Opinión | El compromiso por la movilidad

Carol Álvarez

Carol Álvarez

Subdirectora de El Periódico

Barcelona- Sídney: de los tranvías en llamas a los raíles del futuro

La despedida en 1961 del último tranvía en funcionamiento en Sídney fue de todo menos civilizada, con vagones ardiendo, en los que los historiadores recuerdan como el mayor acto de vandalismo público organizado de la nación

Trazado previsto del nuevo tranvía de Sídney, en Parramatta

Trazado previsto del nuevo tranvía de Sídney, en Parramatta / EPC

Una ciudad que se puede recorrer a pie y que lo tiene todo cerca es bastante imposible si no tienes dos buenos pulmones y tiempo. La lucha por la movilidad sostenible tiene dimensiones planetarias y urbanistas, empresarios y políticos han zarandeado los destinos de las gentes de sus ciudades en su batalla por una vida cómoda, por la conciliación entre el trabajo y la familia, por el disfrute del tiempo que nos ha sido dado. Que el tranvía en Barcelona cumpla 20 años consecutivos de servicio, con un futuro despliegue en el horizonte, es extraordinario, como lo es su pasado luminoso, que fue truncado por la fiebre por el motor. La relación de amor-odio de Barcelona con el tranvía no es una anomalía, y ese hilo que nos ata a toda la humanidad y alcanza las antípodas nos lleva también por ejemplo a una ciudad como Sídney, en Australia, que estrenó el tranvía arrastrado por caballos antes que nosotros, ya en 1879, que se modernizó antes, con una fase de vagones movidos con la fuerza del vapor y que mantuvo una formidable flota que en su era dorada generó 405 millones de viajes diarios y extendió 291 kilómetros de vías.

La rara geografía del país tenía ya entonces a su población dispersa pero concentrada en la costa, con largas distancias que recorrer para todo, y por eso quizá la apuesta ferroviaria de la ciudad del continente árido con más aires barceloneses. La persistencia en tirar vías de tren como forma principal de transporte de personas y mercancías en Australia les hizo protagonizar las historias más pintorescas, épicas y absurdas de la historia del tren, con trazados imposibles por el desierto en zonas de repente inundables, construcciones legendarias con camellos traídos de Afganistán, carrera política y descoordinada por construir antes ( lo que llevó a distintos anchos de vía que impedían la conexión entre estados), y un tranvía, en Sídney, que también sufrió los embates de la precipitación, de la moda, del mal juicio. No fue el primer atropello mortal un grave golpe a la infraestructura, ni aunque se llevara el triste hito histórico de causar la muerte del que fue considerado como el padre de la música australiana, el compositor Isaac Nathan. La primera muerte del tranvía de la exótica ciudad se la dio el coste económico de la segunda guerra mundial, y consecutivo 'boom' de la industria del automóvil, que demonizó el transporte colectivo. La despedida del último tranvía en funcionamiento en Sídney fue de todo menos civilizada, con vagones ardiendo, en los que los historiadores recuerdan como el mayor acto de vandalismo público organizado de la nación, ya en 1961.

Pero como en Barcelona, su espíritu resurgió de sus cenizas literales con la llegada del cambio de siglo. ¿Fue la conciencia climática? ¿Fue la recapacitación del interés general por los ciudadanos? Los tranvías habían cargado con la culpa del colapso de tráfico urbano ¿nos suenan estas críticas?. 

Tras la primera reimplantación de un extraño monorraíl en el centro, las líneas de tranvía han vuelto a la ciudad australiana, con un luminoso plan activo desde 2019 y que 80 años después reconectará barrios muy poblados y un despliegue que lleva a cabo, se da la circunstancia, una empresa española también responsable de la flota de tranvías implantada en la capital del país, Canberra, y Newcastle.

La apuesta por el tranvía ha regresado para quedarse, y la globalización nos permite compartir experiencias e imitar las estrategias de movilidad más sostenibles, corrigiendo errores del pasado y trazando nuevas rutas para mejorar nuestras vidas.

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