La carta de un lector: "El asesino de Algeciras es un perturbado, no un lobo solitario"

El marroquí que, armado de un machete de considerables dimensiones, atacó en dos iglesias de Algeciras, matando a un sacristán e hiriendo a cuatro personas, según ha trascendido, no presenta un perfil de lobo solitario radicalizado vinculado al terrorismo yihadista, sino que se trata de un desequilibrado, de un enfermo mental, que sufre un delirio paranoico.

No deben, pues, extraerse conclusiones precipitadas carentes de rigor y prudencia, alimentando la alarma social que afecta a una comunidad pluricultural.

La decisión judicial calificatoria de acto de terrorismo islámico salafista se antoja precipitada, ante un episodio de violencia irracional. Es necesario dar el tratamiento informativo y judicial sereno, responsable y acorde con la realidad de los hechos, sin etiquetar ni demonizar con frivolidad sobre ese trágico y luctuoso suceso que, en buena lógica, su investigación debería corresponder al Juzgado de Instrucción de Algeciras y no a la Audiencia Nacional, so pena de comprometer el derecho fundamental al juez natural predeterminado por la ley.

No debe usarse el nombre de Dios en vano ni magnificar un acto criminal, al parecer, propio de un perturbado.