El nuevo horizonte republicano

Pere Aragonès ata la legislatura y gana tiempo para que ERC lance su agenda por el referéndum

El partido tratará de revertir la soledad de Esquerra en defensa del acuerdo de claridad, que solo convence a los Comuns

El presidente de la Generalitat Pere Aragonès, conversa con Oriol Junqueras

El presidente de la Generalitat Pere Aragonès, conversa con Oriol Junqueras / EFE /Alejandro García

Xabi Barrena

Xabi Barrena

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"¿Cuántos diputados se necesitan para poder formar un Govern monocolor? A saber cuándo vuelve a haber otro en Catalunya". Esta reflexión de un alto cargo de ERC sirve para explicar que los republicanos creen hallarse ante una situación única en mucho tiempo. Gracias a la aprobación, el viernes, de los presupuestos de la Generalitat, y tomando en cuenta que la legislatura vence, a efectos prácticos, con el inicio de 2025, Esquerra ve el camino desbrozado para agotar la legislatura. “Si llegamos”, matiza otro distinguido cuadro del partido, consciente de que la minoría de 33 diputados garantiza sobresaltos, negociaciones arduas y varios 'vietnam' de aquí a que se termine el mandato de Pere Aragonès como ‘president’.

Estos dos años, piensan en ERC, son un tesoro que bien ha valido la pena tragarse algún sapo, como la aceptación de los macroproyectos, singularmente, de la B-40 que, con todo, “sigue siendo competencia, responsabilidad y autoría del Estado”, señala una voz del partido.

Pero, ¿tiempo para qué? El autoanálisis republicano, de cara a esta segunda mitad de la legislatura, señala que el Govern está trabajando adecuadamente lo que se conoce como el ‘día a día’. “No somos nosotros los que ponemos en riesgo los 3.000 millones de incremento de gasto, 1.000 para sanidad, por defender un casino”, señala la anterior voz en referencia al PSC, “ni los que votamos acabar con el plan piloto de la renta universal básica que tanto ayudaría a 5.000 de las personas más desfavorecidas de Catalunya”.

Falta de capilaridad

La estructura republicana, consideran, no se sostiene sobre una sola pata, la de la gestión. Además, cuando muchas de las acciones llevadas a cabo, creen que apenas han roto la burbuja político-mediática y no han llegado, por capilaridad, a la ciudadanía. De hecho, hay quien se lamenta de que la primera medida que sí ha traspasado esa barrera sea la de la gratuidad de los productos de higiene menstrual en centros públicos.

“Nos falta magia”, apunta una voz con mando en plaza que reconoce que el espacio republicano, tras llegar a la presidencia de la Generalitat, se ha institucionalizado casi por completo. Pero con la mera gestión no se ganan elecciones en Catalunya, un territorio donde hace apenas unos años todo era épica y casi mítica. “Hay que romper la idea de que el marco autonómico es inamovible. Y en estos dos años, tanto Govern como, sobre todo, partido, debe buscar esa magia, es decir, poner la locomotora sobre las vías de un objetivo querido y deseado”: el referéndum.

La ‘fase antirrepresiva’, la de los indultos y modificación del Código Penal "era imprescindible", prosigue, "pero lo que tenemos que lograr ahora es que emane de ERC que la agenda política va a ser inesquivable para el Gobierno”.

La 'vía canadiense'

Ahí está la propuesta de un acuerdo de claridad lanzada por Aragonès en el debate de política general de septiembre y la ponencia política del congreso de ERC que defendía la 'vía Montenegro'. Pero los presupuestos, aprobados dos meses después de lo que ERC esperaba, han ralentizado el alumbramiento de las bases de la iniciativa. Agarrotados ante la posibilidad de que un excesivo aventamiento del referéndum pactado enervara a los socialistas, los republicanos han guardado un estruendoso silencio. Que el viernes acabó.

La previsión era que el Govern diera los primeros pasos en cuanto al acuerdo de claridad así que se aprobaran las cuentas. El calendario obliga, ahora, a esperar a que Aragonès vuelva, el lunes 20, del viaje de nueve días que le llevará por varios países de Latinoamérica para dar el pistoletazo de salida. El objetivo era suplir con esta propuesta la ausencia de una mesa de diálogo que mantuviera viva en la retina, ya pensando en las municipales, la imagen de que hay un conflicto entre Catalunya y el Estado.

ERC ya ha empezado a maniobrar para subsanar el principal escollo con que cuenta dentro del independentismo esta propuesta de acuerdo: la soledad republicana. Como acreditó la votación parlamentaria del mismo debate de política general, ERC solo recibe el espaldarazo de los Comuns. Se impone, pues, la vuelta a las negociaciones con Junts y la CUP.

Centralidad republicana

No es casual que el viernes, justo antes de aprobar con el PSC y los Comuns los presupuestos, ERC sacara adelante una ley de muchísimo menos calado (la del ‘escoltisme’) con el apoyo de los posconvergentes y los anticapitalistas. Los republicanos quisieron proyectar así que siguen estando en el centro y forman parte de todas las rótulas, entre bloques y en el bloque independentista.

El objetivo de ERC, como ya expresó la secretaria general Marta Rovira en el congreso de Lleida, es pactar un espacio de consenso estratégico con JxCat, sin tutelas del 'expresident' Carles Puigdemont. Dicho de otro modo, el referéndum y el camino que supuestamente conduce al mismo.

De ahí que los republicanos, como publicó EL PERIÓDICO el lunes pasado, afirmen que si, llegado el caso, hay que buscar un nuevo presidente del Parlament ello suponga una “oportunidad” para abrir un nuevo diálogo con Junts, en términos estratégicos. Si se consiguiera, el primer paso, el de la unidad del independentismo alrededor de una idea, estaría dado.

ERC desea que, cuanto antes, la ciudadanía dé por hecho que el partido va a poner la carta del referéndum, de la agenda política, en toda aquella negociación de calado en Madrid. Dicho de otro modo, si se diera la ocasión de negociar una nueva investidura del presidente Pedro Sánchez, la consulta sobre la independencia, o sus pasos previos, serían sujeto de negociación para ERC. Y, desean en Esquerra, que el PSOE se convenza de que no les temblará la mano en negar el voto al socialista si no hay avances. El ‘no’ a los presupuestos de 2019, que dieron lugar a dos elecciones generales, es esgrimido por altos mandos del partido. “Los españoles pueden estar votando mucho tiempo”, resume este cargo.

Suscríbete para seguir leyendo