Guerra en Oriente Próximo

Israel celebra el "cumpleaños más triste del mundo" del rehén más joven en Gaza

Los familiares de los secuestrados en Gaza lideran la oposición social contra Netanyahu

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MULTIMEDIA | Israel, evolución y origen del país de la paz imposible

Ambientación del primer cumpleaños de Kfir Bibas, el rehén de menor edad de Hamás, preparado en su asencia en el kibutz Nu Oz.

Ambientación del primer cumpleaños de Kfir Bibas, el rehén de menor edad de Hamás, preparado en su asencia en el kibutz Nu Oz. / MENAHEM KAHANA / AFP

Andrea López-Tomàs

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El azul del cielo israelí volverá a teñirse de naranja. Decenas de balones de ese mismo color se elevan con la esperanza de que Kfir Biba, el rehén más joven de Hamás, los vea y sepa que, en casa, no le olvidan. Después de más de 100 días de cautiverio, el primer cumpleaños del pelirrojo bebé argentinoisraelí ha vuelto a unir a todo un país. El llanto entrecortado de su tía abuela, Edith Silberman, en medio de la renombrada Plaza de los Cautivos de Tel Aviv representa el sufrimiento de ese centenar de familias cuyos seres queridos aún no han sido liberados. "Vivimos sólo para tratar de hacer lo que podemos para que vuelvan", explicaba en un español con marcado acento argentino a este diario. Su sobrina, Shiri Bibas, de 32 años, fue secuestrada el pasado 7 de octubre junto a su esposo, Yarden, de 34, y sus hijos, Ariel, de 4, y Kfir, de nueve meses entonces. Antes de aquel trágico sábado, nadie podría haber imaginado que el pequeño cumpliría su primer año de vida en cautividad.

El rostro de Kfir Biba está presente en cada rincón de Israel, a modo de recordatorio de su calvario. El mismo que el país comparte, pendiente de la suerte de los 136 rehenes que aún quedan supuestamente en manos de Hamás. Israel ha confirmado que 27 de ellos han muerto y algunos de sus cadáveres estarían en posesión de la milicia palestina. La mirada infantil del bebé increpa a cualquier viandante, que, con la boca pequeña, se atreve a dudar de que siga con vida. A finales de noviembre, Hamás dijo que Kfir, Ariel y Shiri habrían muerto por un bombardeo israelí durante la guerra en curso en Gaza. Su padre, Yarden, habría sobrevivido ya que fueron separados en el inicio del cautiverio. Al día siguiente, el grupo palestino publicó un vídeo informando a Yarden del supuesto deceso de su familia. "[El primer ministro israelí Binyamín Netanyahu], usted bombardeó a mi familia, mató a mi esposa y a mis hijos", reprochaba el descompuesto padre entre lágrimas.

Fiesta sin cumpleañero

El Gobierno de Israel no ha confirmado lo que ha calificado de afirmaciones "crueles" del grupo islamista y las ha descrito como "terror psicológico". Tampoco ha ratificado que sea Hamás quién mantenga a los Bibas en cautiverio, sino que señala a otro grupo sin especificar. Tal vez el uso de esa terminología sobre una "guerra psicológica" sea el único punto en común ahora mismo entre los líderes israelíes y las familias de los cautivos. Entre ellas, movilizadas desde el primer momento, hay un sentimiento de abandono y desprotección. "En toda esta tragedia, el único rayo de luz que tuvimos ha sido el apoyo de la gente de afuera y, por supuesto, del pueblo de Israel", celebraba Silberman, que perdió a su hermano y su cuñada el pasado 7 de octubre en el kibbutz Nir Oz. Allí, en lo que era una guardería, familiares de Kfir han celebrado esta semana el "cumpleaños más triste del mundo" sin el cumpleañero.

Fotografías de la familia secuestrada por Hamás de la que forma parte Kfir Bibas, el bebé que ha cumplido un año en manos del grupo terrorista.

Fotografías de la familia secuestrada por Hamás de la que forma parte Kfir Bibas, el bebé que ha cumplido un año en manos del grupo terrorista. / ABIR SULTAN / EFE

"Estamos celebrando el cumpleaños de un niño que no está aquí; le hacemos un pastel, le ponemos globos, fotos, bendiciones y todo y ya no está aquí; es una locura", dijo a Reuters el primo de Shiri, Yosi Shnaider, volcado en el activismo para su retorno. Más de tres meses después del 7 de octubre, Nir Oz ha quedado congelado en el tiempo y el trauma. Una de cada cuatro personas de su total de 400 residentes fue asesinada o secuestrada y llevada a Gaza aquel fatídico día. Más de la mitad de los capturados fueron mujeres y niños, algunos de los cuales fueron liberados a finales de noviembre. Durante los seis días de tregua, Hamás permitió la liberación de 105 civiles cautivos a cambio de la excarcelación de 240 presos palestinos que también eran mujeres y niños. En aquellos intercambios, el apellido Bibas nunca se mencionó, pese a que se priorizaron las liberaciones de las mujeres y todos los menores. 

"No tenemos vida"

Según anunció Hamás entonces, se ofreció a "entregar los cuerpos de la familia Bibas y liberar a su padre para su entierro, junto a dos detenidos sionistas", asegurando que las autoridades israelíes "permanecieron indiferentes" ante la propuesta. Pero ni la familia Bibas ni el pueblo de Israel han querido creer las declaraciones de los mismos que sacaron a Kfir y Ariel de la cama para secuestrarlos y mantenerlos cautivos a dos kilómetros de su casa. La mirada de puro terror de Shiri mientras apretaba a sus dos hijos cerca de su pecho dio la vuelta al mundo. Abanderados con la esperanza y la tenacidad, el Foro de Familiares de Rehenes y Personas Desaparecidas sigue vistiendo de naranja y lanzando globos al aire para que Kfir los vea.

Mientras la población israelí va retomando su vida normal, ahora con las calles decoradas con los rostros de sus ciudadanos desaparecidos, empiezan a surgir voces entre los familiares que piden un alto el fuego. Saben de lo poderoso que es su Ejército y que sus seres queridos podrían correr el mismo destino que los 10.000 niños palestinos han perdido la vida por los bombardeos, según el balance del Ministerio de Sanidad de Gaza.

"Personalmente mi vida se paró el 7 de octubre", confesaba la "tía abuela de los pelirrojitos", como se presentaba a sí misma Silberman. "Mi vida, la de mi familia y de todas las familias de los secuestrados se detuvo; hasta que vuelvan, no tenemos vida", rezaba. Este jueves, por primera vez desde el inicio de la guerra, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se ha reunido con algunas cautivas liberadas en Davos. "Estoy en todas partes para recordar a los rehenes a cada momento", ha dicho, sacando de su bolsillo una placa de identificación que pide la liberación de los rehenes.

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