Terapia de grupo contra el estrés laboral en los CAP de Barcelona: "Llega un momento en que dejas de ser tú"

"Estoy mal en mi trabajo. Desde que he sido madre, hace tres años, están intentando echarme", relata Marta (nombre ficticio), de 37 años. Marta ha trabajado toda su vida como encargada en una tienda, pero se ha pedido la jornada reducida para atender a su hija. Entre lágrimas y con la voz temblorosa, explica que su empresa le hace 'mobbing'. "Me quieren enviar a una tienda, lejos, a trabajar. Desde que nació mi hija me hacen constantes cambios de horario. Ahora mismo estoy de baja". Marta es una de las pacientes del centro de atención primaria (CAP) Poblenou que asiste a los grupos de estrés laboral. El Institut Català de la Salut (ICS) organiza estos talleres en unos 25 centros de salud de Barcelona ciudad.

El caso de Marta, además de reflejar un problema que afecta a muchas personas, pone sobre la mesa otro: cómo el sistema económico maltrata a las mujeres que son madres. "A las mujeres jóvenes nos afecta mucho. Como tengo jornada reducida, buscan desgastarme y que me vaya para contratar a gente joven que está estudiando", explica Marta. "Llega un momento en que la persona no puede más. Aquí al menos te sientes escuchada", cuenta desde el CAP Poblenou.

Este taller forma parte del programa de bienestar emocional y salud comunitaria en la atención primaria que la Conselleria de Salut impulsó a raíz del covid. Fue así como el departamento creó la figura del referente de bienestar emocional comunitario en los centros de salud. Esta figura, no obstante, es polémica entre el colectivo, pues estos psicólogos carecen de la especialidad de psicología clínica, que se obtiene tras pasar un examen, equivalente al MIR en Medicina, y cuatro años de formación en un hospital.

La psicóloga Sara Bouanani es la referente de bienenestar emocional del CAP Poblenou que está al frente del grupo de estrés laboral. Este taller consta de ocho sesiones (una a la semana) y está abierto a unas 12 personas (si bien no siempre se llena). Existen otros grupos dedicados al acompañamiento al dolor crónico, al duelo, a la psiconutrición... Salut no ha promocionado este tipo de talleres, sino que son los sanitarios, desde los CAP, quienes los ofrecen a los pacientes que creen que los necesitan.

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"El de estrés laboral lo hacemos porque hemos detectado un problema específico y se intenta dar respuesta desde la primaria", apunta Bouanani. "Desde el covid percibimos más estrés laboral porque, en general, hay más malestar emocional. Si se realiza este taller es porque hay una necesidad", agrega. Como hace relativamente poco que este grupo de trabajo ha echado a andar, el ICS no dispone de cifras que indiquen cuánto ha aumentado el estrés laboral de sus pacientes, pero el elevado interés hace pensar a los médicos que es un problema muy extendido.

"Un mal generalizado"

Pedro (nombre ficiticio), de 49 años, es otro de los asistentes. Trabaja en una empresa de venta de maquinaria industrial. Decidió pedir ayuda cuando le dio un ataque de ansiedad. "La empresa está yendo mal. Nos piden hacer más cosas de las que podemos hacer y que no nos tocaría", cuenta Pedro. "Algún mes no hemos cobrado y los trabajadores no sabemos si nos están provocando para que nos vayamos porque no toman ninguna decisión". En su opinión, el estrés laboral como el que él sufre es "un mal generalizado". "Viniendo aquí ves que más o menos todos estamos igual. Las casuísticas son diferentes, pero los síntomas son los mismos", reflexiona. Pedro sufre palpitaciones, está más irascible, a veces tiene dolor en el pecho y se le cae el cabello. Hasta su mujer se lo dijo: "No eres tú".

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Como explica Bouanani, los pacientes que asisten a este taller de estrés laboral son personas que pasan "crisis momentáneas". "Vienen derivadas del médico de familia. Si ven un problema de salud mental grave, se deriva a otro servicio. Suelen ser personas con estrés o ansiedad", cuenta esta psicóloga. El nivel de estrés suele ser "alto" y lo que se trabaja en el taller es la "psicoeducación" de esta problemática. "Les enseño a desarrollar herramientas de gestión emocional", añade.

La precariedad como telón de fondo

En las diferentes sesiones del taller, los asistentes hablan de diferentes aspectos de sus vidas, no solo del trabajo. Por ejemplo, hay una de ellas dedicada a su historia de vida. Comienzan narrando sus inicios hasta el momento actual. Suelen ser historias atravesadas por la precariedad. "Mirando hacia atrás, ¿habrías hecho alguna cosa diferente?", pregunta en un momento dado la psicóloga a Pedro. "Sí, estudiar más para poder tener más opciones laborales", responde con contundencia. Pedro cuenta que abandonó COU y se puso a trabajar de muy joven. "Yo ahora sé hacer muchas cosas pero no tengo ningún título que acredite nada", se lamenta.

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Junto a él hay una tercera mujer, Laura (nombre ficticio), de 37 años. A sus espaldas, tiene una historia de vida dura: estuvo metida en las drogas y se quedó embarazada con 20 años. Aunque ahora está de baja, trabaja en un supermercado, pero tiene pánico a trabajar cobrando en una caja, donde quieren ponerla. "Hace años estaba de cajera, robaron la caja fuerte y me culparon a mí. No quiero trabajar más tocando dinero. No quiero estar en una caja cobrando, pero al final es lo único que sé hacer", dice entre lágrimas.

Laura explica lo mal que se encuentra. "Siento que he fracasado". Y el pánico que la acecha. "Me da miedo volver a trabajos duros, pagan mal". Además, tiene una enfermedad crónica respiratoria y a veces necesita oxígeno. Su situación personal y laboral le hace vivir con ansiedad.