Escapada urbana

Escondites de artistas: el parque de Barcelona donde David Carabén (de Mishima) se aficionó a correr 

El líder del querido grupo pop-rock explica su relación con el Parc de Montjuïc, donde se aficionó a correr mientras esperaba a que su hijo mayor saliera de entrenar a fútbol

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David Carabén, el líder de Mishima, en el Parc de Montjuïc.

David Carabén, el líder de Mishima, en el Parc de Montjuïc. / Joan Cortadellas

Juan Manuel Freire

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EL PERIÓDICO descubre los rincones secretos de algunos de los nombres más conocidos de la escena catalana, como los músicos The New Raemon, Joana SerratMiqui PuigMazoni y Queralt Lahoz o los escritores Marta CarniceroLaura FernándezJordi PuntíJorge Carrión.

Hablar con David Carabén debería ser, en principio, hablar de música; al fin y al cabo, estamos ante el líder de los queridos Mishima. Pero igual de fácil es que aparezca otro tema. Apenas empezada esta conversación sobre su escondite favorito, ahí tenemos el fútbol. Lo lleva en la sangre: recordemos que su padre Armand fue gerente del Barça entre 1970 y 1975. El pasado noviembre, David, director de programas clave de Barça TV, era presentado por Laporta como comisionado del 125º aniversario del club. Y ese gen del balompié está pasando de generación en generación en la familia. 

"Mis dos hijos, el de diecinueve y el de catorce, han jugado al fútbol en la Penya Anguera", explica. "Es una peña que tiene su base en la Escola Industrial, pero, a partir de una cierta edad, los chavales se van a entrenar al INEFC, en el Área Olímpica de Montjuïc. Cuando empecé a llevar a mi hijo mayor, me traía un libro o me estaba con el móvil. Hasta que al final me dije: 'Hombre, aprovecha esta hora u hora y media y vete a correr o lo que sea’. Empecé a correr por el parque y me aficioné bastante". 

Su historia con el parque

David descubrió Montjuïc paseando con su padre y su hermano mayor, también llamado Armand. Ese es su primer recuerdo del parque. Tiempo después, aquí se sacaba el carné de conducir: "Iba a la Autoescola Aribau y hacía las prácticas por esta zona". También le ata al lugar una grata memoria profesional: "Mishima tocó aquí una vez en el 2011, en el festival Montjuïc de Nit. El concierto fue delante del castillo, en el foso de Santa Elena. Es uno de los más multitudinarios que hemos hecho; según creo recordar, era gratuito. Tocábamos con Abraham Boba, al que conocíamos de habernos cruzado grabando discos con Paco Loco". 

Aunque lector empedernido, Carabén reconoce no haber investigado mucho sobre el lugar. Si tuviera que hacerlo, seguramente empezaría por el castillo: "En Barcelona tenemos dos emplazamientos de origen militar, la Ciutadella y el Castell de Montjuïc, con cañones que apuntan hacia la ciudad. Más que protegernos de enemigos exteriores, apuntan hacia nosotros. La anécdota siempre me ha hecho gracia". 

Le recuerdo a David que en 'Hasta que lo miras', corte final de 'Ara i res' (2017), cantaba lo siguiente: "M’agradaria fer una cançó com aquella dels Nits sobre les muntanyes d’Holanda/ Jo la podria fer sobre els molins de Montjuïc". “Es un tema sobre las cosas imposibles”, recuerda. “Empezaba a decir un montón de cosas imposibles de Barcelona u otros lugares; encontrar barceloneses en Passeig de Gràcia, por ejemplo”.

"Caminar, caminar, caminar"

No solo se encuentran canciones en la soledad más íntima, con guitarra o piano como única compañía. Los paseos por Montjuïc pueden servir. "Josep Vicenç Foix decía que para escribir se ha de 'leer, leer, leer' y 'caminar, caminar, caminar'. He empezado muchas canciones tarareando mientras caminaba o porque mientras lo hacía se me ha ocurrido alguna idea de texto; porque había hecho alguna lectura y entonces paseas y te viene a la cabeza alguna frase. Hay una parte sensual en ir viendo cómo desfila el paisaje. Tú eres el único que está constante; y eso te refuerza un poco el ego, porque todo cambia menos tú. Te crea la ficción de que tú eres el eterno y todo lo demás es transitorio". 

Carabén vuelve a tirar de cita, en este caso de Picasso, para hablar de su relación con la inspiración: "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando". Por otro lado, cree que el trabajo no lo es todo. "Yo he compuesto discos yendo a la oficina y, tiempo después, cuando los escucho, entiendo que aquello era un ejercicio de estilo antes que el producto de cualquier necesidad expresiva. Lo que no quiere decir que una canción hecha tan solo por jugar por la forma no pueda ser excelente, e incluso superior a una compuesta por necesidad". 

El futuro de Mishima

Autodefinido "tastaolletes", Carabén ha hecho últimamente muchas ("demasiadas") cosas nuevas y diferentes, como por ejemplo, formar parte en 2022 de la Caravana Delta, experiencia de trashumancia primaveral en las Terres de l'Ebre. "Eso fue idea de un viejo amigo, el escritor Gabi Martínez, alguien que también le da muchas vueltas al tema de hacer camino, pasear, reconciliarse con la naturaleza… En realidad, bien, bien, no sé qué hacer con mi vida. He podido escribir, lo que me parece un privilegio. He podido hacer periodismo, he podido hacer televisión, he podido hacer música. Y eso es, en realidad, lo que más me gusta: componer".

Sobre un futuro disco de Mishima, hipotética continuación del inspirado 'L'aigua clara' de 2022, tiene pocas noticias: "La noticia es que tengo ganas de componer. Marc [Lloret, teclista del grupo] está luchando con un cáncer, lo que complica un poco pensar a medio o largo plazo. Pero lo que necesito es, sobre todo, saber que tengo ese grueso crítico de canciones que indica un camino".