En los casos "más graves"

El caso de los electrochoques a un joven gallego reabre el debate sobre esta polémica terapia

El joven sometido a electroshock, a las puertas del alta: "Cuando salga, saltarán más casos sobre esta unidad psiquiátrica"

Electroshocks, una terapia polémica

Entidades de salud mental rechazan su uso cuando es por orden judicial, aunque los psiquiatras aseguran que tiene "evidencia científica"

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Beatriz Pérez

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La Societat Catalana de Psiquiatria i Salut Mental defiende la terapia electroconvulsiva (TEC), más conocida como 'electroshocks', en los casos más graves. Según Gemma Parramon, presidenta de esta sociedad médica que a su vez pertenece a la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya, este tratamiento "ha salvado la vida" de algunos pacientes con trastornos mentales "muy graves" (como depresión, manía o esquizofrenia), tal como ella ha visto a lo largo de su vida profesional.

Al igual que las contenciones mecánicas, los electrochoques están considerados una vulneración de los derechos de las personas con trastornos de salud mental (cuando se usan por orden judicial) por diferentes asociaciones, entre ellas la Federació Salut Mental de Catalunya, que publicó la semana pasada un informe al respecto. Ambas prácticas son legales en países como España y de Europa, aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está en contra de las intervenciones médicas forzadas.

El caso del joven gallego

Recientemente, esta polémica terapia ha vuelto a ponerse bajo el foco mediático a raíz del caso de un joven gallego de 30 años. Este vecino de Arzúa (A Coruña) fue trasladado el pasado 9 de febrero a la sección de Psiquiatría del Hospital Provincial de Conxo (Santiago de Compostela) tras sufrir un brote psicótico, el primero, según familia.

La psiquiatra ordenó su internamiento y, ante la negativa del enfermo y la familia, pidió permiso a un juez para aplicarle una terapia de 'electroshocks'. Sus padres buscaron entonces un abogado para frenar dicha terapia e intentaron obtener un permiso para trasladar a su hijo a otro hospital, pero la psiquiatra se opuso y recurrió a la justicia para que autorizase el tratamiento. Los psiquiatras aseguraron que no existe otro tratamiento posible y que había un "riesgo grave e inminente para la integridad física del paciente". El joven fue dado de alta el pasado día 21 de abril tras 10 sesiones de electrochoques. Su caso ha sido archivado por la justicia.

Pese a la polémica, la comunidad médica defiende el uso de las terapias electroconvulsivas. "Es una técnica de tratamiento longeva, efectiva y respaldada por la evidencia científica", recoge un comunicado enviado por la Societat Catalana de Psiquiatria y recogido por EL PERIÓDICO.

Una práctica "estigmatizada"

La entidad critica que se trate de una práctica "estigmatizada" y "representada en diferentes medios de comunicación de maneras que no se corresponden con la aplicación actual de esta técnica". "La TEC en la actualidad debe asumir una serie de retos que tienen que ver con mejorar la información social y médica sobre la técnica para que las personas tengan una mayor accesibilidad e información rigurosa de la misma", dice el documento.

La terapia consiste en la aplicación de un breve estímulo eléctrico, mediante aparatos de onda de polvo breve o ultrabreve, bajo control anestésico, para inducir una convulsión cerebral. Como la mayoría de los procedimientos que se desarrollan bajo anestesia, se requiere un consentimiento informado por escrito para poder realizar el tratamiento. Está indicada en pacientes que padecen trastornos mentales graves (como por ejemplo depresión, manía o esquizofrenia), cuando los episodios agudos son graves, cuando otros tratamientos no han sido efectivos o por preferencia del paciente.

Los psiquiatras aseguran que, hoy día, no hay "contraindicaciones" para los electrochoques, aunque los efectos secundarios más frecuentes después de una sesión son la cefalea y las molestias musculares. "En conclusión, la TEC sigue siendo uno de los principales tratamientos disponibles y utilizados en psiquiatría para las enfermedades mentales graves. La técnica de la TEC ha evolucionado notablemente, lográndose mínimas cargas en la estimulación eléctrica, con la consecuente disminución de los efectos secundarios cognitivos y una reducción drástica de las complicaciones asociadas al tratamiento en sus inicios", concluye el comunicado.

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