REPERCUSIONES DE LA PANDEMIA

Hackers chinos robaron datos de la vacuna española para el covid-19

Países occidentales con EEUU llevan meses denunciando ciberataques de China y de Rusia a centros de investigación

Un investigador, en un centro que trabaja en la vacuna del covid-19.

Un investigador, en un centro que trabaja en la vacuna del covid-19. / periodico

El Periódico

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Hackers chinos han robado información a centros españoles que trabajan en la investigación de una vacuna para el covid-19. La carrera por lograr la vacuna contra el covid-19 ha provocado una campaña de ciberataques “especialmente virulenta” contra el sector sanitario, la industria farmacéutica y los centros de investigación en España y el resto del mundo impulsada por "actores estatales o no".

Así lo ha explicado la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, en su intervención en el seminario de Seguridad y Defensa, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos con el título 'Amenazas desde el ciberespacio'. "La pugna por la vacuna es un aliciente más que sobrado para que actores, estatales o no, hayan emprendido una campaña de ataques especialmente virulenta no solo en España, sino en todos los países", ha explicado.

Según la directora del CNI, "España, per se y como miembro de organismos internacionales como OTAN o la UE, continúa siendo objeto de constantes intentos de ataques de parte de actores estatales o de grupos esponsorizados por ellos, y no es previsible que esta tendencia deje de crecer". Por ello, "el CNI no ha bajado la guardia" y desde marzo se esfuerza por garantizar la ciberseguridad de los servicios públicos, "especialmente el sanitario y el tejido industrial y productivo", ha asegurado.

Esteban ha explicado que el CNI ha compartido información con los servicios de seguridad de otros países sobre las actividades de "ciberespionaje, que todos hemos sufrido sobre organismos nacionales y las instituciones involucradas en las investigaciones para desarrollar la vacuna".

Según Esteban, estos grandes ataques suelen estar patrocinados por "Estados o por grandes grupos cibercriminales cada vez más difíciles de identificar" puesto que dedican grandes recursos técnicos y económicos a la ocultación de su origen real. Así, los Estados suelen trabajar con estructuras de inteligencia o con 'proxies' como empresas tecnológicas, 'hackers' o ciberdelincuentes de los que se vale para ocultarse y ejecutar acciones ofensivas que no pueden ser fácilmente atribuibles.

China y Rusia en el punto de mira

De hecho, no es la primera vez que se producen o denuncian ataques informáticos a los países que trabajan en la vacuna para el coronavirus. La mayoría de estos ciberataques proceden de China y Rusia. En muchos casos se trata de entidades estatales, pero también hay universidades y organizaciones criminales que comercian con la información. 

EEUU es uno de los países que esta más vigilante ante estos ciberataques. Ya en abril, en el primer pico de la pandemia, el FBI denunció ciberataques de gobiernos a centros de EEUU que investigaban  una vacuna para el coronavirus. Y acusó a dichos gobiernos de pagar a 'hackers' para obtener la información. En mayo, EEUU ya apuntó directamente a China por intentar 'hackear' las investigaciones de la vacuna. 

El pasado julio, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá acusaron a piratas informáticos rusos vinculados a la inteligencia del Kremlin de estar detrás de ataques a laboratorios de los tres países "para robar información y propiedad intelectual relacionada con el desarrollo y las pruebas de vacunas para covid-19”, según notas de advertencia emitidas por las autoridades de los tres países.

Ese mismo mes, el Gobierno de EEUU presentó cargos contra dos piratas informáticos chinos a los que acusa de intentar robar datos de la vacuna contra el covid-19 a empresas de al menos 11 países, entre ellos España, Alemania y Corea del Sur. Los 'hackers', identificados como Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, 33 de años, ambos residentes en China, han sido acusados de 11 cargos criminales en un tribunal del estado de Washington.