Nueva fase de la legislatura

Aragonés acelerará el acuerdo de claridad tras salvar los presupuestos

Multimedia | Los presupuestos de la Generalitat, de un vistazo

El Govern estudiará a fondo el traspaso de Rodalies, pondrá en marcha la policía de proximidad y hará seguimiento de las 100 medidas para potenciar el catalán

Pere Aragonès, en rueda de prensa del jueves en el Palau de la Generalitat

Pere Aragonès, en rueda de prensa del jueves en el Palau de la Generalitat / EFE/Quique García

Xabi Barrena

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La negociación presupuestaria ha consumido el 8,3% del 2023. Justo el primer mes de un año marcado por su carácter electoral. En Catalunya, al menos, ya se puede apostar que la cita con las urnas será doble (municipales, en mayo, generales, en otoño) y no triple (las catalanas no serán necesarias). Con el pacto presupuestario en el bolsillo, el 'president' Pere Aragonès se dispone a abandonar la marcha lenta que llevaba impreso su Govern, en espera de las nuevas cuentas, y prepara ya la respuesta a la inevitable pregunta: ¿Y ahora qué?.

Todos los partidos hacen partidismo. Pero la forma de llevarla a cabo por parte de aquellos que participan de un gobierno se llama gestión. De ella depende que el electorado renueve o revoque la confianza depositada. Máxime a tres meses del inicio de la campaña electoral de las municipales. El plan de Aragonès pasa por las dos patas que caracterizan su mandato. El ‘procés’, con la incierta travesía por el desierto que inicia este 2023 la mesa de diálogo, precisamente, por la sucesión de contiendas electorales, y la gestión del día a día.

El primer punto es, en esta ocasión, de singular importancia. Tras haber bailado más o menos pegados con el PSOE (Presupuestos Generales del Estado y reforma del Código Penal, sobre todo) y con el PSC (cuentas de la Generalitat), ERC precisa un distanciamiento inmediato del PSC. En la misma proporción, claro está, que la que necesitan los socialistas de los republicanos, cada uno con la vista puesta en su nicho de electores.

Nada como apostar, piensan en Esquerra, por un referéndum para distanciarse del PSOE y del PSC. Y a su vez, nada como mentar el objetivo último, la independencia, para desmentir las críticas de Junts de abandono de la lucha por la desconexión. Ya con esa intención lanzó en diciembre ERC la propuesta de un acuerdo de claridad entre partidos y entidades catalanas para hacer un referéndum pactado. Y la demora de la rúbrica del pacto de los presupuestos ha echado ya el tiempo encima a ERC. La intención era y es llegar a mayo con no solo la idea en marcha, sino ya con las primeras concreciones.

A no tardar, el ‘president’ realizará el nombramiento (uno o dos) de los responsables de la oficina de coordinación del acuerdo de claridad para llevar adelante la tarea, tanto dentro de Catalunya, como hacia la comunidad internacional. Este responsable, junto con un reducido equipo, fijará el calendario a seguir. Pero sabiendo que este acuerdo de claridad prevé dos grandes fases, el diálogo interno en Catalunya y, luego, su traslado al Gobierno, se deduce que este 2023 se empleará en tratar de ilusionar a los independentistas para que participen del debate. 

El traspaso de Rodalies

En las próximas semanas, además, el Executiu nombrará una comisión de expertos que deben determinar tanto los pasos técnico-jurídicos que deben avalar el traspaso de Rodalies, como el importe económico que debe acompañar dicha transferencia. “Esta es la primera vez desde 1981 que ERC lidera la Conselleria de Territori y tocaba una tarea de profundización en asuntos clave como Rodalies”, explica una fuente del Govern.

El tercer punto en la lista de deberes autoimpuestos por Aragonès es la puesta en marcha de “programas con equipos transversales y multidisciplinares” que pueden afectar a varias ‘conselleries’ y a varios escalafones dentro de un mismo departamento (el gabinete jurídico, el de planificación, el de comunicación, por ejemplo), con el objetivo de aligerar la tramitación. Es decir, programas ‘anti-burocracia’ y que nacen de la singularidad de que este es un Govern monocolor.

El primero de estos programas es la instalación de placas fotovoltaicas en equipamientos públicos. Afecta a las ‘conselleries’ de Acció Climática y Territori (por la parte de infraestructuras) y, en un segundo nivel puede alcanzar a Educació, Justícia y Salut, por ejemplo, si los edificios donde se interviene son escuelas, cárceles y hospitales. 

También es inminente la creación de la primera policía de proximidad. Se empezará en una localidad de las comarcas de Barcelona y si bien el programa afecta solo a la Conselleria de Interior también participarán los equipos municipales de las poblaciones afectadas.

El Executiu pondrá en marcha tres programas 'trasnversales': la policía de proximidad, placas fotovoltaicas y seguimiento de las 100 medidas para potenciar el catalán

El tercer objetivo es la de crear un grupo que lidere las 100 medidas para potenciar el catalán, en todos los ámbitos, es decir, con afectación en todos los departamentos, que aprobó el Consell Executiu en su reunión extraordinaria celebrada en la sede del Institut d’Estudis Catalans, el 29 de noviembre. 

La prórroga y el adelanto electoral

La planificación de los siguientes pasos estaba establecida antes del pacto con el PSC. En el Govern hay gran sensación de alivio por la futura aprobación de los presupuestos, Y ahora, a toro pasado, algún 'fontanero' republicano expone la cruda realidad que se manejaba en los despachos nobles Palau de la Generalitat. Y es que, en las horas más graves de desencuentro con los socialistas, el adelanto electoral contaba con las mismas opciones que la mera prórroga presupuestaria, si no había acuerdo. “Era muy difícil proyectarse hacia el futuro sin unas cuentas aprobadas. El país no se podía permitir ni una cosa ni la otra”, admiten.

Los republicanos se comprometen a cumplir el pacto con el PSC, aunque alguno matiza con ironía: "Cumpliremos como suele cumplir el PSOE"

En las próximas semanas, asimismo, se adaptarán estos 'deberes' al pacto con el PSC. Las fuentes republicanas consultadas aseguran todas, sin atisbo de duda, que el “pacto se cumplirá”. Aunque haya alguna de estas voces que, con una media sonrisa, apunta: “Cumpliremos…como cumple el PSOE lo pactado”.

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