El personal del hospital Al Shifa entierra a los muertos en una fosa común dentro del complejo médico

Los hospitales de Gaza huelen a muerto. A las puertas del mayor centro médico de la Franja, el Al Shifa, hace días que se acumulan un centenar de víctimas de las bombas de Israel. Según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, a estos cadáveres en descomposición se le suman 40 cuerpos más de personas fallecidas este martes en el cuarto día de asedio israelí que han provocado el colapso del hospital. Las fuerzas israelíes están impidiendo el movimiento dentro y fuera del complejo. En consecuencia, el personal del Al Shifa ha empezado a excavar una fosa común dentro de las instalaciones para enterrar a quienes vayan falleciendo, ante la aparente imposibilidad de abandonar la zona por la creciente presión militar de las Fuerzas de Defensa de Israel. 

Frente a la ausencia de electricidad y combustible, una treintena de pacientes críticos, entre los cuales hay, al menos, tres bebés prematuros, han muerto durante los últimos días en la unidad de cuidados intensivos. Un centenar de miembros del personal médico han abandonado sus labores de salvamento sin ya apenas recursos para ejercerlas y se han arremangado para dar una sepultura lo más digna posible a estos muertos en el mismo lugar en el que perecieron. Según el jefe del departamento de cirugía ortopédica, el doctor Adnan al Bursh, unos 200 cuerpos ya han sido enterrados en una fosa común. En declaraciones a la BBC, ha afirmado que 100 miembros del equipo médico del hospital tardaron seis horas en enterrar los cadáveres. Los cuerpos "han sido abandonados durante días hasta que se descomponen", ha lamentado.

"Crímenes de guerra"

El personal del hospital "no podía abrir las ventanas de los edificios debido al mal olor que salía del patio", ha explicado, dónde ha confirmado que había unos 120 cadáveres que esperaban para ser enterrados. Los 80 restantes, en su mayoría mujeres y niños, venían de la morgue. Sobre esta fosa común, aún quedan 1.500 personas desplazadas, unos 600 pacientes y entre 200 y 500 trabajadores del hospital que han denunciado el bloqueo de los militares. Human Rights Watch ha pedido este martes que se investiguen los ataques a los hospitales como "crímenes de guerra". "A pesar de las afirmaciones del Ejército israelí sobre el 'uso cínico de los hospitales' por parte de Hamás, ninguna evidencia presentada justificaría privar a los hospitales y ambulancias de su estatus protegido bajo el derecho internacional humanitario", ha añadido.

Durante el martes, no se han detenido los bombardeos israelíes. Una ráfaga de ataques ha matado a decenas de personas en Jan Younis y herido a muchas más. Esta ciudad sureña se encuentra en el perímetro del territorio al que Israel ha recomendado que se dirija la población civil del norte de Gaza en una supuesta "zona segura". En apenas 10 días, unas 200.000 personas han abandonado la Ciudad de Gaza, donde el Ejército de Israel ha tomado la sede del Gobierno de Hamás y del Parlamento del enclave palestino.

El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Eli Cohen, ha pedido la dimisión del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, alegando que no es apto para dirigir la organización. "Guterres no promovió ningún proceso de paz en la región... Guterres, como todas las naciones libres, debería decir clara y alto: 'Liberen a Gaza de Hamás'", ha dicho en Ginebra.

Ofensiva en Tulkarem

Al otro lado de la Línea Verde, crecen los temores de un nuevo frente contra Israel después de otra letal incursión en el campo de refugiados de Tulkarem, al norte de los territorios palestinos ocupados. Una redada que ha durado dos días ha matado a siete palestinos, ha demolido cinco casas y ha dañado a otra setentena de hogares. La violencia ha alcanzado al Hospital Thabet, que ha sido invadido por las tropas israelíes. La Media Luna Roja palestina ha denunciado que está bajo "continuos ataques". Ya son casi 200 los palestinos asesinados por las fuerzas de seguridad hebreas y los colonos radicales en la Cisjordania ocupada.

En la frontera con el Líbano, se han repetido los enfrentamientos entre Hizbulá y el Ejército israelí después de que el lunes otro convoy de periodistas fuera atacado presuntamente por misiles israelíes, sin registrar víctimas mortales. "Le decimos a la ocupación que la batalla aún está en el comienzo", ha dicho un alto miembro de Hamás en el Líbano, Osama Hamdan. "Lo que viene es más grande", ha afirmado a la vez que ha anunciado que a pesar de las acciones del Ejército israelí, la organización tiene la intención de seguir atacando a Israel. Durante este martes, un cohete lanzado desde la Franja de Gaza ha impactado contra Tel Aviv y la metralla desprendida ha causado dos heridos.