Comicios el 12 de mayo

Ganar y gobernar, lograr un 'sorpasso' y evitar la desaparición: ¿qué se juega cada partido en las elecciones catalanas?

Catalunya abre la campaña electoral con dudas sobre la gobernabilidad y pendiente de Sánchez

Así están las encuestas de las elecciones en Catalunya 2024

¿Qué pasa si Pedro Sánchez dimite como presidente del Gobierno?

Salvador Illa, Pere Aragonès, Carles Puigdemont, Ignacio Garriga, Laia Estrada, Jéssica Albiach, Carlos Carrizosa y Alejandro Fernández.

Salvador Illa, Pere Aragonès, Carles Puigdemont, Ignacio Garriga, Laia Estrada, Jéssica Albiach, Carlos Carrizosa y Alejandro Fernández. / AGENCIAS

Sara González
Quim Bertomeu
Carlota Camps
Gabriel Ubieto
Gisela Boada
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La posible dimisión de Pedro Sánchez al frente del Gobierno ha alterado el inicio de la campaña para las elecciones catalanas del 12 de mayo y corre el riesgo de polarizar todavía más la quincena electoral que parte ya con dudas sobre la gobernabilidad. Está en juego no solo quién es presidente, sino también quién logra sumar con quién, geometría que puede tener un impacto directo en el futuro de una legislatura española en vilo hasta que el presidente de pronuncie el lunes. El líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, encabeza todas las encuestas, y aprovechará estos primeros días para 'salvar' a Sánchez, mientras que ERC y Junts arremeten contra el jefe del Gobierno y le afean que trate de "españolizar" estos comicios.

La incógnita es el alcance del 'efecto' Carles Puigdemont y si con él Junts arrebata el liderazgo del independentismo a una ERC que trata de retener la presidencia de Pere Aragonès. Todos los candidatos hablan de la apertura de una 'nueva etapa' en Catalunya, aunque para cada uno de ellos tenga un significado distinto. A continuación, los retos de cada partido.

Illa: lograr un triunfo que le permita gobernar

Ganar, pero hacerlo con suficiente ventaja como para poder gobernar. Ese es el doble reto de Illa, que en 2021 ya se impuso por la mínima, pero topó con una mayoría independentista que le cerró el paso a la Generalitat. Ahora, el líder del PSC busca deshacerse de ese debut agridulce como candidato con una victoria contundente para asegurarse la presidencia tras tres años dedicado a pico y escarpa a romper los bloques como jefe de la oposición para desbrozarse la vía del pacto tanto con ERC como con Junts. Su objetivo: alcanzar los 40 diputados rozando el millón de votos. Una alianza que está a la espera de lo que decida Sánchez, por lo que el PSC se apresura a clamar por la "resistencia colectiva" para que continúe, ya que su hilo directo con Moncloa es un 'leitmotiv' de campaña para, entre otros asuntos, hacer realidad una nueva financiación sin salir del marco del Estatut vigente.

Después de haber ganado también las últimas generales y municipales, todo el partido está volcado en ello para aupar durante la campaña a su líder catalán haciendo gala de haber pasado página al 'procés' con su estrategia de desinflamación del conflicto por vía del diálogo, los indultos y la amnistía.

Illa, que parte de la 'pole position' en todos los sondeos, pone en el epicentro de su discurso la gestión después de una "década perdida" de la mano de gobiernos independentistas que, a su juicio, han hecho mella en los servicios públicos.

Aragonès: evitar un 'sorpasso' de Junts

ERC aspira a convencer a los catalanes de que Aragonès merece un segundo mandato al frente de la Generalitat después de un primero en el que ha podido gobernar tres años con alianzas variables -Junts, PSC, Comuns y la CUP-, pero que ha acabado de forma abrupta por el desacuerdo con los presupuestos.

El principal reto de los republicanos es movilizar a esos votantes que le permitan, si no es ganar al PSC, al menos quedar por delante de Junts y volver articular una mayoría soberanista como la que aupó Aragonès a la presidencia en mayo de 2021. Para lograrlo, el partido de Oriol Junqueras y Marta Rovira ha presentado un programa con cuatro ejes: referéndum, financiación singular, estado del bienestar y lengua catalana.

Sus dos grandes rivales son el PSC y Junts, pero, sobre todo, combatir a las encuestas que coinciden en decir que el president está perdiendo algo de fuelle respecto a Illa y Puigdemont. El primer objetivo, por lo tanto, convencer de que la intensidad de una campaña puede cambiar las cosas.

Puigdemont: conseguir la "restitución"

Junts lo fía todo al 'efecto Puigdemont' y presenta las urnas como la oportunidad de restituirle como president, aunque deberá demostrar que esta vez es diferente a 2017 y 2021. Para hacerlo, encaran la campaña con toda la épica posible, con una movilización diaria de autobuses cruzando la frontera para encontrarse con el expresident.

