Cambio político

Ricarda Lang, una joven del ala izquierda para copresidir Los Verdes alemanes

Los ecoliberales eligen a la joven de 28 años y a Omid Nouripour como nuevos líderes de la formación, que forma parte del gobierno federal alemán

Ricarda Lang, de 28 años, nueva copresidenta de Los Verdes alemanes

Ricarda Lang, de 28 años, nueva copresidenta de Los Verdes alemanes / Kay Nietfeld (DPA)

Andrés Goldszmidt

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"Mi nombre es Ricarda Lang, tengo 28 años", se pone algo más seria y señala su cuerpo, "me veo como me veo y estoy tremendamente orgullosa de poder hacer política en un partido en el que nada de eso decide sobre la tarea política que se me encomienda".

Si producir frases con impacto fuera una asignatura de la carrera política, Ricarda Lang la aprobaría con toda comodidad. La nueva copresidenta de Los Verdes en Alemania dejó varias de esas en su discurso de candidatura en el congreso nacional que los ecoliberales celebraron este fin de semana. En la elección, una mera formalidad, obtuvo el 75,93% de los votos.

El otro nuevo copresidente es Omid Nouripour (46), nacido en Teherán, experto en política internacional y diputado en el Bundestag, el Parlamento alemán, desde 2006, cuando ocupó el escaño que dejó libre el antiguo líder verde Joschka Fischer.

Ascenso meteórico

Pero la atención el fin de semana la acaparó Lang, que ingresó en Los Verdes hace 10 años, llegó a liderar su rama juvenil y en 2019 ya era una de las vicepresidentas del partido a nivel nacional.

Lang creció con su madre, trabajadora social. Aún sin pasar por grandes penurias económicas, su hogar es uno de tantos en Alemania en los que "igualdad de oportunidades" suena como una frase hueca. "Tuve una infancia muy bonita pero solo porque mi madre luchó por ello, luchó por cada oportunidad que tuve". Esa fue la razón por la que se inició en la política, dice Lang. "Para que en el futuro mujeres como mi madre, familias como la mía lo tengan un poco más fácil".

La nueva colíder ecologista pertenece al ala izquierda del partido, centrada en lo social. El pragmatismo en el partido lo encarnan hoy Annalena Baerbock -actual ministra de Exteriores- y Robert Habeck -ministro de Economía-, el dúo saliente. A diferencia de la sangría que sufren partidos como la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) o el Partido Socialdemócrata (SPD), con ellos la cantidad de afiliados casi se duplicó en los últimos cuatro años a 125.000.

Sobre Baerbock pesa el reproche de no haber podido mantener las cifras de intención de voto del inicio de la campaña electoral, cuando los ecologistas se frotaban los ojos incrédulos al ver las encuestas y se ilusionaban con la primera cancillera salida de sus filas. Con todo, Los Verdes obtuvieron el mejor resultado de la historia y cinco ministerios, con Baerbock y Habeck en carteras clave como Exteriores y Economía.

Gobernar no es una condena

Pero el descontento despertado en las bases del partido por las concesiones hechas por Los Verdes durante las negociaciones de coalición podría ser apenas un anuncio de futuras y mayores frustraciones. A veces llegar al Gobierno es superar una valla solo para luego enfrentarse con un muro. Sin embargo, como dijo Lang en su discurso, "gobernar no es una condena". Esa frase también quedará.

Según cuenta a EL PERIÓDICO Tobías Schulze, periodista del diario 'Die Tageszeitung' especializado en Los Verdes, la formación, "incluyendo a las bases, parece estar preparada para gobernar y eso es lo que mostraron los debates" el fin de semana, aunque cree que "sí puede haber diferencias entre el partido y el joven movimiento climático".

Cambio de época

Fuera de foco, bajo el cielo azul de un paisaje rural, medio centenar de pollos se pasean al aire libre. La más afortunada de las aves no está en el suelo comiendo sino en los brazos de una radiante Baerbock. La foto, se publicó el fin de semana en la cuenta de Instagram de Baerbock como un recuerdo de sus cuatro años al frente de Los Verdes. En la misma cuenta hay otra foto, del 18 de enero, ya no hay risa sino un rostro severo. De pie a su izquierda, en una comparecencia en Moscú, observa serio y con atención Serguéi Lavrov, ministro ruso de Exteriores. Los tiempos cambian.

Mediar en ese cambio será una de las tareas de esta nueva directiva verde. Para el periodista del Tageszeitung, es "interesante la cuestión de si ese rol de mediador funcionará efectivamente en ambos sentidos, es decir no solo para explicar ante las bases las concesiones, sino si también podrán formularse objeciones desde el partido hacia arriba". Schulze cree que esto será más probable en el caso de Lang, "como joven representante del ala izquierda", que en el de Nouripour, parte del aparato del partido desde hace dos décadas.

En la formación ecologista el tránsito hacia la cima no es ni mucho menos una excursión de senderismo. Que Ricarda Lang esté allí a sus 28 años revela talento político y una piel gruesa. Lo que viene supera cualquier desafío del pasado.

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