PLENO EXTRAORDINARIO EN LA CÁMARA BAJA

Sánchez aparca los Presupuestos de este año y anuncia unos de "reconstrucción" para el 2021

Juan Ruiz Sierra

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Pedro Sánchez quiere a todos los partidos a su lado. De EH Bildu a Vox, pasando por el PP y ERC. A todos. Durante su comparecencia para rendir cuentas sobre la declaración del estado de alarma frente a la pandemia del coronavirus, el presidente del Gobierno, ante un Congreso prácticamente vacío para evitar la propagación de la enfermedad, ha anunciado este miércoles que presentará unos Presupuestos de "reconstrucción social y económica" (los que están en vigor siguen siendo los aprobados por el PP en el 2018) y ha pedido apoyo a la oposición. Pero esta iniciativa, ha continuado el líder socialista, no se aprobará hasta que haya pasado la crisis. Es decir, serán los del "año que viene", ha aclarado el jefe del Ejecutivo en su segundo turno de intervención.  

"El Gobierno presentará unos Presupuestos de reconstrucicón social y económica. Queremos contar con el apoyo de todas las fuerzas políticas. Lo haremos cuando hayamos superado el virus. Tiempo habrá de hacer oposición. Serán unos Presupuestos extrasociales. Debemos ir hacia la protección de nuestro Estado del bienestar, hacia el fortalecimiento de nuestros sistema público y de la economía", ha comenzado diciendo Sánchez, que ha calculado que la lucha contra el Covid-19 durará entre dos y tres meses. "El 2020 no tendrá 12 meses, sino diez o incluso nueve", ha señalado el jefe del Ejecutivo, que ha trasladado optimismo ha medio plazo ("lo superaremos") y pesimismo a corto. "Lo peor está por llegar", ha advertido, en referencia a las próximas cifras de contagiados y muertos. Según los datos conocidos este miércoles, ya han sufrido el Covid-19 en España 13.716 personas (probablemente habrá muchas más, con síntomas leves), de las que más de 550 han fallecido

"Llamo en primer lugar a la unidad política. Una pandemia de estas características no distingue mapas, colores, ni ideas. Debe ser combatida por todos desde la unión y la responsabilidad colectiva (…). Debemos esmerarnos por estar a la altura de nuestros ciudadanos, contribuyendo con la máxima altura de miras y sentido de Estado", ha insistido.

Las críticas

La oposición, en su conjunto, ha evitado hasta ahora respaldar al Gobierno. Las comunidades autónomas gobernadas por el PP han tendido a no caer en las críticas, pero el líder de este partido, Pablo Casado, ha acusado en los últimos días a Sánchez de caer en la "negligencia" al haber tomado decisiones como autorizar la marcha del 8M en Madrid, cuando el virus ya avanzaba imparable por la capital. Este miércoles, sin embargo, Casado Casado ha limado la dureza de su discurso y ha ofrecido su "apoyo" a Sánchez, sin concretar si esta actitud se extiende a los futuros Presupuestos. Aun así, ha anunciado que pedirá una investigación sobre la respuesta del Ejecutivo cuando esta situación excepcional haya pasado. 

 <strong>Vox </strong>no ha escatimado fuerzas a la hora de pedir dimisiones: de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, mensajes en los que ha insistido durante el pleno el portavoz parlamentario del partido ultra, Iván Espinosa de los Monteros. 

Y en el otro extremo, los partidos independentistas catalanes y el PNV se han venido quejando de la "recentralización" que supone el estado de alarma decretado, donde todas las administraciones quedan bajo el mando del Ejecutivo para luchar contra el virus. Gabriel Rufián, de ERC, ha sido uno de los portavoces más duros, pero no se ha centrado tanto en la declaración de alarma como en la tardanza en tomar decisiones. "Tenemos al país en la UCI y el médico se acaba de enterar", ha dicho el republicano, que ha pedido "menos unidad patriotera y más Sanidad de calidad", "menos Guardia Civil y Ejército y más recursos al personal sanitario". El tono del nacionalista vasco Aitor Esteban ha sido distinto. "No es tiempo de reproches", ha dicho el portavoz del PNV, que ha propuesto la creación de un sistema europeo de alertas sanitarias. 

