Investigación

Dos empleadas del geriátrico de Tremp con 64 muertos denuncian que hubo una castañada ilegal 20 días antes del brote de covid

Tremp  Pallars Jussa  Lleida  01-12-2020    La residencia geriatrica de Tremp (Fundacio Fiella-Sant Hospital de Tremp) ha sofert un brot important de COVID19 amb moltes defuncions      Foto  Jordi V  Pou

Tremp Pallars Jussa Lleida 01-12-2020 La residencia geriatrica de Tremp (Fundacio Fiella-Sant Hospital de Tremp) ha sofert un brot important de COVID19 amb moltes defuncions Foto Jordi V Pou / Jordi V. Pou

Elisenda Colell

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Dos trabajadoras de la residencia Fiella de Tremp han presentado dos querellas a en el juzgado de Tremp con pruebas que demostrarían que, 20 días antes del brote de covid que causó la muerte de 64 internos del geriátrico, se celebró una fiesta de Castanyada que incumplía todas las medidas sanitarias y protocolos obligatorios. El contagio estalló el 19 de noviembre de 2020 y, a partir de entonces y hasta finales de diciembre de 2020, 64 ancianos del geriátrico murieron en cadena, muchos de ellos sin ser trasladados a ningún centro hospitalario. Aquellas semanas fallecieron por coronavirus casi la mitad de residentes: el 45%. A petición de la Fiscalía de Lleida, una jueza de Tremp ya investiga a la directora del centro y a su responsable higiénico-sanitaria por un delito de homicidio imprudente y trato degradante, y otro contra la seguridad de los empleados. Las familias están desoladas: "Es escandaloso, no tienen perdón de dios", han denunciado a este diario.

La fiesta se celebró el 30 de octubre de 2020, durante la segunda ola de la pandemia, cuando las medidas anticovid impedían, por ejemplo, las reuniones de grupos de más de 6 personas y obligaban a llevar mascarilla. El 25 de octubre de 2020, el Gobierno de Pedro Sánchez había aprobado el segundo estado de alarma. En las querellas se aportan un plano del centro e imágenes de la fiesta, a las que ha tenido acceso la Agència Catalana de Notícies (ACN), en las que se ven a residentes de varias plantas mezclados y sin mascarilla en la 'sala del parqué', donde se celebró la fiesta y se prepararon 'panellets'. En las fotos aparecen usuarios de la planta de hombres (planta baja), la planta 0 (edificio nuevo), la planta 1 y la planta 2, todos juntos y en algunos momentos sin mascarilla.

Extrabajadores del centro contactados por este diario confirman que esta fiesta de celebró y dan por hecho que se incumplieron todas las medidas sanitarias existentes. Durante aquellos meses, los empleados ni estaban formados en prevención del covid, ni conocían los planes de aislamiento y sectorización que debía de cumplir el centro. "No hay ni una duda de que esta fiesta se celebró así: es totalmente cierto", explican trabajadores a este diario. En las dos querellas presentadas, según apunta ACN, se acusa a la entonces directora del geriátrico, Remei Navarri, y al Patronato de la residencia Fiella de un delito contra la seguridad en el trabajo, al considerar que pusieron en riesgo a los trabajadores -además de a los residentes - permitiendo esta fiesta e incumpliendo las medidas sanitarias.

Homicidio imprudente

Hace más de un año que la Fiscalía de Lleida acusó a Navarri, exdirectora del geriátrico, y a Maria Rosa Nabaroa, responsable higiénico-sanitaria del centro, como posibles autoras de un delito de homicidio imprudente y trato degradante, y de otro contra la seguridad en el trabajo. Ahora el caso está sobre la mesa del juzgado de Tremp, que en marzo de 2022 realizó las primeras declaraciones en sede judicial, en las que ya se destaparon importantes irregularidades. "Se demuestra una vez más que en esta residencia no se cumplían las medidas necesarias para evitar un brote y su propagación: se mezclaron residentes, no había planes de aislamiento. Esto nos ayuda a denunciar todas las negligencias y cadena de errores que venimos señalando", añade Xavier Prats, abogado de las familias cuyos padres murieron en el geriátrico.

La reacción de las familias

"Es escandaloso, no tiene perdón de Dios. Nos han engañado y mentido hasta no poder más", se queja Evaristo Saura, uno de los familiares personado en la causa judicial contra la residencia Fiella de Tremp. Su padre murió de covid en el centro sin apenas atención sanitaria a principios de diciembre. "Cuando murió no nos dijeron ni que había un brote y luego nos enteramos que ya iban por las 40 defunciones", explica. Saura, como el resto de los familiares, desconocían que se había producido tal fiesta durante la Castanyada. El encuentro fue completamente ilegal: incumplía todos los protocolos y planes de prevención epidemiológicos para los geriátricos, después de la debacle de los primeros meses de la pandemia. En aquel momento los internos debían de estar separados y con zonas de aislamiento.

Una cadena de errores

El 19 de noviembre estalló el primer positivo en el geriátrico de Tremp. Fue un trabajador. Tras él, un total de 32 empleados tuvieron que pedir la baja y dejaron de trabajar, y un 98% de los residentes terminaron infectados. Muchos de los fallecidos, además, no recibieron tratamiento sanitario ni pudieron ser trasladados a un centro hospitalario. El 28 de noviembre, la Conselleria de Salut intervino el centro. Tardaron una semana en tomar esta decisión, aunque desde el primer momento se percataron de que los protocolos no se aplicaban correctamente. En noviembre de 2021, la Generalitat sancionó a los propietarios del geriátrico, una fundación religiosa, a una multa de 30.000 euros y les inhabilitó para gestionar cualquier residencia durante cuatro años.