Escapada urbana

Escondites de artistas: la tienda de segunda mano donde Miqui Puig encuentra las perlas de su armario

El gran referente del pop barcelonés desconecta de todo en el almacén de Sabadell de Makeo, la tienda 'online' de ropa de segunda mano

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Miqui Puig en el almacén de Makeo

Miqui Puig en el almacén de Makeo / Miqui Puig

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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EL PERIÓDICO descubre los rincones secretos de algunos de los nombres más conocidos de la escena catalana, como los músicos The New Raemon y Joana Serrat o los escritores Marta Carnicero, Laura FernándezJordi Puntí o Jorge Carrión.

Cuando pregunté a Miqui Puig, antiguo líder de Los Sencillos y dueño de una gran carrera pop en solitario, sobre el lugar donde suele escaparse para desconectar, esperaba que me hablara de una tienda de discos. Lo esperaba y lo deseaba: descubrirla habría sido una buena excusa para comprar música. Pero él lo veía "demasiado obvio", así que prefirió hablarme de una belleza no estrictamente musical y de otra clase de arte.  

Siguiendo cuentas de moda en Instagram, un día fue a parar a la de Makeo, brillante ya desde la bio: "Las prendas que necesitas ya están fabricadas. Te ayudamos a encontrarlas". El dueño de esta tienda de ropa de segunda mano resultó ser un viejo conocido suyo de la Barcelona 'clubber', Fran Martínez Guijosa, también conocido por su alias de artista visual Eme Rock. "Lo que empezó [y todavía es, sobre todo] tienda 'online' acabó teniendo sede física en Barcelona. Sergio Caballero, cofundador del Sónar, era socio. Aquella tienda ya no existe, pero sí que se puede visitar el almacén de Sabadell [Passeig Can Feu, 36]. Fran recomienda quedar antes y que así pueda haber la charla necesaria. Me encanta ir allí con tiempo; de cada quedada salgo con más información".

Coleccionista con reservas

Puig no es de los que puede pujar barbaridades por grandes marcas, grandes prendas. "Coleccionar a cierto nivel cosas como zapatillas o ropa de diseño requiere mucho desembolso económico. Yo tengo que dedicar ese dinero a otras cosas, entre ellas financiar mi carrera artística", lo que incluye LAV Records, su propio sello/agencia. "Pero sí que me gusta investigar lo que me puedo permitir en rastros, tiendas de segunda mano u 'online'. También es verdad que mi envergadura me ha hecho dejar prendas muy bonitas en estantes y tiendas".

En Makeo no dejó escapar cierta trenka de lana Gloverall que le queda "como un guante", ni tampoco la fantástica chaqueta militar que le vemos vestir en la foto de arriba. "Es el modelo M83 del ejército suizo –explica–. El nombre original de este patrón de camuflaje es TAZ 83, pero también se le conoce popularmente como 'Pizza Camuflaje'. No me he quitado la chaqueta desde el día de la foto".

Música con estilo

Los que conocen (o han escuchado y leído) bien a Puig sabrán que su pasión por la ropa viene de lejos. Ya con Aullidos En El Garaje, su primera banda, escribió una canción llamada 'El loco de la moda'; "fue una firma que conservé para firmar textos de Los Sencillos". Haciendo un poco de repaso mental, Puig recuerda que en sus letras se han colado abrigos verdes militares ('Sobretodo'), faldas entablilladas ('El sirviente'), maxifaldas ('Revival') o calcetines a juego ('Los Módena'). “Mi socio dice que mi carrera está llena de canciones con marcas y ropa".  

El pop en general es, innegablemente, cuestión de marcas y ropa. "Incluso el artista que dice no prestar atención a su vestuario, lo hace. Hasta el más desaliñado expresa con sus prendas una manera, un talante. Puede que yo a veces haya sobrepasado los límites de tolerancia de ciertos sectores muy trasnochados. En 1996 me hice una falda larga para un vídeo que acabé usando en directo. Y coseché una buena colección de comentarios muy homofóbicos y absurdos". Mal karma para ellos.