Primer paso para la detección precoz del cáncer del pulmón: más de 3 millones de catalanes podrían beneficiarse

España ha arrancado este jueves el proyecto Cassandra (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment), una prueba piloto de cribados de cáncer de pulmón. En principio, estas pruebas de detección precoz del tumor más mortal formarán parte del Servicio Nacional de Salud (SNS) en cinco años y se sumarán, así, a otros cribados ya existentes, como los de mama o colon. Unos 12 hospitales españoles (a los que se sumarán otros 40) empiezan ya a realizar tomagrafías axiales computarizadas (TAC) a personas de entre 50 y 75 años que sean fumadoras activas o hayan dejado de fumar, como máximo, en los últimos 15 años. Una vez estén incluidas en la cartera de servicios, en Catalunya se podrían beneficiar de estas pruebas más de 3 millones de personas, ya que, según el coordinador del proyecto, Juan Carlos Trujillo, el 40% de la población es susceptible de entrar en el cribado según datos demográficos de edad y consumo de tabaco.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), principal impulsora del proyecto Cassandra, preveía empezar estos cribados el pasado junio, pero finalmente se retrasaron unos meses, debido a dificultades para homogeneizar los 'software' de los hospitales de las distintas comunidades y por las decisiones que debían tomar los comités de ética.

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El arranque de este proyecto coincide con el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, que se celebra este viernes 17 de noviembre. La iniciativa es producto del acuerdo de hasta nueve sociedades médicas y está impulsada por las consejerías de sanidad de algunas comunidades, en especial la de Madrid, según destacan los médicos, ciudad en la que se ha presentado este jueves en rueda de prensa el inicio de este proyecto. El Hospital Ramón y Cajal de la capital española ha sido el primero, esta semana, en empezar estos cribados. A Catalunya llegarán también muy pronto: a finales de este mes "o principios de diciembre" los estarán haciendo ya hospitales como el Clínic, Germans Trias i Pujol (Can Ruti, en Badalona) y Sant Pau. Y a estos se sumarán en las próximas semanas el Hospital del Mar, Vall d'Hebron, Arnau de Vilanova (Lleida), Mútua de Terrassa y los hospitales Joan XXIII y de Reus (ambos en Tarragona).

El proyecto Cassandra cribará a 40.000 personas en los próximos cinco años que fumen o hayan dejado de fumar hace 15 años

Según Juan Carlos Trujillo, jefe del Servicio de Cirugía Torácica de Sant Pau, esta iniciativa cribará a unas 40.000 personas en los próximos cinco años. "A nivel europeo, es uno de los proyectos de cribados de cáncer de pulmón de mayor magnitud", asegura Trujillo. Cuando estas pruebas estén dentro de la cartera de servicios, serán un programa más de detección precoz dentro de la atención primaria y, por tanto, podrán acceder muchos más usuarios, pues por ahora solo pueden realizarlos los pacientes de los hospitales y CAP adheridos al proyecto.

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¿Son efectivos los cribados?

El cáncer de pulmón es el que más muertes produce en todo el mundo y el tabaco es su principal factor de riesgo. Cada año mueren en España 29.000 personas por este tumor. Diferentes estudios señalan que estos cribados, vigentes en otros países, reducen hasta un 20% las muertes por cáncer de pulmón al detectarlo en una fase precoz. El 70% de los cánceres de pulmón se diagnostican en estadios avanzados, lo que supone que la supervivencia media a los cinco años no supere el 15%. Sin embargo, la supervivencia asciende al 80% en aquellos pacientes en los que el cáncer se diagnostica precozmente.

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Trujillo señala que, según otros estudios, los cribados de cáncer de pulmón pueden salvar 11 vidas por cada mil habitantes (los cribados de cáncer de mama salvan una vida por cada 800 mujeres). El proyecto Cassandra no incluirá solamente la realización de TAC a la población de riesgo, sino también planes deshabituación tabáquica. El objetivo, con todo, es aportar evidencia sobre la factibilidad de estos cribados en España.

Aun así, no todas las sociedades médicas apoyan este proyecto. Muchos epidemiólogos, por ejemplo, son críticos con el hecho de que estas pruebas se realicen en fumadores y creen que sería mejor invertir este dinero en planes de prevención del tabaquismo. El coste, no obstante, es uno de los motivos que esgrimen los defensores de los cribados de pulmón: una inmunoterapia cuesta cientos de miles de euros.