Crisis climática

Los supermercados de Catalunya tendrán fruta local pese a la sequía: "No buscamos proveedores alternativos"

"Los grandes perdedores no serán los consumidores, sino los agricultores y ganaderos", advierte el sector

Sequía

Sequía / ACN / Albert Segura

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La sequía tendrá un impacto desigual en la cesta de la compra de productos locales, aunque el consumidor puede notar ciertos aumentos de precio y una menor disponibilidad de producción kilómetro 0, según las previsiones de agricultores y distribuidores. De hecho, prevén que la campaña de fruta de este año sea, sin embargo, mejor que la del año pasado, la peor en 40 años por culpa de las heladas. "No buscamos proveedores alternativos", explica el secretario general del Consejo de Empresas Distribuidoras de Alimentación de Catalunya (CEDAC), Roger Gaspa. Catalunya es una potencia agroalimentaria, y de hecho, sólo el 10 % de la producción de fruta es para consumo local, así que Gaspa descarta el desabastecimiento.

El sindicato ASAJA prevé que el efecto de la sequía en los cultivos tenga un impacto mínimo para el consumidor, si bien se notará con un bajón de productos de proximidad en las estanterías y, ligeramente, en los precios. "Nos encontramos en una situación catastrófica. Donde se ha podido regar, las cosechas se salvarán, pero de forma escasa. Calculamos que un 70% del cereal está perdido, al ser un cultivo de invierno", detalla la presidenta de ASAJA, Rosa Pruna.

En este sentido, destaca que las plantas de regeneración de agua han permitido abastecer algunos campos de zonas como el Vallès Oriental, mientras que aquellos que carecían de la conexión hídrica hecha han visto cómo se perdía la cosecha.

Y es que en el caso del trigo y la cebada, que se planta alrededor de noviembre, las lluvias llegan tarde. El agua de este mayo debería haber caído en abril, por lo que los agricultores que sembraron cuando tocaba han visto cómo su cosecha moría. Ahora, además, la lluvia está haciendo crecer malas hierbas, propiciando la proliferación de hongos.

"Los grandes perdedores no serán los consumidores, sino los agricultores y ganaderos", advierte Roser Pruna, de ASAJA, que prevé que se importen productos de otros países, como el grano de Ucrania.

En zonas como el Pla d'Urgell la situación también es "catastrófica" y aunque es temprano para prever qué pasará con manzanas y peras, está claro que en el mercado habrá menos melocotones y nectarinas y que serán más caros. Las lluvias de los últimos días pueden ser clave.

Menos melocotones y nectarinas, y más caros

El director de Afrucat, Manel Simon, prevé menos producción que otros años porque el canal de Urgell se ha cerrado y las fincas frutales que se abastecen del canal Catalunya-Aragó, en el Baix Segre, cuentan con restricciones de agua del 50%.

Además, ante la incertidumbre y el "miedo" de la falta de agua, los campesinos del Segrià han hecho este año un aclareo "mucho más intenso" que otros años, explica Simon, es decir, han dejado menos frutos en los árboles porque les que queden puedan alcanzar el tamaño mínimo necesario para su comercialización. Esto ha hecho subir los costes, porque ha sido necesario contratar más mano de obra, y Simon reconoce que este aumento "necesariamente", repercutirá en el precio final del producto.

"Esto no quiere decir que el consumidor tenga que pagar más cara la fruta, sino que a lo largo de toda la cadena todos debemos apretarnos el cinturón para asumir este aumento de costes y que el precio de venta final sea sólo unos céntimos más caro", explica el director de Afrucat, que prevé que la calidad de los melocotones y nectarinas, así como las cerezas, este año será muy buena.

La manzana, la gran incógnita

En relación a las manzanas y las peras, todavía es pronto para hacer una previsión de cómo irá la campaña a Ponent, ya que no comienza hasta finales de julio. En cualquier caso, está claro que con el cierre del canal de Urgell la producción irá a la baja puesto que estos cultivos están concentrados, principalmente, en el área regable de este canal.

"Es cierto que en el Pla d'Urgell se está perdiendo el 100% de la cosecha, pero manzanas se producen en otros lugares del territorio", afirma Gaspa, quien cree que las lluvias de los últimos días "pueden hacer que la producción sea mejor de lo previsto hace unas semanas".

De hecho, los productores de las Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas de la demarcación de Girona aseguran que las lluvias han dado una tregua a las producciones.

El presidente del IGP Manzana de Girona, Jaume Armengol, explica que prevén mantener los niveles de producción que tenían otros años. El principal motivo es que llevan varios años aplicando medidas para optimizar el agua, como por ejemplo instalando el riego de gota a gota o utilizando fertilizantes orgánicos para mantener la humedad del suelo.

Sin problemas de abastecimiento

"Los supermercados, somos el 10% del destino de la producción total de nectarina, manzana, melocotón...hay mucha disponibilidad de producto porque somos un país exportador", reflexiona Gaspa. De hecho, incluso con la peor cosecha de los últimos 40 años, el pasado año, hubo "fruta suficiente" para cubrir la demanda de la clientela.

"No hay un problema de desabastecimiento, no buscamos proveedores alternativos, y tampoco lo hicimos el año pasado", añade, remarcando que si están "preocupados" por algo es para que el hecho de contar con cosechas inferiores haga que "los mercados internacionales condicionen el precio".

Preguntado sobre los precios, Armengol también apunta que mucho hará falta de la situación a nivel internacional, y evita hacer predicciones. En cualquier caso, considera que no cambiarán demasiado respecto a los actuales, porque su producción se ha podido mantener.

Incertidumbre con los cítricos

Aún es pronto para evaluar si la cosecha de cítricos de las Terres de l'Ebre se verá seriamente comprometida por la sequía. "Dependerá de las lluvias y las restricciones en los regadíos", apunta el director de la cooperativa Soldebre de Tortosa, Pere Albacar. Aparte del agua de los canales, ahora limitada, algunos disponen de pozos para poder regar. De esto dependerán los calibres y las posibles pérdidas.

Tras una campaña con producción baja y precios también bajos las perspectivas para la del próximo otoño no son malas, a priori. El clima del verano, en este sentido, aclarará las dudas. La preocupación, admite Albacar, es que la falta de producción por la sequía pueda acentuar la suplantación del producto de kilómetro cero por los cítricos de importación que ya inundan el mercado nacional y derriban el precio.

El aceite ebrense, al alza

Las perspectivas tampoco son especialmente buenas en el sector del aceite de oliva. Soldebre es la principal cooperativa catalana del sector. Tras casi duplicado los precios prácticamente en un año, pasando de los 3,5 a los 6,5 euros el litro por la baja producción y la escasez, la sequía puede volver acentuar esta tendencia. Especialmente en un producto de proximidad como el aceite, con la mitad de la producción mundial procedente de España.

"No tenemos precedentes de cómo se comportará el mercado. No tenemos ningún modelo. Hay que esperar, ver qué ocurre con las lluvias y esperar a que la escalada de precios no siga porque podría provocar un frenazo en el consumo", apunta Albacar.

El vino ampurdanés, estable

En cuanto a la DO Empordà, el presidente de la Comisión Técnica del Consejo Regulador, Antoni Roig, celebra que las lluvias hayan llegado a los viñedos en el momento de la floración. Esto ha hecho que den "un respiro" a los productores y confían en que si se repite otro episodio de lluvias como el de esta semana, los viñedos estarán "dentro de la producción habitual de los últimos años". Sin embargo, Roig cree que los precios del vino no lo fijará el volumen de uvas que se coseche.