Rezar para aliviar la conciencia

El cardenal Cañizares, en alerta ante el gobierno de izquierdas, pide "orar por España". Según él, este produce conmoción, gran temor y preocupación, ya que se avecina un cambio cultural - con "una crisis humana honda"- que pretende crear un pensamiento único. Este pensamiento va a diseñar una concepción del ser humano en la que se incluya la eutanasia, el feminismo radical y la memoria histórica. Esto fomentará el odio, destruirá el sentido de la vida, los valores universales, el matrimonio y las familias y acabará con la propia identidad. Al gobernar la izquierda de rojos ateos, el horizonte se cubrirá de nubarrones e incertidumbres. La emergencia requiere una "sanación urgente". 

Supongo que, ganando la derecha católica, el panorama habría sido de tranquilidad, paz, concordia, convivencia y progreso. Así, con políticos incapaces de diseñar el futuro, se degrada y devalúa la realidad política ante la opinión pública. Menospreciar la política, que abarca todos los ámbitos de la vida (educación, familia, economía, ecología, cultura, sanidad, protección social, justicia, vida democrática, etcétera), pone en peligro a la sociedad. Plantéese las desigualdades sociales o el desafío del bien común universal, que solo podrá resolver una autoridad sobre toda la tierra, como escribió Juan XXIII. Plantéese los desafíos culturales para que progresen las ciencias, la sanidad y la educación o el desafío moral para que los seres humanos evolucionen y construyan un mundo más humano y libre.

En lugar de incitar a enfrentamientos permanentes, vivamos juntos en democracia y respetando sus reglas. Los privilegios destrozan la convivencia: refugiados, pobreza, machismo criminal, pensiones, racismo y xenofobia, odio, cambio climático, corrupción... Rehabilitemos la política y vertebremos la vida social construyendo tejido humano. Reivindicar sería ejemplar; rezando sólo se arregla la mala conciencia.