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La 'nueva' Acadèmia Cultura de L'Hospitalet, sin instalaciones adaptadas ante el inicio de curso

A 4 días de comenzar su etapa como centro público tras evitar su cierre, el centro no cuenta con salón de comedor ni aseos accesibles para niños de 3 a 6 años

En agosto, Educació comunicó que había problemas arquitectónicos graves y que Infantil debía reubicarse en el espacio que hasta ahora ocupaba Secundaria

Acadèmia Cultura de L'Hospitalet de Llobregat.

Acadèmia Cultura de L'Hospitalet de Llobregat. / ACN

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Cuando faltan cuatro días para el inicio del curso escolar, la antigua escuela concertada Acadèmia Cultura de L'Hospitalet de Llobregat -ahora, Institut Escola Maria Miret- no tiene adaptadas las instalaciones del alumnado de Educación Infantil.

El plan para salvar la escuela y ubicar a todos los niños se definió en mayo, pero este verano el Departament d'Educació comunicó a docentes y familias que P-3, P-4 y P5- deben recolocarse en las antiguas aulas de Secundaria, ubicadas en el edificio histórico.

A menos de una semana para el 5 de septiembre, no tienen salón de comedor ni aseos accesibles para niños de 3 a 6 años. La comunidad educativa trabaja a contrarreloj para terminar todas las instalaciones de la nueva etapa como centro público.

Esta semana, docentes y familias se han volcado en preparar los barracones donde estaba la Escuela Ernest Lluch, los cuales pasarán a ser el nuevo Instituto Escola Maria Miret y acogerán a todo el alumnado de la Academia Cultura. Padres, madres, maestros, dirección y administrativos están descargando mobiliario y material escolar junto a una brigada municipal.

Una medida provisional por "motivos de seguridad"

En el plan acordado con el Educació para garantizar la continuidad de la escuela, se preveía trasladar al alumnado de Primaria y Secundaria a los módulos del antiguo Ernest Lluch, mientras que las aulas de Infantil se mantenían provisionalmente en el mismo edificio donde estaban -situado frente a la finca histórica de la Academia Cultura-. En agosto, Educació les comunicó que había problemas arquitectónicos graves y que Infantil debía reubicarse en el espacio que hasta ahora ocupaba Secundaria.

Aparte de trasladar el material de P3, P4 y P5, el cambio de edificio comporta también adaptar las instalaciones, ya que la finca a la que ahora van los más pequeños tiene un largo tramo de escaleras para acceder a las aulas, no dispone de urinarios aptos para niños de 3 a 6 años ni tampoco comedor. Este miércoles, la empresa responsable del servicio de comedor visitaba las instalaciones para estudiar cómo habilitar un espacio para servir las comidas.

Desde el Ayuntamiento de L'Hospitalet apuntan que el Departament y el consistorio han acordado este traslado "por motivos de seguridad" y recalcan que es una medida "provisional" mientras no se disponga de los módulos prefabricados que se situarán cerca de los barracones donde ahora va el resto de alumnado. El cambio de edificio para los más pequeños ha pillado a contrapié a la comunidad educativa, que esta semana preveía dedicar los esfuerzos a adecuar los barracones de Primaria y Secundaria, pero no contaba con ese traslado añadido.

Las familias, "muy contentas" pese a todo

El trasiego por la reubicación de los tres cursos de Educación Infantil contrasta, sin embargo, con la "ilusión" que muestran las familias ante la nueva etapa como centro público. "Lo teníamos todo en contra para salvar la escuela, pero ahora estamos muy contentos", resume la vicepresidenta de la AFA (Asociación de Familias de Alumnos), Eila Colomer, que recuerda que el camino para garantizar la continuidad del centro "ha sido muy complicado".

Colomer resalta que las familias están "muy contentas" tanto por su continuidad, como por su nueva etapa como centro público. "Tenemos material nuevo, laboratorio, aula de robótica...y varias cosas a las que antes no podíamos aspirar", relata, en referencia a la trayectoria que han tenido hasta ahora como centro concertado propiedad del Obispado de Barcelona.

Al mismo tiempo, desde la AFA resaltan la importancia de garantizar un nuevo futuro para la escuela en un barrio, La Torrassa, con una alta densidad demográfica. "Hemos pasado mucha angustia y sufrimiento porque, si cerraban la Acadèmia Cultura, muchas familias quedaban en la calle", apunta. Según la AFA, el 90% de los 365 alumnos del curso anterior continuarán en el nuevo centro. Quienes no lo hacen son familias que, ante la incertidumbre del cierre, optaron por asegurarse plaza en otras escuelas de la ciudad.

Con el inicio del curso a la vuelta de la esquina, la asociación que agrupa a las familias se siente que ha "hecho historia" habiendo conseguido que la escuela siga abierta como centro público, con todo el alumnado junto y también el equipo docente.

El próximo paso, recalcan, será conseguir un edificio que les permita abandonar los barracones que ocuparán ahora. Mientras este hito no llegue, reclamarán a Educació que cambie el nombre Institut Escola Maria Miret por el de Nova Cultura. "Queremos rendir homenaje a todos los años de historia que llevamos a sus espaldas", asegura la AFA.