Inicio de curso 22-23

Vuelta al cole en Catalunya: El curso empieza con unas extraescolares "de guardería"

Profesores y familias lamentan que las actividades de tarde son un "aparcaniños con personal no cualificado" y "sin contenido pedagógico"

Cambray asegura que en las próximas semanas se evaluará cómo ha ido el adelanto del inicio escolar y se tomarán decisiones

Profesoras de primaria de la Escola Fluvià en Sant Martí, ordenan y limpian las aulas a contrarreloj para intentar tenerlo todo a punto para el inicio de curso escolar del próximo lunes.

Profesoras de primaria de la Escola Fluvià en Sant Martí, ordenan y limpian las aulas a contrarreloj para intentar tenerlo todo a punto para el inicio de curso escolar del próximo lunes. / FERRAN NADEU

Montse Baraza

Montse Baraza

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Catalunya ha empezado este lunes un curso escolar en el que deja atrás las medidas por la pandemia de coronavirus, no tendrá huelgas en septiembre tras el acuerdo entre Govern y sindicatos sobre la reducción de una hora lectiva a los docentes y sin porcentajes de lenguas en las aulas tras la aprobación del decreto que fija su inaplicación y la decisión del TSJC de rechazar medidas cautelares para impartir al menos una asignatura en castellano.

Entre este lunes y el miércoles volverán a clase un total de 1.588.733 alumnos, unos 5.000 menos que en el curso anterior. Los primeros en hacerlo, este día 5, son los aproximadamente 700.000 niños y niñas de infantil y primaria. El día 7 empezarán los de secundaria, ESO y bachillerato.

El adelanto del inicio de curso convierte este año a Catalunya en la primera comunidad autónoma en reabrir las escuelas tras el parón del verano. Los catalanes solían ser los últimos en iniciar las clases. Esto ha cambiado ahora y la intención del 'conseller', Josep Gonzàlez-Cambray, es que el cambio se quede. Este curso, la medida supondrá que durante septiembre las escuelas harán jornada intensiva (de 09.00 a 13.00), pero los niños y niñas podrán quedarse en el centro hasta las 16.30 dado que el Departament d'Educació financiará una actividad extraescolar para todos. Según la 'conselleria', esta hora de ocio se ha realizado en el 99,6% de las escuelas.

Una hora de "aparcaniños"

Las extraescolares han estado en el punto de mira de las familias, pendientes de ver si había monitores suficientes y de si las actividades eran de calidad. Algunos se han llevado un chasco porque, salvo en algunas excepciones, esa hora ha sido de juegos en el patio, supervisados por monitores que, según confirman en varios centros consultados por EL PERIÓDICO, no tienen titulación para hacer más allá de eso, juegos. "Muchos no tienen más de 18, 19 o 20 años. Debe ser este su primer trabajo", apuntaba un director de una escuela de Barcelona, que prefiere hablar de "hora de monitoraje". "Es un rato de entretenimiento. Hacer de guardería. No da para más".

Lo confirman otras direcciones. "Esta hora es más parecido a un 'casal' de verano. Los monitores no son educadores y por tanto no están preparados para dar extraescolares de más calidad. Es una hora de juegos para alargar el horario", resume otra directora consultada. Apunta que este lunes, con el calor que ha hecho --en Barcelona los termómetros han marcado los 38ºC y 39ºC-- la situación tampoco invitaba a más que a jugar.

La directora de aFFac, la principal asociación de familias de la escuela pública, Lidón Gasull, califica esta hora de tardes de "guardería". "No hay un plan de actividades, ni tienen relación con el proyecto educativo de las escuelas, ni han sido aprobadas por los consejos escolares". "Es un aparcaniños con personal no calificado", añade.

Desde Ustec, el sindicato mayoritario, Iolanda Segura, denuncia que esta situación es resultado de la "mala planificación". "No son extraescolares ni lo serán. Son una guarda y custodia de alumnado. No tienen contenido pedagógico porque el personal no está preparado para ello. Han considerado esa hora como un alargamiento de la hora de comedor", señala. "Se ha planificado mal y esta será la tónica de las tardes de septiembre", remacha Segura.

