La oposición considera cosmético el cambio de nombre de CDC

Arrimadas entiende la refundación como un "lavadito de cara" y Albiol resume que "aunque la mona se vista de seda, mona se queda"

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El congreso fundacional de CDC de este fin de semana ha concluido con el cambio de nombre del partido, que ha pasado a denominarse Partit Demòcrata Català (PDC). Una modificación que la mayoría de partidos de la oposición han considerado meramente cosmética.

ICV RECLAMA UNA RENOVACIÓN REAL DE CDC

La coordinadora de ICV, Marta Ribas, ha advertido al Partit Demòcrata Català (PDC) de que una renovación no es solo hacerse un "'lifting'" y que el congreso "no es una lavandería donde puedas lavar todas tus sábanas". Al mismo tiempo, la dirigente ecosocialista ha reprochado al nuevo partido que su principal preocupación sea el nombre "y no las ideas que están detrás o cómo gobernar y dar respuestas a la ciudadanía". En este sentido, ha propuesto que la renovación suponga una reflexión hacia "un sistema político sano y limpio", algo que ve incompatible con la continuidad de Artur Mas al cargo de la presidencia. 

C's CRITICA LA INALTERABILIDAD EN LAS PROPUESTAS

La líder de Ciutadans en Catalunya y jefa de la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas, ha continuado con la metáfora estética utilizada por Ribas y ha calificado la refundación de CDC de "lavadito de cara". Arrimadas ha asegurado que es únicamente una cuestión de nomenclatura, pues se trata "del mismo partido, con las mismas personas y los mismos casos de corrupción en los tribunales".

En este sentido, la dirigente del partido naranja ha asegurado que "Mas debe estar muy contento, pues se habla del cambio de nombre de CDC y no de los casos de corrupción que afectan aún a su cúpula". Arrimadas también ha criticado que el PDC mantenga "el mismo planteamiento de romper con España y con la UE, sin contar con una mayoría social y saltándose la ley", y ha concluido que "el cambio de nombre no hace la cosa".

PARA EL PSC SE CLARIFICAN LAS COSAS

En cuanto al PSC,  Assumpta Escarp, ha valorado que el hecho que el PDC se haya declarado netamente independentista aclara el tablero catalán. "Clarifica las propias posiciones políticas en Catalunya, donde hay personas que se sienten catalanistas pero no creen en posiciones unilaterales. Continua habiendo una masa de gente importante que defienden el diálogo, la negociación y el pacto". La secretaria de organización apunta la posibilidad de que abandonar la ambigüedad puede hacer que haya más fuga de votos de antiguos votantes convergentes. "No sé si esta declaración abiertamente independentista llevará a más catalanes a alejarse de esta opción política, ya que no la comparten".

EL PPC CALIFICA EL CAMBIO DE NOMBRE DE INSUFICIENTE

Xavier García Albiol, líder del PPC en el Parlament, ha asegurado que el cambio de nombre de CDC evidencia la "desorientación ideológica de Convergència" y ha denunciado que se trata de un proyecto "agotado" que se ha llevado a cabo para "tapar las vegüenzas de la corrupción" del partido. "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda", ha resumido Albiol.

El diputado popular ha calificado al nuevo partido como "la marca blanca de ERC" en referencia a sus propuestas independentistas y ha reconocido que la polarización de la antigua Convergència es una oportunidad para su partido. Según Albiol, toda aquella gente que en las elecciones generales votaba al PP y en las autonómicas a CDC habrían quedado ahora desamparadas.

DEMÒCRATES IMPONE CONDICIONES

Por su parte, Demòcrates de Catalunya, el partido independentista escindido de Unió, ha fijado las condiciones para no demandar al PDC debido a la similitud en los nombres de ambos partidos. El líder del partido, Antoni Castellà, ha denunciado que su partido ha topado "con la soberbia y aquello de que en política vale todo". Su partido ha transmitido al registro de partidos su propuesta para que estos "tomen las medidas correspondientes para que no exista inducción a la confusión".

Para demostrar que no existe una "usurpación del nombre", el dirigente ha exigido la diferenciación en la utilización de las siglas; la diferencia en el logotipo; evitar el color azul en la estética del partido; y no utilizar el mismo "gentilicio". "Si no se toman esas cuatro medidas, habrá quedado demostrado que había una estrategia premeditada y nos plantearemos entonces todas las vías jurídicas y políticas en relación con Convergència", ha asegurado Castellà.