Posibles abusos

Organizaciones de derechos humanos avisan de los riesgos del acuerdo de defensa entre Arabia Saudí y EEUU

Arabia Saudí: de su historial de abusos al plan de Estado para dominar el fútbol

Bin Salmán asegura que ve "cada vez más cerca" la normalización de relaciones de Arabia Saudí e Israel

Joe Biden y Mohamed bin Salmán, en Yeda, en julio de 2022.

Joe Biden y Mohamed bin Salmán, en Yeda, en julio de 2022. / BANDAR ALGALOUD / REUTERS

Andrea López-Tomàs

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En Oriente Próximo, se avecinan cambios. Israel se friega las manos al ver como un acuerdo de normalización con Arabia Saudí está cada vez más cerca. Mientras el príncipe heredero Mohammed bin Salmán despliega su arsenal diplomático, la Administración del presidente estadounidense Joe Biden calcula los beneficios y riesgos de dar al reino lo que pide. A modo de incentivo para que normalice relaciones con su más fiel aliado, la Casa Blanca diseña un tratado de defensa para la superpotencia árabe. Pero, lejos de las salas de reuniones, analistas, activistas y organizaciones por los derechos humanos alertan de los riesgos que entraña firmar un acuerdo de seguridad con un líder autócrata.

"No estamos haciendo un pacto con un gobierno, estamos firmando un acuerdo con una sola persona extremadamente imprudente", denuncia Matt Duss, vicepresidente ejecutivo del Centro de Política Internacional, en una rueda de prensa organizada por Human Rights Watch sobre el acuerdo de defensa saudí-estadounidense. El paquete fuerza a Estados Unidos y Arabia Saudí a comprometerse a brindar apoyo militar si el otro país es atacado en la región o en territorio saudí. Las implicaciones pueden ser masivas. "La obsesión con China es lo que está moviendo todo esto, ya que la Administración Biden lo ve todo a través de la lente de la competencia estratégica con el gigante asiático", señala Duss. 

Oposición estadounidense

Biden se comprometió en su campaña electoral de 2020 en tratar a Arabia Saudí como un Estado "paria", pero parece que esas acusaciones quedan muy lejos. "Este pacto de defensa saudí es parte de una estrategia que prioriza la integración de Israel en una alianza con Arabia Saudí y otros estados árabes con la esperanza de que asegure petróleo asequible, ventas incesantes de armas y estabilidad y seguridad para la región que aparentemente son ahora las principales prioridades de la Administración Biden", afirma Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de la organización Democracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN, por sus siglas en inglés), creada por el periodista Jamal Khashoggi, asesinado por el régimen saudí en 2018.

"Los méritos de los combustibles fósiles baratos y sucios y de una mayor defensa de las ganancias convienen a intereses políticos de corto plazo y electoralistas, pero creo que no hacen nada para asegurar los intereses a largo plazo del pueblo estadounidense", añade Whitson. Una encuesta reciente del Instituto Quincy para Estados Responsables en Washington DC ha revelado que más de la mitad de los estadounidenses, el 55%, se opondría al acuerdo que compromete soldados estadounidenses para defender a Arabia Saudí en caso de guerra. "Si el presidente Biden sigue adelante haciendo más poderosos a los saudís, esto sería lo máximo que EEUU se ha comprometido a defender en la región y probablemente no terminaría ahí", alerta Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo del Instituto Quincy.

Estas concesiones al régimen saudí podrían animar a otros Estados de la región a pedir el mismo trato de favor por parte del gigante norteamericano. Si no, sus aliados podrían amenazar con refugiarse bajo la protección de los enemigos de EEUU, y darles a ellos sus recursos. "Este pacto mantiene a EEUU como rehén de los saudís y los emiratís como influencia inversa de sus propios vínculos más estrechos con Rusia y China", dice Whitson de DAWN. Además, las palabras del príncipe heredero sobre la necesidad de obtener un arma nuclear para contrarrestar a Irán indican que las consecuencias pueden ir más allá del golfo Pérsico. "Es difícil ver que si se llega a un acuerdo con Arabia Saudí en el que EEUU le otorgue capacidades de enriquecimiento [de uranio], quede alguna posibilidad de revivir el acuerdo nuclear con Irán", constata Parsi. 

Visitas históricas

Tanto desde Estados Unidos como desde la región, las organizaciones internacionales han expresado su preocupación y han puesto sobre la mesa el historial de abusos a los derechos humanos que colecciona el régimen de MBS, siglas con las que se conoce al príncipe heredero. "Cinco años después del asesinato de Khashoggi, en lugar de afrontar las consecuencias, MBS está siendo recompensado con un acuerdo de seguridad sin precedentes que sacrifica vidas estadounidenses para salvar la suya", denuncia Whitson. Aún así, la normalización parece más cerca que nunca y visitas históricas en la región durante las últimas 24 horas lo demuestran. 

El ministro de Turismo israelí, al frente de la primera delegación israelí pública que visita el reino saudí, ha coincidido este martes con la primera visita de una delegación saudí a la Cisjordania ocupada en 30 años. En una clara señal de que un acuerdo diplomático histórico entre Israel y Arabia Saudí ha ganado impulso, el ministro de Turismo de Israel, Haim Katz, ha participado en la conferencia organizada por la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas en Riad. A su vez, en los territorios ocupados, Nayef al Sudair, el embajador saudí no residente, ha estado en Ramala, en la sede de la Autoridad Palestina, por primera vez desde los Acuerdos de Oslo. El Gobierno saudí ha dicho que sólo normalizará los lazos con Israel si existe un gran progreso hacia la creación de un estado palestino, así que se ha puesto manos a la obra.