Relevo en el Ejecutivo catalán

Pere Aragonès inicia el cerco a Junts para aprobar los presupuestos sin dar portazo al PSC

Los posconvergentes hurgan en la minoría del Govern e insisten en que el ‘president’ debe someterse a una cuestión de confianza

Los nuevos 'consellers' toman posesión en el Palau de la Generalitat

Los nuevos 'consellers' toman posesión en el Palau de la Generalitat. /

Xabi Barrena
Fidel Masreal
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Pere Aragonès hizo este martes su particular 'como decíamos ayer'. Si en el primer Consell Executiu tras las vacaciones, con el ultimátum de Junts aun fresco sobre la mesa, fijó como prioridad la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para el 2023, seis semanas después, y con motivo de la presentación del nuevo Govern, volvió a las cuentas y a su importancia. Aragonès parte ahora de más atrás, pues a diferencia de agosto ya no cuenta de salida con Junts para su aprobación. Y por ello se empleó a fondo en intentar someter a los posconvergentes a la máxima presión posible. Su frase, "no se entendería, y sería una irresponsabilidad, que Junts, que ha elaborado estos presupuestos, no les diera apoyo", se prefigura como punto de arranque de cualquier argumentario republicano.

El intento de 'pressing Junts' fue tan entregado que no permitió, siquiera, que el personal se distraiga con otras opciones. Es decir, con los socialistas. No quiere Aragonès que el eventual 'no' de Junts a las cuentas pase como algo asumido e, incluso, razonable. Por lo demás, el 'president' dejó claras su preferencias: la negociación con aquellos que dieron apoyo a su investidura, Junts y la CUP, o bien a los presupuestos de este 2022, los 'comuns', excluyendo, por tanto y en una primera fase, al PSC. .

Eso sí, sea porque no quiso que la atención se dividiera entre posconvergentes y socialistas, sea por aquello de 'nunca digas que de esta agua no beberé' Aragonès evitó todo intento de los medios comunicación congregados en el Palau de la Generalitat por que vetara o no al PSC en la partida presupuestaria. En ningún momento lo descartó explícitamente. No siguió, por tanto, la contundencia de su presidente de partido, Oriol Junqueras, quien el sábado aseveró que no se pactaría con quien "aplaudió hasta la carne viva en las manos la encarcelación" de los políticos independentistas.

""No se entendería y sería irresponsable que JxCat se descartase de unos presupuestos hechos por JxCat" /

Pere Aragonès

— 'President'

Fuentes republicanas quisieron quitar todo el hierro a la obvia disparidad, como mínimo, de tono. "Se trata de un reparto de roles, cada uno con sus matices. El 'president' adopta un tono más comedido e institucional y Junqueras presiona al PSOE". Aragonès, además, para cerrar el círculo de opciones, aseveró que hay mecanismos para que, con unos presupuestos prorrogados, el Govern, vía Parlament, emplee los 3.100 millones de euros que el Consejo Político Fiscal y Financiero acordó como liquidación del sistema de financiación para Catalunya el pasado julio..

La réplica de Junts

El encargado de replicar a la presión de Aragonès fue el que se ha convertido en máximo representante institucional de Junts, Albert Batet, líder del grupo parlamentario. "Antes de hablar de presupuestos el 'president' ha de resolver la confianza que tiene su Govern en el Parlament", esgrimió el dirigente de JxCat, que dedicó su intervención exclusivamente a cargar contra el nuevo Ejecutivo ("viejo" y "autonomista", según el argumentario de Junts) y a subrayar la minoría en la que queda ERC en el Parlament.

"Primero hemos de ver si ERC se aclara o no porque Junqueras vetaba al PSC y se abría a prorrogarlos, hoy Aragonès contempla que se aprueben con Junts y la CUP, se tendrán que aclarar entre el señor Junqueras y el señor Aragonès", atacó. Y en relación a la apelación del 'president' a la responsabilidad de Junts, aseguró: "Hemos de ser responsables, rigurosos, el 'president' cesó al vicepresidente y tuvo ocasión de manifestar su compromiso con el pacto" de legislatura. "Ha habido un cambio radical de orientación política", añadió.

Con todo, esta vez Batet evitó afirmar que el Govern carece de legitimidad -como ha afirmado reiteradamente la presidenta del partido, Laura Borràs- y lo tachó de "débil". Junts promete, según el argumentario citado, una "oposición constructiva" pero se prepara para un choque frontal, como se vio ya en las decisiones de la Mesa del Parlament y en las afirmaciones de los dirigentes del partido. Tanto es así que siguen viendo como una hipótesis la convocatoria de elecciones anticipadas.

Lo que si mostró Aragonès es reflejos para evitar una posible envolvente socialista por la que se pusiera sobre la mesa el apoyo cruzado de unos y otros a las cuentas de la Generalitat y a las del Estado. Preveía el 'exconseller' de Economia, Jaume Giró, que el Govern aprobara el proyecto de presupuestos el próximo día 18 y dar inicio, después al trámite parlamentario. SI se hubiera realizado así, las cuentas catalanas apenas irían 15 días por detrás, semana arriba, semana abajo, de las cuentas del Gobierno, a las que les dio el visto bueno hace ocho días.

"Es una irresponsabilidad gobernar con el Govern más débil de la historia de Catalunya"

Pere Aragonès

— Albert Batet. Presidente grupo parlamentario de Junts

El 'president', pese a certificar que las cuentas de Giró están "prácticamente" elaboradas, si anunció que el nuevo equipo de la Consellera d'Economia, Natàlia Mas, "precisará de un "tiempo para profundizar en el proyecto y cerrarlo". Ello provocará con toda seguridad que, a diferencia de este ejercicio, no habrá nuevas cuentas a 1 de enero del 2023. Lo que se llama ganar tiempo y separar una negociación, la de Madrid, de la otra, la catalana

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