Conflicto político

Pere Aragonès convocará tras las municipales una mesa de partidos sobre el Acuerdo de Claridad

El Govern contará a inicios del 2024 con una propuesta de referéndum que trasladará al Estado para negociar

Pere Aragonès, en su comparecencia

Pere Aragonès, en su comparecencia / MANU MITRU

Xabi Barrena

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El solapamiento parcial de las legislaturas española y catalana ha dejado a Pere Aragonès, en su segundo año de presidencia, sin una de las patas básicas de su mandato de cuatro años, la mesa de diálogo. El electoralismo de este 2023 impide debatir sobre el conflicto político entre Estado y Generalitat sin causar grandes incendios mediáticos. Ante ello, y ante la necesidad de mantener viva la otra pata de la gestión republicana (además de la del día a día), el 'president' anunció en el debate de política general de finales de septiembre su plan de enviar a Madrid una propuesta de referéndum que tendría el acuerdo mayoritario de la sociedad catalana. Y para ello se dedicaría este año a hallar ese Acuerdo de Claridad. "Creo firmemente que es el camino", ha aseverado este martes el propio 'president' en rueda de prensa.

Medio año después, y tras poner la cuestión en barbecho por la negociación con el PSC para aprobar los presupuestos de este 2023, Aragonès ha dado el pistoletazo de salida al proceso que debe llevar a la propuesta catalana. La entrada de ERC, como partido, en el debate, con su propuesta de adopción de la 'vía Montenegro' (umbrales del 50%, en participación, y 55% de 'síes' para validar la independencia catalana) enojó sobremanera a la Moncloa que dejó sin celebrar, por esta razón, la prevista última reunión de la mesa de diálogo antes del multielectoral 2023.

Ocho pasos hasta la propuesta

Se trata de ocho pasos que nacen y acaban en el Govern y, por el medio, emplaza a un grupo de académicos, liderados por el politólogo Marc Sanjaume, para que respondan una serie de preguntas sobre la celebración de un referéndum de autodeterminación en Catalunya. Las preguntas se darán a conocer en breve y tratarán de definir el marco legal y práctico de esa consulta. Este consejo académico trazará un informe abierto, con varias posibilidades que deberán ser discutidas en el ámbito político, social y ciudadano.

Según fuentes consultadas por este diario, ya se ha celebrado al menos una reunión con una decena de posibles miembros de esta 'academia'. Posibles por cuanto no todos han dado el 'sí' definitivo. Asimismo, se espera la incorporación de nuevos especialistas.

Se creará una mesa de partidos catalanes para debatir sobre la cuestión, se invitará a la sociedad civil organizada a opinar y, finalmente, a la ciudadanía.

Sin tregua para las generales

La mesa de partidos se convocará después de la celebración de las elecciones municipales, por aquello de esquivar el electoralismo (la misma razón que ha criogenizado la mesa de diálogo). Eso sí, no va a haber tregua cuando Pedro Sánchez convoque las elecciones generales, previstas para este otoño.

"Se invitará a todos los partidos menos a la extrema derecha", precisó Aragonès quien se mostró abierto a debatir "alternativas" que otras fuerzas aporten, siempre desde el "convencimiento de que" la vía del Acuerdo de Claridad "es la mejor". Sobre la proactividad de determinadas fuerzas, el 'president' señaló que "es obligación de todos los partidos solucionar este conflicto", sentenció cuando se adujo en la rueda de prensa la intersección de los trabajos sobre este pretendido acuerdo de claridad con los comicios generales y la conversión del debate en arma arrojadiza electoral.

PSC y Junts tachan de "electoralista" la propuesta

"La opción del referéndum pactado cuenta con el respaldo de la mayoría de cada uno de los electorados de ERC, Junts, CUP, Comuns y el PSC, según las últimas encuestas del CEO", aseveró. Y en concreto, sobre la renuencia mostrada por las otras fuerzas secesionistas, Junts y la CUP, a apoyar este acuerdo de claridad, Aragonès se preguntó "qué independentista puede estar en contra de un referéndum por la independencia de Catalunya? Si pese a todo, la aparente paradoja no fuera suficiente para involucrar a posconvergentes y anticapitalistas, Aragonès dijo que "evidentemente, cuanto más apoyo tenga la propuesta catalana, mejor", dando a entender que, si ERC no obtiene ulteriores espaldarazos, será ella la que negocie ante el Estado el resultado de este proceso que ahora se inicia.

Como era esperable, tanto el PSC como Junts han fruncido el ceño ante la convocatoria del 'president'. Los socialistas ya han advertido que esta no es la mesa de partidos que llevan más de un año reclamando para debatir sobre "las cuestiones que preocupan a los ciudadanos" y que no se involucrarán en "propuestas divisivas". No han aclarado si dejarán o no la silla vacía con el argumento de que aún no han sido convocados y que si se proyecta en junio es, justamente, porque hay elecciones. Junts, por su parte, sí que piensa acudir a una cita que tacha de "huida hacia adelante" con "tufo electoralista" tras el "fracaso" de la mesa de diálogo. El portavoz del partido, Josep Rius, ha hurgado en que el acuerdo de claridad ha sido rechazado tanto por la mayoría del Parlament como por la Moncloa y han emplazado a los republicanos a reunir a los partidos independentistas para acordar la "culminación del 'procés'". Tampoco la propuesta ha convencido a la CUP, que lamentan que la “solución pase por un pacto con el estado español” y piden a Aragonès “aceptar la realidad” y no caer en el “autoengaño”. 

'Focus group'

Más allá de los partidos, para celebrar el debate ciudadano, el Govern adoptará una herramienta novedosa en cuestiones públicas, pero no tanto en la comunicación política. Se utilizará algo tan propio del márqueting como el 'focus group'. Así, el Executiu sobre el mapa no oficial a nivel de Estado de veguerías catalanas, cada una de ellas formará un grupo de 100 personas, que serán elegidas con el fin de que el conjunto represente fielmente el conjunto de ese territorio.

Con todas las aportaciones, se emitirá un informe final que será aprobado por el Govern y que será, en la práctica, la propuesta catalana para solucionar el conflcito político. Ello sucederá a inicios del 2024. Es decir, cuando la Moncloa esté a punto de conocer si tiene o no nuevo realquilado. O dicho de otro modo, la negociación de una posible investidura de Pedro Sánchez con ERC, si las urnas dibujan ese escenario, se realizaría con esa sombra de la inminente propuesta catalana.

¿Y si quien obtiene plaza en la Moncloa es Alberto Núñez Feijóo? "La voluntad de los catalanes de solucionar mediante el voto el conflicto no van a desaparecer en función de quien gane las elecciones"; señaló el 'president'.