La educación en Catalunya

¿Qué ha fallado en el proceso de preinscripción de la FP en Catalunya?

Más de 20.000 jóvenes esperan asignación de plaza y no podrán empezar las clases hasta pasado el 21 de septiembre

Ajustar los plazos de solicitud y matrícula y abordar si se quiere un modelo de continuidad o profesionalización, los retos pendientes

Alumnos del Instituto Bonanova, durante unas prácticas.

Alumnos del Instituto Bonanova, durante unas prácticas. / Zowy Voeten

Montse Baraza

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Un total de 20.083 jóvenes no podrán iniciar el curso el 7 de septiembre porque se quedaron sin plaza en la preinscripción para ciclos de grado medio y superior de Formación Profesional. El Departament d'Educació les ha garantizado una plaza porque el hecho es que hay 26.652 vacantes, aunque no está claro que sea en la opción que solicitaron. El 13 de septiembre la 'conselleria' publicará la lista de centros de FP con vacantes y del 14 al 16 tendrá lugar una segunda fase de admisión. La lista final de admitidos se publicará el 21 de septiembre, fecha a partir de la cual el alumnado se podrá matricular. Habrán perdido dos semanas de clase.

El 'conseller' de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, ha admitido que el proceso de preinscripción no ha ido todo lo bien que hubiera querido y ha avanzado que se buscará un "mejor procedimiento" de cara al curso 23-24 que supondrá "cambios en los plazos". La 'conselleria' introdujo cambios para evitar lo ocurrido en 2021, cuando miles de estudiantes procedentes de 4º de la ESO se quedaron sin plaza. Para corregir esa situación, este año Educació creó 29,5 grupos de grado medio más y avanzó la preinscripción y dio prioridad a este alumnado. De estos, el 96,2% obtuvo una de las plazas solicitadas. Y de ellos, el 88,6% obtuvo la elegida en primera opción.

Hasta aquí bien. Y de hecho, ese objetivo se ha cumplido, según coinciden Montse Blanes, directora del instituto Bonanova, y Miquel Tarazona, coordinador de FP del instituto Joan d'Àustria. El problema es que ha habido distorsiones que han acabado afectando al conjunto. Un factor clave de distorsión ha sido que un 23,5% de alumnos de 4º de ESO (6.000 jóvenes) no se ha matriculado a pesar de tener plaza asignada. De estos, 1.701 han repetido curso y 1.774 se han matriculado en Bachillerato. Es decir que han bloqueado una plaza que no han usado y ello ha perjudicado a otros estudiantes que ahora están en el limbo. Otro factor es que el 50% de alumnado procedente de 4º de ESO que está esperando plaza solo habían puesto una opción en la preinscripción.

¿Qué es lo que ha fallado y qué se debería revisar cara a la preinscripción para el curso 23-24? En primer lugar, los plazos del proceso de preinscripción y el calendario. "Las plazas estaban cubiertas y asignadas, pero ha habido alumnos que no han formalizado la matrícula y ello ha comportado una cadena de retrasos", apunta Tarazona. A su juicio, acortar los plazos entre la preinscripción, que fue en marzo, y la matrícula, en julio, permitiría mejorar el proceso. "Hay demasiado tiempo entre marzo y julio. Avanzar la matrícula y que esta durase más días podría ayudar". Otra propuesta de este docente es mejorar la gestión de las listas de espera. "Ahora cada centro gestiona la suya. Quizás estaría bien que el Departament centralizara la lista de espera".

El calendario de inicio de clases tampoco ha ayudado. Para Jesús Martín, responsable de FP del sindicato UGT, Educació avanzó "erróneamente" el inicio del curso también para los ciclos formativos, que, al igual que ESO y Bachillerato empiezan clases el 7 de septiembre. "Equipararon a FP a los estudios obligatorios y al bachillerato. Es un gran error porque las variables de FP son más complejas", apunta.

Desde CCOO señalan que el proceso de preinscripción es "excesivamente complejo y poco adecuado" a las peculiaridades de la FP. Lo mismo piensa la patronal de la pequeña y mediana empresa Pimec, que opina que "no es razonable que no haya mecanismos ágiles para diseñar la oferta y la asignación de plazas".

El modelo de FP

Otro factor es que al priorizar al alumnado de 4º de ESO se perjudica al resto de aspirantes a cursar FP. "Todo el mundo tiene derecho a formarse. El derecho a la FP no se puede limitar al alumnado de continuidad", señala Martín, que se pregunta si el resto de jóvenes "tendrán que pagarse un centro concertado o privado porque no han obtenido plaza pública".

En la misma línea, desde CCOO consideran que la priorización del alumnado de continuidad "ha dejado al margen" al alumnado de segundas oportunidades y de centros de formación de adultos, así como alumnos que el año pasado cursaron 4º de ESO y no obtuvieron plaza de FP o a jóvenes que querían cambiar de ciclo o pasarse de bachillerato a un ciclo. "Ellos han sido los grandes perjudicados", coincide Blanes, que opina que el problema tiene "difícil solución". "No podemos crear tantas plazas como demanda hay", señala. Para ella la "clave" es "consensuar qué queremos de la FP, cuál es la finalidad: que sea una vía de continuidad de estudios o que sea una formación profesionalizadora. Ahora se nos pide todo. Se debería repensar el global del sistema".

Otro punto a mejorar es el proceso de orientación del alumnado, así como el guiarles en la preinscripción. De hecho, Tarazona achaca a esa falta de orientación el hecho de que el alumnado de 4º de ESO solicite plaza y luego no se matricule. "Muchos no saben lo que quieren", afirma. Y finalmente, tener clara la demanda para poder planificar la oferta. "El sistema de FPCAT tiene la estructura y puede planificar y programar la oferta adecuada de un curso a otro", señala Martín.

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