Carrera a las urnas

Yolanda Díaz se lanza a por un caladero socialista de medio millón de votos

MULTIMEDIA I La atomización a la izquierda del PSOE: Yolanda Díaz lanza su candidatura a las elecciones generales con el objetivo de 'sumar' un espacio dividido

La vicepresidenta segunda lleva meses avisando de que no quiere quedarse en una "esquinita" a la izquierda del PSOE

Díaz lanza una campaña para financiar con donaciones su carrera electoral

Díaz lanza una campaña para financiar con donaciones su carrera electoral

Miguel Ángel Rodríguez

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Cuando los primeros desplantes entre la dirección de Podemos y Yolanda Díaz ocurrían en los últimos meses de 2021, en la dirección del partido morado se asumía que la distancia que iba marcando la vicepresidenta segunda era estratégica. Fuentes de la cúpula morada entendían que la ahora líder de Sumar buscaba ampliar la base de votantes por la derecha, invadiendo el espacio del PSOE. La táctica ha acabado molestando (y mucho) a Podemos, pero está dando sus frutos. Existe cerca de medio millón de votantes socialistas que ven con buenos ojos a la vicepresidenta y que son el objetivo de Díaz ahora que ya se ha lanzado a la carrera electoral.

"Yo no quiero estar a la izquierda del PSOE, le regalo esa esquinita", aseveró la líder de Sumar en diciembre de 2021, cuando su proyecto aún estaba en una fase muy incipiente. En aquel entonces, Díaz ya era consciente de que por la izquierda no podía seguir creciendo. Hace no tantos meses, reiteró que no quiere quedarse en "la esquinita del tablero", sino ocupar "la centralidad de lo social". Por lo pronto, los datos del microdatos del CIS avalan estas intenciones. Según el barómetro de marzo, se ha producido un trasvase de 210.000 votos del PSOE a Sumar (y los distintos partidos llamados a aliarse).

Pero la cifra podría ser aún mayor, rondando el medio millón de electores socialistas. A la pregunta de a quién prefieren como próximo presidente del Gobierno, un 10% de las personas que escogieron la papeleta del PSOE en 2019 han respondido que a Díaz, en lugar de a Pedro Sánchez. Además, como viene siendo habitual desde que el CIS pregunta por su persona, la vicepresidenta sigue siendo la mejor valorada, con un 4,89. No obstante, una cifra alejada del 5,36 que obtuvo en marzo del pasado año.

Necesaria para sumar

Desde que Díaz dio el pasado domingo el pistoletazo de salida a su candidatura, en el ala socialista del Gobierno han aplaudido este paso adelante. En el PSOE son conscientes de que sin una opción electoral fuerte a su izquierda no será posible revalidar el Gobierno de coalición. "Es una muy buena noticia para España, para todos los votantes progresistas, que todas esas fuerzas políticas variadas que están a la izquierda del PSOE se organicen y vayan unidas a las elecciones", aseveró el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.

No obstante, ya hay entre las filas socialistas que ve un peligro en Díaz. Sobre todo, atendiendo a un posible trasvase de votos. En este sentido, aseguran que hay que medir cuidadosamente el espacio que se cede a la vicepresidenta. Hace dos semanas, por ejemplo, la líder de Sumar intervino en la moción de censura, haciendo tándem con Sánchez. En el PSOE, además, hay otra preocupación y es cómo acabará el culebrón entre Díaz y la dirección de Podemos.

Las papeletas de Podemos

Tanto el equipo de Díaz como la dirección morada son conscientes de que concurrir a las urnas de manera separada supondría un desastre electoral, fragmentando nuevamente el voto. Sin embargo, no parece que el acuerdo vaya a llegar pronto. Después de que la cúpula de Podemos decidiera no acudir al acto de presentación de la candidatura, Díaz desmereció la importancia que podrían tener los de Ione Belarra en un hipotético éxito de Sumar.

Desde entonces, los morados se han mostrado preocupados ante el hecho de que la vicepresidenta no se haya pronunciado claramente a favor de la unidad. Además, creen que hay quien está intentando convencer a Díaz de que Podemos resta. "Esto ya lo hemos vivido, porque había voces hace cuatro años que le decían a Íñigo Errejón que tirase sin Podemos, que se presentase sin Podemos", explicó la ministra de Igualdad, Irene Montero.

En este sentido, el secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, aseguró que "un defecto de análisis" en esa estrategia. Según dijo, Podemos cuenta con "unos 2,5 millones de votantes graníticos" y estos no van a votar a otra formación política si no existe un acuerdo de coalición para aliarse con Sumar. Sin embargo, esa distancia que Díaz marca con los morados es la que le acerca a los votantes socialistas. Un difícil equilibrio que se resolverá a final de año.

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