La escalada del precio de la gasolina refuerza el transporte público y la movilidad verde

El reciente repunte del petróleo, que los mercados prevén duradero, puede acabar condicionado a final de año las decisiones del Gobierno sobre si prorrogar o no en 2024 determinadas medidas de ayuda a familias, autónomos y empresas. En principio, todas las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir los efectos de la inflación derivados de la guerra de Ucrania caducan a final de 2023, salvo la gratuidad del transporte en trenes de cercanías y media distancia para pasajeros recurrentes. Pero la presión del precio del petróleo puede llevar al Gobierno a reconsiderar el fin del resto de las ayudas al transporte público, en tanto que alternativa al uso de los vehículos privados con un mayor consumo de carburantes.

"De aquí a final de año se tomarán las medidas adecuadas para seguir en una senda de contención de la inflación y para amortiguar el impacto de este escenario internacional extraordinario sobre nuestra economía, teniendo en cuenta como hemos venido haciendo desde que se inició la pandemia, cuál es la situación en cada momento y cúales son las medidas que pueden ser más adecuadas en cada momento", respondió la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, al ser preguntada sobre el posible final de las medidas de estímulo tras la reunión del Consejo de Ministros del pasado lunes.

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Cercanías y media distancia

El encarecimiento de los carburantes, que llegó a superar los 2 euros por litro en 2022, y que en la actualidad vuelve a dispararse, puede inclinar al Ejecutivo por alargar determinadas ayudas que puso en marcha el año pasado. 

Las ayudas al transporte público, incentivado desde finales de 2022 por parte del Gobierno, encaja, además, en la estrategia del Ejecutivo de potenciar la descarbonización de la economía y la movilidad verde y sostenible. 

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El Ministerio de Transporte afirma que las medidas para el fomento del transporte público han hecho posible que el 82% de los viajes de competencia estatal (cercanías, media distancia convencional y Avant, prestados por Renfe, y autobuses de competencia estatal).

En Barcelona, la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) decidió mantener los precios de los abonos T-usual y T-jove con la misma reducción del 50% iniciada en septiembre de 2022 después de que el Estado decidiera mantener las ayudas del 30% de descuento.

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Récords en el Metro

Lo cierto es que el transporte público gana terreno como alternativa de movilidad. En Barcelona, el Metro, alcanza récord de pasajeros cada mes. El auge de este tipo de transporte se produce desde hace varios meses y, en especial, desde que el Gobierno aprobó la gratuidad y descuentos en los transportes públicos, explican fuentes de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).

Tanto es así, que desde hace meses, en concreto entre abril y mayo, ya se superaron los niveles de ocupación previos a la pandemia del coronavirus. “Se nota una clara tendencia al alza”, afirman las mismas fuentes. En agosto –último dato disponible— se alcanzaron los 28,067 millones de pasajeros, una cifra que está muy por encima de la de un año atrás: 23,87 millones. Y lo mismo sucedió en julio, con 33,5 millones, frente a los 28,3 millones de 2022; así como en junio, con casi 37 millones frente a los 31,5 millones del año previo. Es una evolución que se está consolidando desde hace meses.

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En el bus no sucede lo mismo. Aunque también aumenta el número de viajeros mensuales, aún no se han alcanzado los niveles de ocupación de antes de la pandemia, según fuentes de TMB. En el Metro se producen entre un millón y 1,5 millones de validaciones diarias, mientras que en la red de buses es de alrededor de medio millón.

La alternativa del coche eléctrico

Mientras el transporte público avanza como opción de movilidad, la penetración del coche eléctrico -como alternativa al de combustión- avanza a un ritmo lento respecto a los objetivos marcados y más despacio que en la media de la Unión Europea. El sector de la automoción espera "de la próxima legislatura" una mejora de las ayudas públicas (Plan MOVES) que contribuya a hacer despegar esta alternativa, según subrayó el director general de Anfac, José López-Tafall, con ocasión de la presentación de los datos del Barómetro de Electromovilidad del segundo trimestre de 2023, publicados el 18 de septiembre.  

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Según los datos de Anfac, durante el primer semestre del año, España ha matriculado un total de 55.544 turismos electrificados, mejorando los registros del año anterior. Sin embargo, esta cifra queda todavía muy lejos del objetivo de 190.000 ventas de este tipo de vehículos para todo el ejercicio 2023. 

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Durante el segundo trimestre, se han puesto en marcha 2.517 nuevos puntos de recarga de acceso público, lo que para este 2023 suma 4.632 nuevos puntos. Aunque el ritmo de crecimiento se mantiene respecto al trimestre anterior, situando el total para el territorio nacional en 22.760 puntos, todavía la infraestructura de recarga de acceso público se mantiene muy lejos, tanto en número como en potencia instalada, del objetivo de 45.000 puntos de recarga necesarios este año y cumplir con los objetivos de reducción de emisiones marcados en el Fit for 55.

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En Europa, solo la República Checa, Hungría e Italia tienen una menor penetración de vehículo eléctrico que España. “España avanza hacia la electrificación, pero no al ritmo necesario para cumplir con los objetivos exigidos”, sostiene López-Tafall.

“Las marcas de automoción están cumpliendo con su parte, sacando al mercado más de 200 modelos electrificados y con el anuncio de una total renovación hacia la electrificación de sus modelos para los próximos años”, se añade desde la patronal. Desde ANFAC, se insiste en que "para superar las barreras existentes de precio y autonomía, es necesario que durante la próxima legislatura se actúe tanto en la mejora de la eficiencia del Plan MOVES con ayudas directas en el momento de la compra, como en la simplificación de los trámites para la instalación de puntos de recarga, especialmente los de alta potencia". Además, apuntan que la fiscalidad ha demostrado ser la vía más eficaz de apoyo y citan el ejemplo de Portugal que, con sus políticas, ha logrado situarse por encima de la media europea en pentración del vehículo eléctrico y cerca de la media en despliegue de la red de puntos de recarga.