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De cabras a pitones: animales exóticos que se encuentran a diario en Barcelona

No es Jumanji, es la fauna salvaje de Catalunya. CRARC y APAEC gestionan más animales exóticos que un documental de La 2. De caimanes y cocodrilos del Nilo a cerdos y gallinas o serpientes más coloridas que el pactómetro de Ferreras  

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Una de las inquilinas del CRARC: una pitón de 15 kilos que apareció en un árbol de Les Corts, en Barcelona.

Una de las inquilinas del CRARC: una pitón de 15 kilos que apareció en un árbol de Les Corts, en Barcelona. / Marc Asensio Clupes

Ana Sánchez

Ana Sánchez

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Aquí ven más animales salvajes que Mowgli en todo ‘El libro de la selva’. Cocodrilos del Nilo, anfibios con pinta de alien, serpientes más coloridas que el pactómetro de Ferreras. “Y cada semana vemos cosas nuevas”, dicen con deje rutinario. “Hay que vigilar con estas”. No se refieren a la fauna política. Te señalan un bicho XXL que parece recién salido de Jumanji. 15 kilos de pitón amarillo chillón, tres metros enroscados, se ve más convincente que la serpiente de Adán y Eva. Puede llegar a los 5 metros. “No tienes nada que hacer si te pilla en la selva”, confirman tus sospechas. A ella la pillaron en una selva de asfalto: apareció en un árbol de Les Corts, en Barcelona.  

Vídeo de la pitón al ser encontrada en un árbol de Les Corts.

Nicolas Sokolov

Estos son animales con caché mediático. La mayoría han salido en la prensa. Ahí está el caimán que encontraron en el Besòs hace casi 20 años. Ahora es pareja de la caimana de Collserola (ella apareció en el pantano de Can Borrell). Han pegado un considerable estirón las crías de tortuga gigante de las Seychelles. Las incautaron hace cinco años en una maleta en el aeropuerto de El Prat. Ahora conviven con una tortuga de 100 kilos que acaban de decomisar. Es su día a día. Este es el centro donde llegan todos los reptiles y anfibios que se escapan, abandonan o decomisan en Catalunya. 

Una tortuga de 100 kilos convive con algunas de las tortugas gigantes de las Seychelles que incautaron de crías en una maleta hace 5 años.

Una tortuga de 100 kilos convive en el CRARC con algunas de las tortugas gigantes de las Seychelles que incautaron de crías en una maleta hace 5 años. / Marc Asensio Clupes

“Es un hospital para animales salvajes”, resumen los directores del CRARC. Es el Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Catalunya de Masquefa (Barcelona). “Llegan animales, algunos enfermos, se recuperan y siempre que se puede se liberan”, detallan. Ahora mismo hay 169 tortugas mediterráneas listas para ser soltadas. El año pasado liberaron casi 3.000. “Es un lugar de tránsito –insisten-, pero desgraciadamente muchos se quedan aquí porque son especies exóticas que no puedes colocar en nuestros hábitats”.  

Tortuga de nariz de cerdo.

Tortuga de nariz de cerdo. / Marc Asensio Clupes

Hay bichos que parecen sacados de una peli de Disney: tortugas de nariz de cerdo, ranas toro con pinta de echarse a cantar, anfibios que podrían ser extras de los ‘Hombres de negro’ (son ajolotes mexicanos). 

Un ajolote del CRARC.

Un ajolote del CRARC. / Marc Asensio Clupes

Hay muchas, muchas tortugas: mediterráneas, americanas, griegas, africanas gigantes. Las que tienen un número en el caparazón son las que están apadrinadas. Alguna se ha convertido en ‘hit’ viral de TikTok. Ojo con la tortuga mordedora, advierte Tarzández tras esquivar un bocado a traición. Es un ‘influencer’ de animales que hace rescates virales por el mundo. Suele dejarse caer por el CRARC para hacer divulgación. Sus dos vídeos con tortuga  mordedora llevan casi 35 millones de visualizaciones.

Habrá ahora mismo 3.000 animales en el centro. El 70% son exóticos. Lo mismo te encuentras una boa albina que un cocodrilo del Nilo de metro y medio. El último caimán que entró se lo encontraron los Mossos en la bañera de un piso al desmantelar una plantación de marihuana. A una de las iguanas veteranas, por cierto, la sacaron de un club de fumadores de marihuana de Barcelona. Ahora la llaman María. 

Joaquim Soler, director técnico del CRARC, posa con María. La iguana salió de un club de fumadores de marihuana de Barcelona.

Joaquim Soler, director técnico del CRARC, posa con María. La iguana salió de un club de fumadores de marihuana de Barcelona. / Marc Asensio Clupes

Una tortuga caimán salió de un bar del Vallés. Un varano acuático –pariente del dragón de Komodo- vivía antes en una casa particular. En el agujero de un ascensor ha aparecido hasta una boa. Una vez trajeron una rana africana que se encontró una señora en el plátano de un súper.  

