Salón Manga Barcelona

La cantera del 'mangañol', los 'mangakas' españoles

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Anna Abella

Anna Abella

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A todos les une la pasión por dibujar manga. Unos sueñan con entrar en el difícil mercado japonés, o ya lo han logrado, como los pioneros Kenny Ruiz (Alicante, 1980), que ha recuperado personajes de Osamu Tezuka en ‘Team Phoenix’, y Ken Niimura (Madrid, 1981), con ‘Soy una matagigantes’ o la ganadora de un Eisner ‘Umami’; otros han conseguido el éxito en Estados Unidos antes de triunfar aquí, como Míriam Bonastre (Pineda de Mar, 1994) y su serie superventas ‘Hooky’ (este año, autora del cartel del Manga Barcelona que cierra sus puertas este domingo). Y muchos otros quieren hacer carrera aquí. Todos son ‘mangakas’ españoles, la cada vez más nutrida escuadra del bautizado ‘mangañol’.  

Diversos factores han contribuido a ello: el éxito sostenido y creciente del manga -difícilmente un autor no ha sido primero ‘otaku’ (fan) y lector-, las plataformas de autopublicación, el ‘crowfunding’, el premio a esta categoría del Manga Barcelona, el concurso de Norma Editorial o el nuevo premio de Arechi, escuelas que sirven de cantera, como la Joso, o la apuesta de Planeta Cómic hace cuatro años por publicar una revista que ya lleva 21 números, ‘Planeta Manga’, que no deja de aupar promesas.  

Nombres como el tándem Fidel de Tovar y Dani Bermúdez ('Liquid memories', ‘Arashiyama’), Laia López, Alba Cardona, Blanca Mira, Carlos Moreno, Eduard Balust o Jonatan Cantero siguen al pie del cañón mientras surgen nuevos talentos. Reunimos a algunos de los que firman en el salón: Ana C. Sánchez (que con ‘Limbo’ ha ganado el premio del Manga Barcelona al mejor manga de autoría española), Paloma Costa, Konata, Inma R., Carles Dalmau, Clara Martínez, y Juan Albarrán (que responde desde Japón, donde trabaja ahora. Lea aquí la entrevista completa). 

Ana C. Sánchez

Veterana de ‘Planeta Manga’, tras varios ‘webcomics’, su primer título, ‘Alter ego’, fue nominado a los premios del Manga Barcelona en 2021. Ahora lo ha ganado con ‘Limbo’ (Planeta Cómic). "Es un ‘shonen’ con elementos de ‘shōjo’ y de ‘magical girl', con un enfoque europeo: los personajes no son japoneses y los sientes más cercanos. Es lo que me gusta del manga español, porque Japón es una sociedad muy distinta de la nuestra", explica la murciana Ana C. Sánchez (1990), que no se ve trabajando en el mercado japonés. "Funciona a un ritmo demasiado frenético, prefiero la flexibilidad de Europa". De ‘Limbo’, detalla: "Es la historia de una chica que ve fantasmas y busca ‘esencias de alma’, que están en el corazón de unos monstruos. Mientras investiga la desaparición de su madre mantiene una rivalidad con otra chica que es un ángel".

Paloma Costa

Autodidacta y aficionada desde niña al anime, la gaditana Paloma Costa (1986) se ha prodigado en webcómic con su serie larga ‘Lady Lioness’ y en diseños para videojuegos. "No me atreví a hacer cómic hasta que vi la obra de Shinichi Sakamoto y la estudié a fondo para ver mis puntos débiles. Pero no me interesa el mercado japonés, que es muy inaccesible y difícil, sino el español, que me gustaría que fuera más sólido, aunque están surgiendo muchos autores y se está valorando más". En pandemia empezó el drama de época ‘La flor de otro jardín’, que le publica Arechi, y tiene el sentido de lectura occidental. "Me gusta la ambientación y la moda histórica, hago trajes y recreaciones. Y como no hay mucho manga de este tipo, creé el que me gustaría leer a mí", dice sobre esta "intriga palaciega llena de preciosismo gráfico, sobre una princesa a la que su familia condena al ostracismo y no sabe porqué. Hasta que un caballero se le acerca y le dice que investigue sobre su madre".  

Konata 

Tras el seudónimo de Konata está Andrea, que con ‘Kohva 1’ (Planeta Cómic) fue finalista del premio Emergente de la ACDCómic. "No es el típico ‘shonen’. Habla de la pérdida y la inseguridad, de experiencias que te hacen madurar, aunque también hay peleas", detalla esta barcelonesa que quiere “expandir horizontes y probar en el mercado japonés". "Me impactó ver que Kenny Ruiz publicaba en Japón, me motiva mucho ver a españoles como él, o como Juan Albarrán, llegar tan lejos".  

Juan Albarrán 

Tras empezar en el mundo de los superhéroes, el barcelonés Juan Albarrán (1975) ha logrado desde la pandemia convertirse en uno de los pocos españoles que trabajan para el mercado japonés. Se estrena con ‘Matagi Gunner 1’ (Norma), serie con guion de Shoji Fujimoto sobre un experto cazador, viudo y retirado, que descubre una consola de videojuegos y acaba formando equipo con peculiares jugadores. "El estrés es constante y el nivel de exigencia también. La atención al detalle por parte de la revista 'Morning', de la editorial Kodansha, es enorme", admite el dibujante desde Japón, donde se instaló hace seis meses por motivos familiares. "Según mi experiencia, no hay mercado con más oportunidades y potencial para ganarme bien la vida que Japón. El respeto que se tiene al mangaka merece la pena". 

Inma R. 

Bregada en ilustración, videojuegos y el mundo digital, la melillense Inma R. saltó de Webtoon, donde suma 20 millones de visitas, al papel con ‘Wild Beast Forest House 1’ (Planeta Cómic), sobre un refugio en el "bosque donde los animales salvajes se comprometen a no atacarse, creado por un personaje que odia la violencia". "En él -añade- el lector encontrará romance, colores pastel y una historia que dice que la familia es la que uno escoge, aunque no tengan tu sangre". No tiene, afirma, interés en el mercado japonés. "Creo que la gente está un poco explotada allí. A mí me gusta ir a mi ritmo. Y creo que aquí sí se puede vivir dibujando manga. Con Webtoon, el micromecenazgo de Patreon, publicando en editoriales, plataformas ‘online’…".  

Carles Dalmau

‘Soma’ es la primera obra larga de Carles Dalmau (Tossa de Mar, Girona, 1997), donde forma tándem con el veterano guionista de cómic Fernando Llor. El dibujante, con 680.000 seguidores en Instagram, donde cuelga sus dibujos, compagina la ilustración con los videojuegos y la animación. ‘Soma’, de estética manga, pero con sentido de lectura occidental, está protagonizada por Maya, una dibujante que no da abasto. "Un poco como yo, y como en mi vida no pasa nada, pensé que ojalá me visitara un alienígena, y es lo que le pasa a ella. Juntos deberán salvar la Tierra", dice Dalmau, que en parte se ha inspirado en los diseños originales de ‘La guerra de los mundos’. 

Clara Martínez

Con el BL romántico ‘Prodigy’ (con guion de Alhana Puerta), la dibujante valenciana Clara Martínez ha ganado el I premio Arechi Manga. Fan del anime y el cómic, heredó las dotes artísticas de su padre pintor. Debutó con historias cortas de terror en Planeta Manga. "En Japón, hay demasiada presión para los autores -opina-. Me siento bien en el mercado español, aunque veo complicado vivir del manga".