Tras la ruptura con ERC

La nueva etapa del Parlament con Junts en la oposición

La sesión de este miércoles, la primera desde el divorcio en el Govern, visibilizará la minoría con la que Aragonès pretende continuar la legislatura

Barcelona 5/10/2022 Política Sesión de control en el Parlament con preguntas al President Pere Aragonès En la foto, Pere Aragonès, Laura Vilagrà y Albert Batet de Junts .

Barcelona 5/10/2022 Política Sesión de control en el Parlament con preguntas al President Pere Aragonès En la foto, Pere Aragonès, Laura Vilagrà y Albert Batet de Junts . / FERRAN NADEU

Sara González

Sara González

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Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero para analizar la nueva etapa que se vivirá en el Parlament a partir del pleno de este miércoles, el primero después del divorcio entre ERC y Junts en el Govern, habrá que poner el foco en la estampa que estrenará el hemiciclo y, también, en la inflación verbal.

Porque el regreso de los posconvergentes a una oposición que no conocen desde hace una docena de años no solo se visibilizará en la bancada de la primera fila repleta únicamente de 'consellers' republicanos, sino también en el reposicionamiento de las intervenciones de los ya exsocios y los decibelios en los debates, muy especialmente en las sesiones de control al Executiu y al 'president'.

Vuelve la bronca de alto voltaje -si es que alguna vez se fue-, un clima en el que no solo Junts, sino también el resto de la oposición, buscará visibilizar que Pere Aragonès no tiene más aliados que los 33 diputados de ERC.

Sin los 'exconsellers' de Junts

Este será el primer pleno para los 'consellers' que tomaron posesión la semana pasada y también el primero en que no están los que fueron cesados por Junts. Ninguno de ellos es diputado, por lo que ni siquiera participarán ya del debate. Los representantes del grupo que preside Albert Batet continuarán ocupando los mismos escaños, justo detrás de los de ERC. No se prevé tampoco cambio de despachos, por lo que dos grupos seguirán siendo vecinos de pasillo.

Estas cuestiones más logísticas de alto valor simbólico se pactan al principio de la legislatura y no serán modificadas. Lo que sí que es impepinable es que a partir de ahora Junts, como segundo partido de la oposición, intervendrá siempre justo después del PSC y antes que Vox, mientras que ERC será, como único grupo que apoya al Govern, quien cerrará las intervenciones.

Si un hilo conductor habrá de derecha a izquierda y entre independentistas y constitucionalistas será el de tratar que Aragonès note la soledad sobre su espalda. La reunión de la Junta de Portavoces de la semana pasada ya fue un aperitivo de lo que será el Parlament en el arranque en esta nueva etapa, marcada por el ring de la negociación de presupuestos en todas las instituciones.

Trifulcas para fijar la orden del día de los plenos, iniciativas pensadas más que nunca como torpedo al rival, ERC con dificultades para falcar su agenda y, a petición del PSC, que buscará cobrarse el desdén del 'president' por vetarlos en grandes acuerdos como las cuentas, sesiones más largas porque ya no se aplicará el entente para dedicar menos minutos en los debates de decretos del Govern y las leyes. "Es evidente que las cosas han cambiado. Junts está rabioso y ERC no quiere ayuda. Palomitas", resume un veterano diputado.

Debate crispado

Si esa crispación se da en las reuniones entre bambalinas, cabe esperar que sea mayor cuando el debate sea público. De hecho, el pleno se iniciará el miércoles por la mañana con la comparecencia de Aragonès para explicar los cambios en el Govern e irá seguida de la sesión de control a los 'consellers' y al 'president'.

A la tensión por el estreno de Junts en la oposición se sumará ya no solo el bloqueo por los presupuestos, sino la destitución del ya excomisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Estela. Aún coletea también el polémico 16% de ejecución presupuestaria del Gobierno en este primer semestre y la finalización el próximo viernes del plazo para presentar enmiendas a la totalidad a las cuentas del Estado con todas las miradas sobre ERC.

Además del ring en el que se convierta el debate, con capítulos destacados como la interpelación de Junts al Govern para preguntarle sobre la continuidad de la legislatura estando en minoría o la propuesta de ley del audiovisual presentada por los posconvergentes para impugnar la que ERC acordó con el Gobierno, el balance de las votaciones acabará siendo la prueba del algodón de los estragos de la ruptura de la coalición independentista.

Lo que no cambiará en el Parlament es que Laura Borràs continuará siendo la presidenta suspendida de la institución y, por lo tanto, la interinidad de la jefatura de la Cámara se prolonga 'sine die'. Descartada por dudas jurídicas la revocación a través del reglamento, la situación está a merced de un pacto político que se prevé imposible porque ni la dirigente piensa dimitir ni tiene la presión de Junts para que lo haga. Mientras tanto, dos de sus principales asesores ya han sido recolocados. Su exjefe de prensa es ahora asesor del grupo parlamentario y su exjefe de gabinete asesor en la Diputación de Barcelona.

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