Durante la réplica, Sánchez ha evitado entrar de lleno en las cuitas políticas, pero tambíen ha lanzado alguna crítica. Con Casado ha sido muy suave: "Le agradezco su apoyo". Con Espinosa de los Monteros, ha aplaudido primero su respaldo al decreto de alarma, pero después, ante los continuos mensajes del portavoz de extrema derecha subrayando que su partido ya propuso con antelación las medidas que el Gobierno adopta ahora, el líder socialista ha dicho: "La soberbia es incompatible con el conocimiento y necesitamos mucha humildad".

El jefe del Ejecutivo también se ha detenido en Rufián, que había pedido iniciativas más drásticas de confinamiento. "Esto no es una competición por ver quién asume y toma las medidas más extremas. Se trata de ser lo más eficaz posible", le ha contestado al portavoz de ERC. Y en una frase que también ha hecho extensible a JxCat y al PNV, Sánchez ha subrayado, frente a las quejas de que la alarma resta competencias a los territorios, que el Gobierno "reivindica el Estado autonómico", porque "hay que reforzar los sistemas de salud pública que están en manos de las comunidades".

Desde Unidas Podemos, que forma parte de la coalición en la Moncloa, <strong>Pablo Echenique </strong>ha defendido al Ejecutivo, al igual que ha hecho la socialista Adriana Lastra. Laura Borràs, de JxCat, e Inés Arrimadas, de Cs, han optado por no participar en el debate, como medida de prevención frente a la enfermedad. 

'Coronavirus hoy'

Nunca antes se había visto un <strong>pleno del Congreso tan vacío.</strong> Apenas 30 diputados, incluyendo a los miembros del Ejecutivo, han asistido presencialmente a la comparecencia del presidente. El coronavirus se ha extendido por el arco parlamentario igual que por el resto de ámbitos laborales, y varios de los reprentantes de la Cámara baja, como Irene Montero (Podemos, también ministra de Igualdad) y Santiago Abascal (líder de Vox), han dado positivo. Así que, para evitar contagios y no pudiéndose celebrar en la Cámara baja debates telemáticos, porque su reglamento no lo permite, la presencia en los escaños se ha reducido al mínimo, con la inmensa mayoría de diputados siguiendo a través de las pantallas de sus casas. "Es una sensación rarísima", ha explicado una representante del PSOE desde su salón. Entre los que han estado el hemiciclo había incluso un diputado con mascarilla: José María Sánchez, de Vox. Y tras cada intervención de un portavoz la tribuna ha sido limpiada por una trabajadora llamada Valentina Cepeda, que ha recibido aplausos de todo el hemiciclo. 

El "sesgo de retrospectiva"

"El ser humano sucumbe con frecuencia al sesgo de retrospectiva. Con lo que sabemos hoy, el mundo no habría actuado como lo hizo ayer. Se decretó el estado de alarma cuando existió la certeza de que era imprescindible", ha continuado Sánchez, admitiendo así la tardanza en tomar medidas, pero dejando claro, como hace en cada comparecencia, que sus acciones siempre han estado guiadas por las recomendaciones de los "científicos".

La intervención de Sánchez ha estado guiada por un mensaje: la necesidad de reforzar el Estado del bienestar. "Estamos ante un reto sin precedentes, que nos obliga a tomar medidas excepcionales. El virus ha cambiado nuestra forma de pensar, de organizarnos, de convivir. Siega vidas humanas y arrolla también empresas. El virus nos sitúa ante la incertidumbre sobre nuestro futuro. Nunca hemos vivido nada igual. La sociedad se encuentra librando una guerra para defender lo que ya dábamos por hecho", ha insitido.

Por eso, cuando todo esto "pase", se constituirá una "comisión de estudio sobre el estado de la sanidad, que elabore propuestas sobre ajustes y cambios que se consideren necesarios". El objetivo, "proteger nuestro sistema de salud y reforzar el Estado del bienestar".

Las medidas económicas

Sánchez, que el martes admitió que "caben errores" ante el virus porque "no existen certezas absolutas", se ha detenido en las principales medidas que trae consigo el actual estado de alarma y ha defendido el "escudo económico y social" aprobado por el Consejo de Ministros. El plan pretende movilizar 200.000 millones de euros (117.000 de ellos provenientes de las arcas públicas) para apoyar a las empresas y los colectivos más vulnerables.  

La iniciativa, que según el líder socialista supone "la mayor movilización de recursos públicos y privados de la historia democrática" y fue recibida el martes por la Bolsa con una subida del 6,41%, incluye también una moratoria en el pago de hipotecas y suministros, la prórroga automática del bono social a los hogares beneficiarios, la flexibilización del gasto de los municipios y la autorización de los expendientes de regulación temporal de empleo (ERTE).