Divorcio independentista

Plenos más largos y trifulcas por el orden del día: la ruptura del Govern impacta ya en el Parlament

La reunión de la Junta de Portavoces ha sido el primer escenario de la oposición sin tregua que Junts, en esta ocasión con apoyo del PSC, ejercerá contra ERC

La junta de portavoces, reunida este martes en el Parlament

La junta de portavoces, reunida este martes en el Parlament / ACN

Sara González

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La reunión de la Junta de Portavoces, el órgano que en el Parlament fija las órdenes del día del pleno, se preveía anodina e insípida. Otra más de tantas. Pero Junts se ha encargado de visibilizar que nada será como antes y que todo será como nunca para ERC, ahora al frente del Govern en solitario. La portavoz posconvergente, Mònica Sales, ha sido la encargada de mostrar con qué artillería no darán tregua a los republicanos. Nada más empezar la cita, ha puesto sobre la mesa que la proposición de ley audiovisual, un torpedo para sus exsocios después de haber negociado la de la Moncloa, entre en el menú de debate de la semana que viene. Al PSC le ha parecido una gran idea y los 'comuns', que otras veces han salido al rescate de ERC, han mirado hacia otro lado.

"ERC se ha quedado sola. Por primera vez, ha constatado que tiene 33 diputados", coinciden dirigentes de distintos grupos de la oposición. "Junts ha ido a por todas y el PSC se ha apuntado", explican a EL PERIÓDICO fuentes conocedoras del transcurso de la reunión. Poco han podido hacer los republicanos Alba Vergés, vicepresidenta con funciones de presidenta de la cámara, y Jordi Orobitg, en nombre del grupo parlamentario, para frenar un envite que había sido puesto en 'stand by' durante más de un año y que ahora ha recabado una amplia mayoría para que llegue ya al hemiciclo. "Los nervios eran palpables", relatan fuentes de Junts, que desde el atril de las ruedas de prensa han vuelto a reclamar a Pere Aragonès que se someta a una cuestión de confianza antes de negociar los presupuestos.

Evidenciar la "sociovergencia"

La propuesta del grupo que preside Albert Batet pretende impugnar el acuerdo que ERC alcanzó con el Gobierno para aumentar la presencia del catalán en las plataformas audiovisuales, un ejemplo perfecto para que el PSC y los 'comuns' puedan hurgar en cómo en el Congreso los republicanos sí que negocian con los socialistas mientras los vetan en Catalunya. Lo que voten finalmente en la ley propuesta por los posconvergentes ya es otro cantar. "Les tocaba a PSC y CUP hacer propuestas de ley, según el orden orientativo, pero el PSC ha pasado su turno y se lo ha cedido a Junts", explican fuentes de ERC, que señalan que ha quedado "en evidencia la sociovergencia".

La jugada se ha repetido después con la propuesta, en este caso, de la CUP. A raíz del acuerdo sellado en el Parlament para proteger el modelo de inmersión en la escuela, los anticapitalistas plantearon una modificación de la ley de educación para blindar el catalán como "única lengua vehicular" que también ha sumado apoyos para colarse en el orden del día del pleno de la semana que viene. De nuevo, un pacto que aglutinó el apoyo tanto de los republicanos como de los socialistas, Junts y 'comuns' y que precisamente Salvador Illa ha puesto siempre como ejemplo de los "grandes consensos" que deben tejerse entre los grupos en carpetas como la de los presupuestos.

Por contra, el proyecto de ley de estadística que ERC llevaba bajo el brazo ha acabado entrando por los pelos en el pleno de la semana que viene. De hecho, ha acabado incluido porque finalmente la sesión será de tres días en lugar de dos. La guinda del pastel la han puesto los socialistas, que han dejado claro que, a partir de ahora, quieren agotar todos los tiempos de intervención y no escatimar ni un segundo. Es decir, que se cumpla el reglamento y se ponga fin a la entente que había entre los grupos para agilizar las sesiones y consumir menos minutos en los debates de decretos del Govern y las leyes. Vuelven pues las versiones expandidas de los plenos y la trifulca hasta en las cuestiones más rutinarias.

"Ningún problema por nuestra parte en debatir y, si así se considera, tramitar las leyes que han entrado", esgrimen desde ERC quitando hierro a su situación. Aún con la resaca de la toma de posesión de los nuevos 'consellers' y las sillas calientes de la bancada del Govern donde se sentaban los de Junts, el Parlament empieza a prepararse para ser el principal escenario de los estragos de la ruptura independentista.

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