Debate en campaña

Illa promete no ser presidente con los votos del PP y cae el veto entre independentistas y PSC

Los partidos se enzarzan en el debate de la financiación y ERC y Junts señalan la "subordinación" del candidato socialista a Pedro Sánchez

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Los candidatos a las elecciones del 12 de mayo, en el primer debate

Los candidatos a las elecciones del 12 de mayo, en el primer debate / ACN

Sara González

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"Descarto ser presidente de Catalunya con los votos del PP". El candidato del PSC, Salvador Illa, ha sido claro y meridiano por primera vez en esta campaña sobre si está dispuesto o no a alcanzar la Generalitat con una jugada como la que permitió que Jaume Collboni arrebatara la alcaldía a Xavier Trias en Barcelona. Lo ha hecho inquirido por el president y candidato de ERC, Pere Aragonès, en el primer debate de las elecciones, organizado por el Grupo Godó. Un primer intercambio en el que ni los republicanos ni Junts, representado por su número 3, Josep Rull, han explicitado un veto a pactar con el PSC como sí que habían hecho hasta ahora.

De hecho, fue el expresidente Carles Puigdemont quien hace dos semanas amenazó con retirar el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez si Illa repetía la misma fórmula que aplicaron los socialistas para hacerse con la vara de la capital catalana de la mano de los Comuns y los populares. El líder del PSC ha negado esta posibilidad y ha explicitado que su prioridad será acordar la gobernabilidad con las formaciones socialdemócratas y que, además, "cumplen los pactos", cosa que ha señalado que no han hecho Junts y la CUP rompiendo en esta legislatura el Govern con ERC y sumiendo Catalunya en la "inestabilidad".

La gobernabilidad, más abierta que nunca

Sobre la geometría para configurar un nuevo Govern, Aragonès se ha limitado a subrayar que se presenta para "revalidar la presidencia" con base en los tres ejes de su programa: referéndum acordado, financiación singular y refuerzo del catalán. Ni ha verbalizado esta vez que no piensa tejer una alianza con los socialistas ni que su primera apuesta sea reeditar un gobierno de sello independentista. Rull, a su vez, sí que ha puesto el foco en la "prioridad absoluta de rehacer" la unidad independentista y "hacer operativa" esa mayoría que hizo aguas en la pasada legislatura, pero sin que esta vez haya dicho de esta agua no beberé sobre otras posibles sumas. De hecho, prueba de lo difícil que será que ERC y Junts rehagan puentes es que el president les ha recriminado que se descolgaran de la "confrontación inteligente" para lograr el traspaso de Rodalies, del ingreso mínimo vital o para derogar el delito de sedición, condición que ha permitido que Rull pueda ser candidato en estas elecciones.

Los Comuns de Jéssica Albiach han aprovechado para levantar la bandera de que, con ellos, no se pactará "con la derecha" de Junts, mientras que Alejandro Fernández ha dejado caer que su prioridad en materia de alianzas será poner fin al 'procés' y Laia Estrada ha defendido que la CUP no tiene miedo a la gobernabilidad, pero que para implicarse la autodeterminación debe volver a estar en el centro de la agenda. Ciutadans ha tratado de sacar la cabeza con un golpe de efecto cuando Carlos Carrizosa ha anunciado que se plantaría este mismo viernes en Argelers para explicarle a Puigdemont que es un "fugado de la justicia y no un exiliado".

La financiación, en el epicentro

Esta vez, el referéndum ha sacado la cabeza por reivindicación principalmente de los republicanos, y ni tan solo la amnistía ha tenido un papel preponderante. Ha sido la financiación quien se ha situado en el epicentro del debate y la cuestión por la que más se han enzarzado ERC, PSC y Junts, pese a que todos los partidos -menos Vox, que ha eludido la discusión- están de acuerdo en que hay que afrontar en esta legislatura.

Para los independentistas, el principal problema de Illa es que su "subordinación" a la Moncloa le impedirá ser fuerte para arrancar un modelo a la vasca, un sistema propio por el que también reman los Comuns. "No se aprobarán los presupuestos generales del Estado si no se resuelve la financiación con Catalunya", le ha espetado Rull al candidato socialista hurgando en los "20.000 millones de euros" del déficit que se van cada año y no vuelven. Y tratando de morder también sobre esta cuestión, Aragonès le ha recordado al candidato del PSC que al Govern de José Montilla fue un Gobierno del PSOE quien "le negó" el consorcio tributario que ahora abandera. "Lo conseguiré", ha replicado, sin más, Illa, que ha rechazado la reforma del Estatut y ha abogado por moverse dentro del vigente después de lamentar que los gobiernos de ERC y Junts no lo hayan exprimido y hayan socabado los servicios públicos.

"No españolizar" la campaña con Sánchez

Esa dependencia de Sánchez que achacan sus rivales a Illa ha estado también presente en este debate aún marcado por la incertidumbre de si dimitirá el lunes el presidente. Mientras que ERC y Junts han reprochado al candidato del PSC su "complicidad" con el "'lawfare'" mientras no eran los socialistas los perjudicados, Fernández ha acusado a Sánchez de "parecerse" a Puigdemont. "Cuando nos pasaba a nosotros, ustedes no estaban", ha espetado Rull, al tiempo que Aragonès ha recordado ser víctima del espionaje del CNI y de haber recibido también querellas de Manos Limpias. El independentismo ha pedido al PSC "no españolizar" la campaña y ERC que estas elecciones no se conviertan en un "plebiscito" ni sobre Sánchez ni sobre Puigdemont.