017 y 2021, esa cifra creció hasta suponer el 70% de los ingresos y en estos momentos las autolesiones ya son el 75% de los ingresos.