"Fernando Simón, gracias por aguantar carros y carretas"

En este país nos creemos entrenadores y árbitros de fútbol cuando vemos un partido; jueces y abogados cuando sale un caso mediático por la tele; médicos cuando recibimos un diagnóstico o cuando aconsejamos a conocidos acerca de qué se deberían tomar; dietistas cuando hablamos con conocidos sobre qué alimentos es mejor comer; psicólogos cuando aconsejamos a amigos qué deberían hacer con sus vidas y problemas. Ahora además somos epidemiólogos cuando se habla de cómo afrontar el covid-19.

Por eso en este país duran tan poco los entrenadores y los árbitros son agredidos física o verbalmente. Por eso condenamos sin pruebas a supuestos criminales solo con los indicios que nos muestra el televisor. Por eso tomamos medicamentos sin receta antes de ir al médico y aconsejamos remedios alternativos a quién ya tiene tratamiento médico. Por eso hay tantas personas que hacen dietas sin control, poniendo en riesgo su propia salud. Por eso hay tantos conflictos, porque escuchamos lo que dicen otros y no a nosotros mismos.

En los últimos meses se ha criticado la gestión y las palabras de Fernando Simón, epidemiólogo experimentado. ¿Quién lo ha criticado? Personas que no han estudiado medicina, ni saben como funciona los virus y ni mucho menos se han tenido que enfrentar nunca a una epidemia. Esas personas que te piden que les votes, que les sigas a través de una pantalla o que les leas a través de prensa escrita o digital. Porque en este país nos creemos lo suficientemente informados, cuando en realidad tan sólo nos hemos leído el titular de un artículo o hemos escuchado a alguien que no es técnico en la materia.

Por todo ello, Simón, haya acertado o se haya equivocado, tiene mi total confianza. Gracias por aguantar carros y carretas en forma de críticas y chascarrillos, porque eso es lo más difícil de su trabajo. Más que abordar la manera de enfrentarse a la pandemia. Y lo hace sin entrar al trapo, que es lo que todos están deseando ver. Siga así.