Escapada urbana

Escondites de artistas: el centro cultural donde Júlia Colom se siente como en casa

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La cantante y compositora mallorquina Júlia Colom, en el Espai Mallorca.

La cantante y compositora mallorquina Júlia Colom, en el Espai Mallorca.

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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EL PERIÓDICO descubre los rincones secretos de algunos de los nombres más conocidos de la escena catalana, como los músicos The New Raemon, Joana SerratMiqui PuigMazoniQueralt Lahoz, David Carabén y Magalí Sare o los escritores Marta Carnicero, Laura FernándezJordi PuntíJorge Carrión.

De pocos artistas musicales se hacen documentales antes de que publiquen su primer álbum, pero justamente eso pasó con la cantante y compositora mallorquina Júlia Colom, protagonista del filme 'Sempre dijous' (premio al mejor documental nacional en el festival In-Edit de 2020) antes de debutar discográficamente en largo con 'Miramar' (2023). Por suerte, ese esperado álbum estuvo a la altura de las expectativas: su equilibrio entre el folclore atávico y una modernidad sutil, o entre la memoria y la observación del aquí y ahora, cautivó tanto a fans expectantes como a neófitos. 

Colom llegó a Barcelona hace casi una década para estudiar (canto, especialidad de jazz, en el Taller de Músics) y ha vivido a medio camino entre la isla y su ciudad de adopción desde entonces. ¿Está pensando en afianzarse más aquí? "Es el dilema de todo mallorquín", me contesta la artista. "Ahora que ha salido 'Miramar' tiene más sentido que nunca que esté en Barcelona. Cada día hago cosas relacionadas con mi proyecto. Tengo aquí a mi equipo. Además, en Mallorca se ha dedicado tanto espacio al turismo que la cultura ha quedado reducida a algo de lo que no se puede vivir”.

Júlia Colom, en la plaza de Vicenç Martorell.

Júlia Colom, en la plaza de Vicenç Martorell. / Manu Mitru

Cuando necesita sentirse como en casa, nuestra entrevistada acude al (nuevo) Espai Mallorca (plaza de Vicenç Martorell, 1), centro de promoción y difusión de la cultura balear que respira con fuerza gracias al esfuerzo de entregados voluntarios; organizan conciertos, exposiciones, proyecciones, teatro, conferencias, debates, presentaciones de libros o talleres como el de ball de bot, al que Colom pretende apuntarse en breve: "Es un baile popular de las islas baleares", cuenta. "Me parece increíble que no sepa bailarlo. Siempre que voy está lleno de gente metida en ello y me los quedo mirando con envidia".

Su historia con el lugar

El primer concierto que Colom hizo en Barcelona, todavía sin disco a la vista, fue precisamente en el Espai Mallorca. "Tenía solo tres canciones; el resto eran solo versiones". Recuerda alguna que otra experiencia formativa, como el visionado (en febrero de 2019) de 'Tot inclòs: danys i conseqüències del turisme a les nostres illes', un tema con el que está "muy sensibilizada". Guarda con fervor algún souvenir del lugar: "Mi hermano me regaló una antología de poemas de Blai Bonet comprada allí y es un libro que me gusta mucho". 

En mitad de un centro barcelonés cada vez más pensado para el turista anglófono, este espacio es un verdadero escondite para Júlia. "Porque te atienden en catalán y también por los precios", apunta. "Al final siempre me paso allí un rato cuando tengo que hacer gestiones por la zona. No me meteré en un SandwiChez o algo así. Es como mi oasis del centro de Barcelona". 

Colom posa en el Espai Mallorca.

Colom posa en el Espai Mallorca. / Manu Mitru

Sin prisa para siempre

La leyenda de 'Miramar' continúa en 'Miramar live', epé en directo desdoblado en un cortometraje en el que Colom regresa a Mallorca para interpretar tres temas en otras tantas situaciones: en casa, en un trayecto en coche y en un directo electrificado y al aire libre. "Aunque había sacado un disco muy orgánico, me apetecía que la gente pudiera tener una experiencia más de música tocada y grabada en el momento", explica sobre el lanzamiento. 

Lo que venga después… está por ver. Ella no tiene ninguna prisa en lanzar otro disco largo, sino que prefiere "estar centrada en su día a día, disfrutar del álbum publicado y del simple hecho de hacer música". Espera, además, que sus fans tampoco tengan prisa: "Tengo una filosofía algo romántica. Me gustaría tener un público que no entienda la música como algo de usar y tirar. La música es algo infinito, que no se gasta. Es un arte perfecto justamente por eso".  

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