Concierto en Barcelona

Entre Perales y Springsteen

Llega a referirse el cantante de Nueva Jersey a lo bonita que ha quedado Barcelona con sus calzadas de colorines, y más de un orgasmo habría provocado

Concierto de Bruce Springsteen & The E Street Band en el Estadi Olímpic.

Concierto de Bruce Springsteen & The E Street Band en el Estadi Olímpic. / Ferran Sendra

Albert Soler

Albert Soler

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando el bueno de Bruce Springsteen gritó “Hola Catalunya” y vio que todo el mundo se ponía a chillar y que al día siguiente el manido saludo salía en toda la prensa, debió de pensar que se había equivocado. Que estaba cantando en Roma o en Helsinki -qué más da, todos los lugares son iguales desde el escenario- y metió la pata, de ahí el eco que tuvo su saludo. Tampoco hay para ponerse así, uno no pude estar en todo, reflexionó el septuagenario cantante, sin poder evitar cierto temor a que la confusión fuera debida a los primeros estragos de la edad.

Provincianos

El último concierto al que he asistido fue de José Luis Perales, en Cap Roig, y a pesar de que dijo “bona nit”, nadie se puso a berrear ni a grabar con el móvil. Lo tomamos como algo natural, no iba a saludarnos en finés. Será que los fans de Perales le suponemos a nuestro ídolo unos mínimos conocimientos geográficos, mientras que los de Springsteen lo toman por tan cateto que con solo demostrar que sabe dónde se encuentra, merece una ovación. Recuerdo que tras preguntar Perales a qué dedica el tiempo libre el tipo que le levantó a la mujer, y justo antes de contarnos que una amiga suya está harta de domingos de fútbol metida en casa, tuvo tiempo de elogiar la belleza de la Costa Brava. Así, con un par, arriesgándose a vete a saber qué reacción de los espectadores. Pues bien, puedo asegurar que el público, yo el primero, se lo tomó como una cortesía y aguardó con tranquilidad el próximo tema, a ver si canta la del velero de una puñetera vez. Sin paroxismos. En cambio, llega a referirse el otro día Bruce Springsteen a lo bonita que ha quedado Barcelona con sus calzadas de colorines, y más de un orgasmo habría provocado. Hay que ver lo provincianos que son en aquella ciudad y lo fácil que es metérselos en el bolsillo.

Perales, en cambio, nos ganó con su música, y no digamos sus letras, que encima las entiendo. Incluso me compré a la salida una camiseta con su imagen en el puesto de 'merchandising', cosa que jamás habría hecho con la de Springsteen, esa la lleva cualquiera. Además, Perales es de Cuenca, lugar hacia donde la gente mira con mucho más placer que a Nueva Jersey, de donde es natural Springsteen según he buscado en Internet, que, si no, ni eso sabría.

Suscríbete para seguir leyendo