Las negociaciones de la investidura

Illa tacha de "inmenso error" reclamar el referéndum y no da "por hecha" la amnistía

Los intereses cruzados de Pedro Sánchez y Salvador Illa ante la negociación de la investidura

Puigdemont carga contra ERC y exige no "malvender" el 1-O "buscando salidas personales"

El PSC avisa a ERC y Junts de que se arriesgan a nuevas elecciones si exigen un referéndum

Conferencia del secretario del PSC, Salvador Illa, organizada por 'El Correo'

Conferencia del secretario del PSC, Salvador Illa, organizada por 'El Correo' / LUIS TEJIDO / EFE

Sara González

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Dejar claro cuál es el perímetro de la negociación. Qué es discutible y asumible para el PSOE y qué no. Esta es la labor que se le ha encomendado al líder del PSC, Salvador Illa, después de que ERC y Junts aprobaran en el Parlament vincular la investidura de Pedro Sánchez a "avances" en el referéndum. Una escenificación que cayó como una jarra de agua fría en los socialistas porque, alegan entre bambalinas, no se ajusta a lo que se está hablando con discreción. Por si no había sido suficiente la advertencia que lanzó el viernes de que el riesgo que corren todos es el de la repetición electoral, el jefe de la oposición en Catalunya ha subrayado este lunes que reclamar el referéndum es un "inmenso error", a la vez que ha advertido que nadie de "por hecha" una ley de amnistía.

Todo un aviso a navegantes lanzado el día después del discurso del 'expresident' Carles Puigdemont con motivo del sexto aniversario del 1-O y en el que no hizo mención ninguna ni a la desjudicialización ni a la petición de un referéndum, cosa que evidencia que Junts continúa priorizando en estos momentos la negociación. Illa, que tampoco ha mencionado la palabra 'amnistía', ha aprovechado que su conferencia organizada por el diario 'El Correo' era en Bilbao para espetar que ERC y Junts, a quienes acusan de actuar regidos por su competencia electoral, deberían reflejarse en el PNV y en Bildu a la hora de afrontar su interlocución para formar Gobierno.

"Le pido a los independentistas catalanes que tomen ejemplo del oficio político de los partidos nacionalistas vascos", ha asegurado emplazando a las dos formaciones a "saber distinguir" el momento oportuno para hacer determinadas reclamaciones, así como para "saber leer" los resultados de las elecciones del pasado 23 de julio, que considera que fueron en Catalunya aún más contundentes que en Euskadi. A su juicio, lo que sucede en Catalunya es una "pugna paralizante en lo interno" entre dos partidos que "puede poner en riesgo generar un marco de estabilidad en España".

Un "callejón sin salida"

Y es que, ha insistido, la exigencia del referéndum, "más que una línea roja", lo que supone es "un callejón sin salida que no se puede hacer" porque su partido no va avalar ningún paso hacia lo que entiende como "ahondar en la división y en la ruptura". Dos son sus 'leitmotivs' en esta negociación: "coherencia", en el que enmarca la voluntad de continuar con una política de diálogo con Catalunya, y "Constitución", que "permite expresarse" a todos los proyectos políticos, también el independentista, pero no ir más allá del marco legal. De hecho, ha dejado caer que el independentismo debería ser consciente de que está en fase "menguante" en estos momentos tras el correctivo sufrido en las urnas por mucho que tengan un papel clave en la aritmética para la investidura.

Aunque ha asegurado que para Sánchez es "casi una obligación" seguir explorando el camino del pacto con el independentismo catalán -es decir, la desjudicialización del 'procés'-, no se ha movido ni un ápice de su receta de discreción y de no dar detalles de en qué términos se plantea la negociación. De lo que sí que se ha mostrado convencido es que no habrá fractura interna en el PSOE en la búsqueda de ese acuerdo basado en la "pluralidad" del Estado que la derecha tacha día sí y otro también de ilegítimo.