La promesa del regreso de Puigdemont puede sacar de la abstención a independentistas descontentos y desactivar opciones como Alhora o una parte de la extrema derecha de Aliança Catalana. Sin embargo, para llegar a más públicos, Puigdemont deberá demostrar que hay algo más detrás de esta promesa de regresar y contrarrestar las acusaciones de irresponsabilidad por haber abandonado el Govern en 2022.

Junts espera que estas elecciones rompan el empate técnico con ERC y, animados por la segunda posición de las encuestas, plantean los comicios como un duelo entre Puigdemont e Illa. El candidato posconvergente intentará que el movimiento de Sánchez no le distraiga de la campaña y se presentará como el único capaz de plantarse ante el Gobierno, aunque para ello deberá calibrar bien sus ataques a ERC. Que los republicanos decaigan en escaños podría imposibilitar una suma independentista y restaría credibilidad a sus constantes apelaciones a la unidad.

Garriga: evitar fugas al PP

Vox fue la sorpresa en 2021. No solo irrumpió en el Parlament, sino que lo hizo con 11 escaños. Ahora, después de tres años marcados por el aislamiento, el partido de extrema derecha trata de evitar un retroceso -como pronostican las encuestas- y que el PP no les robe electorado con el discurso del voto útil contra la amnistía. Pero Ignacio Garriga tiene otro objetivo: evitar que le pase factura la denuncia de una exdiputada del partido que le acusa de haber usado la tarjeta del grupo parlamentario para pagar la cuota de la AFA de la escuela de sus hijos y tiques en supermercados, tintorerías y pedidos de comida a domicilio. El partido lo atribuye al despecho por no estar en las listas, pero aún no se han querellado por injurias.

Estrada: aguantar para desinflar el pragmatismo

En unas elecciones en las que Junts y ERC se disputan la carta de quien de los dos saca mejores contrapartidas en sus negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez, la CUP busca reforzar su rol como partido independentista que confronta con Madrid. La formación anticapitalista pretende consolidar los buenos resultados obtenidos en las votaciones de 2021 y evitar potenciales fugas de voto a otras formaciones soberanistas, ampliado el catálogo de opciones posibles en los presentes comicios y erigiéndose, esta vez sí, como una fuerza dispuesta a gobernar.

Albiach: en busca de la entrada en el Govern

Los Comuns enfilan la campaña electoral con la perspectiva de mejorar la cota de los ocho diputados, en la que llevan atascados dos legislaturas consecutivas. No obstante, la candidatura liderada por Jéssica Albiach ambiciona lograr que sus escaños sean decisivos y que les permitan entrar a un hipotético ejecutivo catalán de izquierdas. Ya sea de la mano del PSC o reeditando un tripartito, 14 años después. Mediáticamente, los morados tratarán de trasladar la dicotomía de Illa o Puigdemont a la de Hard Rock sí o Hard Rock no.

Carrizosa: obtener representación

El partido que en 2017 ganó las elecciones a los partidos independentistas luchará este 12 de mayo para sobrevivir. La formación llega a la campaña en hojas muy bajas por la fuga de cargos y la desaparición del partido en las autonomías. Al desgaste y las múltiples bajas, que hasta les empujó a plantearse concurrir a las elecciones con el PP provocando nuevas fisuras, hay que sumarle que las encuestas les dejan fuera del Parlament en la autonomía que les vio nacer.

Para revertirlo, el partido liderado por Carlos Carrizosa se erige como un "valor seguro que nunca ha traicionado a los catalanes" y prevé una campaña agresiva. De hecho, ya empezaron fuertes con un cartel electoral generado con inteligencia artificial donde se ve a Puigdemont encarcelado. Un mensaje claro, conciso y directo, al más puro estilo Cs para recuperar el votante que le aupó hace seis años a la victoria.

Fernández: crecer para ser decisivo

El PP afronta estos comicios con las encuestas a favor y con la voluntad de sacar un resultado que pueda ser decisivo para la futura gobernabilidad de la Generalitat. El principal eje de su campaña sigue siendo el rechazo a los independentistas y al PSC, partido al que acusa de ser su cómplice, con lo que espera atraer el voto de los socialistas descontentos con los pactos con ERC y Junts, especialmente por la ley de amnistía. Los populares confían en sacar rédito de la apuesta por Alejandro Fernández -a pesar de las dudas iniciales de Génova, él es una de sus voces más duras con el soberanismo-, así como de la posible desaparición de Cs y del regreso de algunos votantes que en el pasado apostaron por Vox.

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