¿Sabemos decir basta?

"Hay que priorizar la salud mental". Estas palabras de la gimnasta olímpica Simone Biles en las que puso un punto y aparte a su exitosa carrera, han marcado un antes y un después sobre cuándo decir basta. Su ejemplo es el mismo que otros personajes públicos han seguido al poner por delante su situación emocional. El último ha sido el caso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al congelar durante cinco días su agenda para "parar y reflexionar", si bien su decisión ha sido seguir en el cargo. Pero más allá de los personajes públicos ¿cuál es la mejor estrategia para cada uno de nosotros para decir 'hasta aquí he llegado''? ¿Cómo y cuándo se debe tomar la decisión? ¿Cuándo sabemos que ha llegado el momento?

"No, no sabemos decir 'basta', somos una cultura muy visceral, de soltarlo todo, confundimos sinceridad con sincericidio, pero estamos aprendiendo a ello", explica el psicólogo Xavier Guix, experto en psicopatología clínica y especialista en comunicación y procesos de autoconocimiento, que cita el proceso de reflexión de Sánchez como un ejemplo a no seguir. "Lo de plantearse dimitir ha hecho tarde y mal porque ha sido el fruto de una reacción, no de una reflexión sobre el fondo de la cuestión que no debería incorporar la amenaza de la dimisión", argumenta Guix.

La primera reacción de Sánchez no fue una respuesta pensada, sinó inmediata; no la pondría como ejemplo de pedagogía comunicativa

Xavier Guix

— Psicólogo, experto en psicopatología clínica y especialista en comunicación y procesos de autoconocimiento

"Decir basta es saber poner límites", describe la cofundadora y codirectora de la escuela Gestalt Barcelona, Teresa Barbena. Y el proceso para llevarlo a cabo se basa en dos fases. Una primera consiste en conectar con la necesidad propia y "no hacer las cosas por quedar bien sino porque tú quieres", Se trata de escucharse a uno mismo. Guix está convencido de que todos en nuestro interior detectamos cuando en el trabajo, con la pareja o en un proyecto estamos hartos.

Asertividad

A partir de ahí, es decisivo desplegar el significado de la palabra asertividad: el poder, la fortaleza y la decisión de cada persona de decir basta de forma clara y firme. "Muchas veces uno mismo ni se da cuenta, o sí siente la necesidad, pero no se atreve" a dar el paso, reflexiona Barbena. Y cuando hablamos de asertividad hablamos de "respetarse a uno mismo, porque a veces por respetar a los demás no nos respetamos a nosotros mismos", añade esta psicóloga de larga trayectoria.

Por respetar a los demás no nos respetamos a nosotros mismos

Teresa Barbena

— Cofundadora y codirectora de la escuela Gestalt Barcelona

Asertividad significa, en todo caso, según los expertos, poder expresar las propias necesidades "con amabilidad y respeto hacia la otra persona", destaca Barbena. Todo un arte que según los profesionales no se consigue de un día para otro.

Las habilidades sociales nos permitirán ser libres a la hora de poder expresar lo que necesitamos y poder decir que no, la palabra olvidada

Claudi Camps

— Psiquiatra y Director asistencial de la Xarxa de Salut Mental i Addiccions de las comarcas de Girona

Guix propone que para la asertividad es clave concederse un espacio de reflexión personal para saber "desde donde se toma la decisión, si desde la rabia, el enojo...". Y a partir de ahí "hablar siempre en primera persona, no utilizar nunca segundas ni terceras personas porque la culpa no está fuera, y hay que decir 'yo quiero', o 'yo ya he tenido bastante, yo propongo...". Claudi Camps, psiquiatra y colaboradora de Sanamente, también ha reflexionado sobre la importancia de saber expresar las voluntades propias en una conversación o discusión, gestionando las habilidades sociales: "Estas habilidades nos permitirán ser libres a la hora de poder expresar lo que necesitamos comunicar minimizando la posibilidad de que los otros se molesten, de poder decir que no, la palabra olvidada y muy necesaria actualmente".