Falta de monitores

Además, hay centros en los que no había monitores suficientes. Por ejemplo, en la escuela Montseny de Breda (Selva), que ha cerrado su primera tarde con dos monitores para un centenar de niños. Lo mismo en la escuela Ruiz Amado de Castelló d'Empúries (Girona), donde solo había dos monitores para 150 alumnos. La ratio prevista es de un monitor por cada 16 niños. En la provincia de Girona, ha habido direcciones de centros que se han negado a firmar contratos con las empresas de ocio, argumentando que no quieren "incurrir en responsabilidad jurídica ante actividades que no son educativas y que no se cumplen con las garantías que establece la Ley de Educación de Catalunya".

Esta hora de ocio gratuito cuesta 12 millones de euros; ocho para la escuela pública y cuatro para la concertada. El 'conseller' Cambray ha insistido en que se trabajará para resolver las incidencias. Ha admitido que Educació no saben cuántos alumnos se quedarán en esta franja fuera del horario lectivo pero ha señalado que han trabajado con la previsión de que se puedan quedar "la gran mayoría de los niños".

Revisión del calendario

Cambray ha asegurado que en las próximas semanas el Departament evaluará cómo ha ido este inicio escolar avanzado para tomar decisiones de cara al curso que viene. Es lo que espera Segura: "El calendario del próximo curso se ha de negociar y pensar en clave pedagógica, no de conciliación. Si hay que empezar antes, pensémoslo bien y hagámoslo bien, sin tardes de pantomima". Alguno de los directores consultados por este diario se atreve a augurar lo que ocurrirá en septiembre de 2023: "Me jugaría un brazo a que esto no se repetirá. Empezaremos antes pero con mañana y tardes lectivas".

En algunos centros han echado de menos a parte --no mucho-- de su alumnado, que no ha acudido a clase porque aún estaban de vacaciones. "Hay familias que ya tenían organizadas las vacaciones en septiembre y las han mantenido", confirman desde las escuelas.

Joly sigue sin cole

Aunque en general el primer día se ha saldado sin grandes incidentes, ha habido cosas que no han estado a punto este lunes. Por ejemplo, hay alumnado todavía sin plaza asignada. Es el caso de Joly, una menor discapacitada intelectual a la que se impide matricular en un centro de educación especial. Su madre, Trini Acosta, estaba desesperada. "No sabemos nada. Nadie de Educació se ha pronunciado. ¿A qué jugamos?", dice a punto de romper a llorar.

El caso de Joly, que sufre el síndrome de Pitt-Hopkins, lo recogió hace unos días EL PERIÓDICO; con una discapacidad del 68% y un coeficiente intelectual de 25, iba hasta este curso a un colegio ordinario de Vilanova i la Geltrú (Garraf). Los médicos que la llevan consideran que la niña, de 10 años, estaría mejor atendida y evolucionaría mejor en un centro especial. La familia está de acuerdo. En el centro Aspace de Barcelona le guardan plaza, pero hasta que Educació dé el visto bueno no se puede matricular.

Obras pendientes

En la antigua Acadèmia Cultura de L'Hospitalet de Llobregat -ahora, Institut Escola Maria Miret- no han acabado las obras de adaptación de las instalaciones del alumnado de Educación Infantil. Así, los niños de 3 a 6 años volverán a clase sin salón de comedor ni aseos accesibles. En la escuela Norai de Montgat (Maresme), donde este curso ofrecen un grupo más, aún esperan el mobiliario del aula nueva.

En La Bisbal (Baix Empordà), los alumnos de infantil de la escuela Joan de Margarit han aplazado el inicio de clases hasta el día 12 porque la granizada que cayó la semana pasada ha causado daños en los edificios. Lo mismo, por motivos diferentes, ha pasado en Mollet (Vallès Oriental), donde la escuela de educación especial Can Vila ha tenido que retrasar el inicio del curso una semana porque las obras de instalación de los módulos no han acabado. "Y ni retrasando el inicio tendremos las obras acabadas. Se prevé que el primero de los dos módulos pueda estar en funcionamiento a finales de octubre", lamenta Amador Rincón, portavoz de la asociación de familias.

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