Un caimán codo a codo con una tortuga.

Un caimán codo a codo con una tortuga. / Marc Asensio Clupes

Empezaron en esto “medio en broma medio en serio”, recuerdan, cuando aún sonaban a chino los movimientos ecologistas. Aquí siguen más de 30 años años después. La Generalitat los reconoció como centro de recuperación en 1992. Y el trabajo no va a menos, no. “Yo no le veo fin”, lamenta Joaquim Soler, director técnico del centro. Por eso el CRARC se llena de niños cada semana. Es uno de sus tres pilares: “Educación ambiental, recuperación de la fauna e investigación”. Habrán publicado unos 500 artículos, apunta Albert Martínez-Silvestre, el director científico, también veterinario. Están detectando muchas enfermedades emergentes –desvela-, consecuencia del cambio climático y del trasiego de bichos exóticos.  

Los directores del CRARC, Joaquim Soler y Albert Martínez-Silvestre, con una boa constrictor albina que apareció en un coche abandonado.

Los directores del CRARC, Joaquim Soler y Albert Martínez-Silvestre, con una boa constrictor albina que apareció en un coche abandonado. / Marc Asensio Clupes

Esta semana han entrado cerca de 70 tortugas mediterráneas. Una paradoja, cuentan: es una especie muy amenazada en libertad, pero en cautividad hay una plaga. Se prohibieron en 1988. 

Crías de tortuga mediterránea.

Crías de tortuga mediterránea. / Marc Asensio Clupes

“Hay gente que abandona los animales por ignorancia”, lamenta Joaquim. Es una tortuga de agua –piensan-, dónde va a estar mejor que en el río Llobregat. “Sin pararse a pensar que es una especie americana invasiva”. Se refieren a la famosa tortuga de Florida (la de las orejas rojas). Es la especie exótica que más entra en el centro. En los 90, llegaban a Catalunya 250.000 al año. “Es un problema –denuncian-. Provocan desequilibrios en el ecosistema”.  

Caimanes y tortugas centroamericanas al sol en el CRARC.

Caimanes y tortugas centroamericanas al sol en el CRARC. / Marc Asensio Clupes

Cabras en Barcelona

¿Los animales más insólitos que se han visto deambular por Barcelona? “Cerdos y cabras”, responde Tere. Lo dice quien rescató a la pitón XXL del árbol de Les Corts. “¿Por qué cerdos y cabras en esta ciudad?”, se ríe aún con sudores. Ella tuvo que perseguir a un cerdo por la carretera de Sants y a una cabra por el Tibidabo. “Creo que tenemos el trabajo más divertido del mundo”.  

Detalle de la pitón encontrada en un árbol de Les Corts, ahora en el CRARC.

Detalle de la pitón encontrada en un árbol de Les Corts, ahora en el CRARC. / Marc Asensio Clupes

Tere Rodríguez gestiona más animales a diario que los documentales de La 2. Es la directora del refugio de APAEC (Asociación Protectora de Animales Exóticos de Catalunya). “La primera protectora –describe- que se ha dedicado a todos los animales no domésticos, sin importar la especie, buscándoles una segunda oportunidad “. Rescatan una media de 4.000 al año.

Te estresas solo de escuchar lo que hace en un día. Los servicios de emergencias la empiezan a llamar a las 6 de la mañana. 20 llamadas diarias para ir al rescate de animales. Lo suyo es vocacional, tiene que serlo. Ella aprendió a caminar intentando acariciar a las palomas. Ahora se tira al mar si hace falta para rescatar a una cotorra. Es un referente en aves exóticas

El refugio de APAEC está en Sant Feliu de Llobregat. Ahora mismo acoge a 300 “pequeños animales exóticos”: conejos, hámsters, aves de todo tipo (de loros a gallinas). ¿El número 1 en abandonos? “Los conejos”. 

“La gente abandona y pierde más animales exóticos que antes”, asegura Tere. ¿Cómo concienciar a la gente? “Con muchísima comunicación institucional –aconseja-. Es la administración la que tiene que llegar a todas esas personas que ni saben que existimos”. 

Guepardos y leones de mascota

En la provincia de Barcelona hay quien tiene hasta guepardos de mascota. Se han localizado casas con mini dragones, cebras, suricatas (lo que es Timón, el de ‘El rey león’) hasta petauros (una mini ardilla voladora) y zorros fénec, que son unos zorros pequeñitos con las orejas muy grandes. Hay un león cerca de Olot. 

Los localiza incluso por Facebook la bióloga Andrea Torres. Es técnica del departamento de animales salvajes de FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales). “Yo siempre intento explicar –insiste- que por mucho que quieras al animal, por muy bien que lo tengas, es salvaje. Y cada uno tiene sus necesidades”.