DÍA DE LA MADRE

El riesgo de ser madre

Madres en Gaza incapaces de silenciar el llanto de sus hijos e hijas porque literalmente se están muriendo de hambre. En Afganistán, desesperadas por no poderles dar un techo y una educación a sus hijos. O en España, teniendo que elegir entre pagar la factura de la luz o hacer una compra en el supermercado.

Rahma, en su casa de Somalia, después de dar a luz sano y salvo a su bebé en un hospital. Foto de Save the Children.

Rahma, en su casa de Somalia, después de dar a luz sano y salvo a su bebé en un hospital. Foto de Save the Children. / Save the Children

Judit Saavedra. Save the Children

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120 segundos. Esa es la frecuencia de tiempo en la que en todo el mundo se da una muerte de una mujer por complicaciones derivadas del parto o el embarazo, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud del año pasado. Cada 2 minutos, en algún rincón del planeta, una mujer muere al tratar de traer al mundo una nueva vida.

El aumento de los conflictos, las catástrofes climáticas y las emergencias humanitarias, así como la amenaza inminente de retrocesos en materia de salud reproductiva y derechos humanos, están frenando el avance hacia un mundo en el que el parto deje de ser una amenaza mortal para millones de mujeres.

Según el nuevo informe de Save the Children, Emergencia silenciosa: Mujeres que mueren para dar vida, 24 millones de madres darán a luz sin médico, comadrona o enfermera, y 28 millones lo harán fuera de un centro sanitario. En su reciente informe, la organización de defensa de los derechos de la infancia calcula que más de una quinta parte de los nacimientos de todo el mundo (22,2%) tendrán lugar fuera de un centro sanitario, y esta cifra se eleva a casi la mitad en zonas de conflicto.

Dar a luz en mitad de una guerra

Con el aumento año tras año de los conflictos en el mundo, el análisis reveló que las madres embarazadas en zonas de guerra tienen tres veces más probabilidades de dar a luz sin un médico o médica, una comadrona o una enfermera. La investigación también puso de manifiesto que casi la mitad de los partos (44%) en zonas de conflicto tienen lugar fuera de un centro sanitario, en comparación con el 15% de los partos en otros lugares.

Desde Save the Children hemos documentado numerosos testimonios de madres que están sufriendo por sus hijos con quienes viven en contextos de emergencia.

Madres en Gaza incapaces de silenciar el llanto de sus hijos e hijas porque literalmente se están muriendo de hambre tras más de 6 meses de conflicto. Madres en Afganistán desesperadas por no poderles dar un techo y una educación a sus hijos. O en Sudán, donde día tras día las madres tienen que soportar ver a sus hijos e hijas en primera línea de combate tras un año de guerra, expuestos a bombardeos y ataques.

Somalia es uno de los 10 países del mundo más afectados por los conflictos infantiles. En todo el país, sólo el 31,9% de las mujeres dan a luz con la presencia de un médico o médica, una comadrona o una enfermera, la tasa más baja de asistencia cualificada en el parto del mundo.    

Rahma, de 32 años, dio a luz recientemente en el hospital de Beledweyne, una ciudad del centro de Somalia, reabierto en octubre de 2023 con el apoyo de Save the Children tras más de una década sin funcionar a pleno rendimiento. Explica que sus anteriores partos en casa habían sido traumáticos: "Cuando di a luz a mi último hijo en casa fue duro. No pude encontrar una enfermera profesional y tuve muchas hemorragias. Fue una situación peligrosa, casi me muero". Después de un parto tan difícil en casa, pudo tener a su siguiente hijo en el hospital bajo los cuidados del equipo de comadronas: "Tras unas horas de duro trabajo de parto, di a luz a un niño sano. Nos cuidaron muy bien a los dos después del parto y, antes de salir del hospital, hablé con una enfermera sobre la lactancia materna y el apoyo que podía recibir”, señala. 

Ser madre en España, factor de riesgo de pobreza

Hoy se celebra el Día de la Madre en España y, salvando las distancias con todas esas madres que viven en las situaciones más complejas temiendo por su vida y la de sus hijos, la situación aquí tampoco es fácil. En nuestro país, ser madre sola es un factor de riesgo de pobreza. Las familias monomarentales sufren tasas de pobreza que duplican a las de las familias con dos progenitores: el 49,5% frente al 25%, respectivamente. Y esto, entre otras cosas, implica tener muchas dificultades para llegar a final de mes, no poder hacer frente a las facturas de la luz o el agua, no poder irse de vacaciones una semana al año, no poder mantener una temperatura adecuada en casa o no poder pagarle a tu hijo unas gafas para que pueda leer y estudiar sin problemas.

Protegerles del dolor, de la preocupación, del miedo… Darles seguridad y tranquilidad, y ofrecerles una buena educación, cuidado y alimentación. Las madres quieren ver a sus hijos e hijas felices y sanos. Viva dónde viva, una madre siempre querrá lo mismo para lo que más quiere.